La contaminación atmosférica afecta a más de 8 de cada 10 ciudadanos en el mundo. Y la situación continúa degradándose, concretamente en los países emergentes. La Organización Mundial de la Salud publicó el pasado 12 de mayo un amplio panorama de la calidad del aire en medio urbano. Esta nueva base de datos abarca a 3.000 ciudades situadas en 103 países, doblando prácticamente así el volumen del anterior estudio publicado en el año 2014.
Globalmente, los niveles de concentración de partículas finas en medio urbano se han incrementado en un 8% a lo largo de los últimos 5 años. Si la situación es más o menos controlable en los países ricos, la contaminación del aire se agrava en los países en desarrollo.
El umbral máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud es de 20 microgramos por metro cúbico para la concentración media anual de partículas finas PM10 en el aire, un valor ampliamente superado en la mayoría de las zonas urbanas de los países emergentes. Por ejemplo, la ciudad más contaminada del mundo ha dejado de ser Nueva Delhi, y ahora es Peshawar, en Pakistán, donde el nivel de concentración alcanza los 540 microgramos por metro cúbico, una cifra alarmante que lleva consigo graves consecuencias para la salud de sus habitantes.
Peshawar, la ciudad más contaminada del mundo
Hoy en día, en casi todas las ciudades con más de 100.000 habitantes en países con ingresos bajos o intermedios, los niveles de contaminación superan con creces el umbral establecido por la OMS. Además, las cifras muestran un incremento preocupante en lugares como Pakistán, Afganistán e India, regionas que albergan a algunas de las ciudades más contaminadas del planeta.
En Pakistán, la capital económica, Karachi, y la ciudad de Rawalpindi presentan un aire apenas respirable. La situación es parecida en Afganistán, especialmente en Kabul y Mazar-e-Sharif. India también destaca con urbes como Raipur y Allahabad, ambas con niveles de partículas en suspensión alarmantes que rondan los 229 microgramos por metro cúbico en Nueva Delhi.
Al aumento de la contaminación en estas zonas contribuyen varios factores como el tipo de industria, la cercanía de zonas urbanas a áreas industriales sin regulaciones adecuadas, así como la dependencia a combustibles fósiles tanto para la energía como para los sistemas de transporte.
El impacto de la contaminación en la salud
Según la OMS, se estima que la contaminación del aire es responsable de más de 4 millones de muertes prematuras cada año en todo el mundo. Las enfermedades más frecuentes asociadas a la exposición prolongada a la contaminación atmosférica incluyen afecciones respiratorias crónicas como el asma, enfermedades pulmonares, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. De hecho, la OMS considera la contaminación del aire como uno de los principales riesgos para la salud pública a nivel global.
Además, la exposición prolongada a las partículas finas (PM10 y PM2.5) puede penetrar profundamente en los pulmones y, de este modo, entrar en el torrente sanguíneo, lo cual se asocia a un incremento en la mortalidad por cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares. Las partículas ultrafinas, que son aún menores en tamaño, resultan especialmente peligrosas debido a su capacidad de atravesar las membranas celulares.
Las ciudades más contaminadas
Algunas de las ciudades que actualmente presentan los niveles más altos de contaminación atmosférica son:
- Peshawar (Pakistán) – 540 µg/m³
- Kabul (Afganistán) – 390 µg/m³
- Raipur (India) – 305 µg/m³
- Karachi (Pakistán) – 295 µg/m³
- Delhi (India) – 260 µg/m³
- Riad (Arabia Saudita) – 370 µg/m³
Además de la ya mencionada Peshawar, otras ciudades superan los 350 microgramos por metro cúbico de partículas finas, lo que coloca a sus habitantes en una situación crítica en términos de salud. En el continente asiático, las regiones del Golfo, como Arabia Saudita, también enfrentan niveles extremadamente altos de contaminación, afectando a millones de habitantes en ciudades como Riad y Al-Jubail.
El transporte y las emisiones industriales como principales fuentes
La contaminación del aire urbano se ve agravada considerablemente por la actividad humana. El transporte con vehículos a gasolina y diésel es responsable de una gran parte de las emisiones contaminantes, ya que libera grandes cantidades de óxidos de nitrógeno (NOx) y material particulado. Asimismo, las industrias en los países en desarrollo, muchas de las cuales no cuentan con regulaciones estrictas, contribuyen significativamente al problema.
Otro factor notable es el uso de combustibles para la calefacción y la cocción en el hogar, un problema persistente en países desarrollados y emergentes. Combustibles como el carbón, la leña o el queroseno generan emisiones nocivas que afectan no solo el aire exterior sino también el aire en los interiores de los hogares.
Soluciones y medidas para mejorar la calidad del aire
Para mejorar la calidad del aire en estas ciudades emergentes y reducir el impacto sobre la salud pública, la OMS propone medidas integrales como la reducción de las emisiones industriales mediante el uso de tecnologías limpias y más eficientes, así como la promoción de energías renovables.
Asimismo, las Smart Cities están emergiendo como una solución tecnológica para monitorear la calidad del aire en tiempo real. Estas ciudades, mediante la instalación de sensores distribuidos, pueden supervisar los niveles de contaminación atmosférica y proporcionar datos precisos. Los datos recolectados permiten a las autoridades tomar decisiones preventivas y ajustar las políticas urbanas según el comportamiento de las emisiones.
Finalmente, los gobiernos deben impulsar la utilización de vehículos eléctricos o híbridos y promover el transporte público, al igual que se ha hecho en algunas ciudades de Europa. También es esencial la implementación de zonas de bajas emisiones (ZBE) y fomentar la creación de áreas verdes que contribuyan a mejorar la calidad del aire.
La contaminación del aire en las ciudades emergentes sigue siendo un grave problema que afecta tanto a la salud pública como al medio ambiente. Para combatir este desafío, es crucial la adopción de medidas a nivel gubernamental, industrial y ciudadano, aplicando estrategias basadas en energías limpias y transporte no contaminante.