La energía solar fotovoltaica impulsa la transición energética en Portugal con plantas de gran escala y nuevos retos en la red

  • Portugal avanza en energía solar fotovoltaica con grandes proyectos como Sonnedix Douro, de 150 MW de potencia.
  • El sector destaca la importancia de invertir en la red eléctrica nacional y en nuevas tecnologías de almacenamiento.
  • Se busca duplicar la capacidad instalada en Portugal para finales de 2025, reforzando el papel del país en la generación renovable.

Planta de energía solar en Portugal

Portugal atraviesa un momento clave en el desarrollo de la energía solar fotovoltaica. En los últimos meses, el país ha reafirmado su apuesta por la transición hacia fuentes renovables y la reducción de emisiones, apoyándose en la construcción de grandes plantas solares y en la mejora de la infraestructura eléctrica nacional. Este impulso no solo responde a las exigencias europeas en materia de sostenibilidad, sino que además posiciona a Portugal como uno de los líderes en generación solar dentro de la Península Ibérica.

El rápido avance de la energía solar no está exento de retos. Las asociaciones del sector fotovoltaico han subrayado recientemente la necesidad de reforzar la red eléctrica y adaptar la regulación para garantizar la estabilidad del suministro, especialmente tras sucesos como el reciente apagón que afectó a España y Portugal y que ha puesto en evidencia la importancia de modernizar el sistema eléctrico para dar cabida a una mayor penetración renovable.

El proyecto Sonnedix Douro: una referencia europea en energía fotovoltaica

La entrada en funcionamiento de la planta solar Sonnedix Douro, con 150 MW de potencia instalada, marca un antes y un después en la generación de energía limpia en Portugal. Situada en el norte del país y conectada a la subestación de Valdigem, esta instalación es ya la mayor de la compañía Sonnedix en Europa. Además de su capacidad de generación, que se estima en unos 230 GWh anuales, el proyecto permitirá abastecer a aproximadamente 76.000 hogares portugueses y evitar la emisión de 82.000 toneladas de CO2 cada año.

La colaboración entre Sonnedix y empresas como Equinix, que ha firmado un contrato de compra de energía (PPA) a largo plazo, refuerza la viabilidad económica de este tipo de proyectos. Asimismo, la empresa está inmersa en nuevas fases de hibridación con soluciones de almacenamiento y eólica, lo que permitirá una mayor estabilización y flexibilidad del sistema eléctrico portugués.

Crecimiento continuado y nuevos objetivos del sector fotovoltaico en la Península Ibérica

El impulso de Sonnedix no es aislado. El grupo ya cuenta con 1,7 GW de capacidad instalada entre España y Portugal, y mantiene en marcha el desarrollo de más de 400 MW en territorio portugués, de los cuales más de 200 MW están actualmente en construcción. La hoja de ruta de la compañía incluye duplicar su capacidad operativa en Portugal antes de que finalice 2025, aportando así al objetivo nacional de aumentar la generación renovable.

La experiencia de Sonnedix en España, donde ya supera los 1,2 GW en operación, demuestra la capacidad del sector para responder a la creciente demanda renovable. Portugal, con proyectos de esta envergadura, sigue los pasos de su vecino, reafirmando su liderazgo en energía fotovoltaica y subrayando la relevancia del sector en la descarbonización de la matriz eléctrica.

Retos regulatorios y tecnológicos para el futuro de la energía solar en Portugal

Las principales asociaciones de energía fotovoltaica europeas y portuguesas han insistido en la urgencia de invertir en la modernización de la red, la integración de baterías y la adopción de inversores de red inteligentes. Estos elementos resultan esenciales para mantener la resiliencia de la red y gestionar la volatilidad inherente a las fuentes renovables. También se ha puesto de manifiesto que la normativa actual limita la capacidad de las instalaciones solares para contribuir más activamente a la estabilidad del sistema, lo que representa un área de mejora prioritaria.

El reciente apagón en la península ibérica sirvió como llamada de atención, pero los informes oficiales y los portavoces del sector han aclarado que la energía solar fotovoltaica no fue responsable del incidente. Por el contrario, la situación ha propiciado un debate público sobre la necesidad de continuar modernizando la infraestructura eléctrica y adaptando las reglas de operación para aprovechar al máximo el potencial renovable.

Las inversiones en nuevas tecnologías, como sistemas de almacenamiento de energía (BESS) y el desarrollo de contratos a largo plazo para la venta de electricidad limpia, serán determinantes en el avance hacia un modelo energético más sostenible en Portugal.

La energía solar fotovoltaica se consolida como una de las piezas centrales en la estrategia energética portuguesa, gracias a la puesta en marcha de plantas de gran escala, la llegada de actores internacionales relevantes y una ambiciosa hoja de ruta que busca maximizar el aprovechamiento de los recursos renovables. El foco en la mejora de la red y la regulación permitirá llevar la generación solar a nuevos niveles, acompañando el crecimiento de la demanda eléctrica y contribuyendo decisivamente a la lucha contra el cambio climático.

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