Hoy en día, dos terceras partes de la población mundial habita en las grandes ciudades. Las ciudades se han convertido en focos de grandes emisiones de ruido y contaminación acústica. La principal fuente de ruidos en las ciudades es, sin duda, el tráfico rodado. La concentración de vehículos a motor, los atascos, los cláxones y la circulación generan una cantidad significativa de ruido que puede afectar gravemente la salud humana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un límite diurno de 65 decibelios (dB) para que no sea perjudicial para la salud. No obstante, millones de personas en todo el mundo están expuestas diariamente a niveles que superan este umbral. Esto plantea la pregunta: ¿qué medidas se pueden tomar para mitigar esta situación y qué riesgos enfrenta la población por una exposición prolongada a altos niveles de ruido?
Características de la contaminación acústica
La contaminación acústica se diferencia de otros tipos de contaminación por varias características específicas:
- Es el contaminante más económico de producir y requiere muy poca energía para ser emitido.
- Es complejo de medir y cuantificar con precisión.
- No deja residuos ni tiene un efecto acumulativo en el medio ambiente, pero sus efectos en las personas pueden acumularse con el tiempo.
- Su radio de acción es mucho más limitado en comparación con otros contaminantes, afectando áreas específicas.
- No se transporta a través de los medios naturales como el aire o el agua.
- Se percibe únicamente a través del sentido del oído, lo que a menudo lleva a subestimarlo en comparación con la contaminación visual, por ejemplo.
El ruido en las ciudades
Las ciudades modernas representan un desafío en términos de ruido. Especialistas en acústica y contaminación sonora son responsables de medir los niveles de ruido en distintas áreas y crear mapas acústicos. Estos mapas indican los niveles de exposición durante el día y la noche y ayudan a establecer recomendaciones para reducirla y mejorar la salud pública.
Durante el día, el ruido aceptable es mayor que durante la noche. Sin embargo, la exposición prolongada a altos niveles de ruido puede desencadenar una serie de problemas de salud como estrés, ansiedad e incluso problemas cardiovasculares. En particular, en los niños, esta exposición puede afectar su capacidad de aprendizaje.
Insomnio
En áreas con alta actividad nocturna como bares y discotecas, los niveles de ruido durante la noche suelen ser elevados, lo que provoca dificultades para conciliar el sueño y, a largo plazo, insomnio. El insomnio afecta a la salud mental y física, aumentando los riesgos de estrés, ansiedad y trastornos del sistema inmunológico. Estudios recientes han señalado que las hospitalizaciones en estas zonas son más frecuentes.
Problemas cardíacos
La OMS recomienda no superar los 65 dB diurnos, pero muchas personas están expuestas a ruidos superiores a este nivel de manera crónica, lo que puede causar problemas a largo plazo, incluso sin síntomas visibles. Los altos niveles de ruido incrementan la producción de hormonas como la adrenalina, lo que puede provocar cambios en la tensión arterial, afectar la frecuencia cardíaca y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Problemas de audición
Una exposición constante a ruidos elevados puede dañar las células del oído, lo que a su vez afecta la audición. La pérdida auditiva no solo afecta la capacidad de escuchar, sino también el bienestar general, ya que puede llevar al aislamiento social, depresión y dificultades en el ámbito laboral y académico.
Para prevenir lesiones auditivas, se recomienda:
- Evitar lugares ruidosos en lo posible.
- Usar protección auditiva adecuada.
- Controlar el volumen de dispositivos como la televisión y la radio.
- Limitar el uso de audífonos a un volumen moderado y durante un tiempo controlado.
La contaminación acústica genera más enfermos
Existen estudios que asocian la contaminación acústica con un aumento en el número de enfermedades. Según un informe del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), el ruido del tráfico es una de las principales causas de enfermedades relacionadas con la planificación urbana y el transporte. Esta investigación calculó que hasta 3.000 muertes al año podrían haberse evitado en Barcelona con una mejor planificación acústica de la ciudad.
Además de las enfermedades cardiovasculares, la exposición al ruido también está ligada a la hipertensión, los accidentes cerebrovasculares y, en algunos casos, incluso la depresión. Cumplir con las normativas internacionales sobre ruido y actividad física puede prevenir más de 1.700 casos de enfermedades cardiovasculares al año solo en ciudades como Barcelona.
Niveles de ruido y salud
El ruido se mide en decibelios (dB) y se puede categorizar según su peligrosidad:
- 0 dB: Umbral de audición.
- 10-30 dB: Ruido bajo, equivalente a una conversación ligera.
- 30-50 dB: Conversación normal.
- 55 dB: Nivel promedio de confort acústico.
- 65 dB: Máximo permitido durante el día según la OMS.
- 75-100 dB: Daños auditivos y sensación de molestia.
- 140 dB: El máximo que el oído humano puede soportar.
Sonido de la naturaleza
El aumento del ruido en las ciudades está haciendo que nos alejemos de los sonidos más tranquilos de la naturaleza. Escuchar el canto de los pájaros o el susurro de las hojas en un espacio natural tiene efectos beneficiosos sobre la salud. Estudios han demostrado que los sonidos de la naturaleza ayudan a relajar la mente y reducir el estrés, lo que puede estar relacionado con la evolución humana, ya que esos sonidos se asocian con un entorno seguro.
Cómo evitar la contaminación acústica en las ciudades
El tráfico rodado sigue siendo la mayor fuente de contaminación acústica en las ciudades. Por lo tanto, disminuir la cantidad de tráfico o adaptar infraestructuras es fundamental. Existen soluciones como las pantallas acústicas, que ayudan a reducir el paso del ruido hacia áreas residenciales. Además de estas barreras físicas, el urbanismo debe promover el uso de zonas verdes y árboles, que no solo absorben el ruido, sino que también mejoran la calidad del aire.
Existen también innovaciones como las cubiertas solares en carreteras, que no solo reducen el ruido, sino que también generan energía renovable. Estas cubiertas ya están funcionando en algunos países como Bélgica y son una gran apuesta para el futuro en lugares con alta exposición al tráfico y la insolación.
No cabe duda de que el ruido es un problema más grave de lo que a menudo se percibe. Aunque no lo vemos, las consecuencias para la salud son importantes. Es esencial que todos pongamos de nuestra parte para reducir el ruido en entornos urbanos y así contribuir a mejorar nuestra calidad de vida.
En mi caso usualmente escuchaba música con los audífonos durante horas a un alto volumén excesivo y efectivamente tenia mucho estrés y demasiada ansiedad.
Gracias por el aporte , saludos desde Perú!