Edificio de contención
El edificio de contención es el elemento más característico de una central nuclear. Este edificio alberga el reactor nuclear y todos los sistemas asociados que contienen materiales radiactivos. Su estructura está diseñada para ser completamente hermética, formada por muros de hormigón armado o pretensado, en muchos casos cilíndricos o con cúpulas semiesféricas. Internamente, las paredes están recubiertas por chapas de acero soldadas, lo que asegura su completa estanqueidad.
Su diseño tiene como objetivo proteger el entorno exterior de la radiación emitida por el reactor, tanto en funcionamiento normal como en caso de accidentes. Además, está construido para soportar terremotos, tornados y otros desastres naturales, con una resistencia a presiones de hasta 200 psi (aproximadamente 14 atmósferas).
Este edificio actúa como la tercera barrera de seguridad en la operación nuclear. La primera barrera es la vaina que envuelve el combustible nuclear; la segunda es el circuito primario de refrigeración; y el edificio de contención es la última barrera para evitar que la radiación se libere al exterior.
Edificio de combustible
El edificio de combustible es responsable del almacenamiento del combustible nuclear, tanto el que ya ha sido utilizado como el que está pendiente de usarse en el reactor. Este edificio almacena el combustible gastado en piscinas de almacenamiento de agua, lo que permite controlar la radiación que emiten y enfriarlas antes de su posterior traslado. Estas piscinas actúan como un escudo tanto térmico como radiactivo, permitiendo que las barras de combustible se enfríen de manera segura.
El correcto almacenamiento del combustible gastado es crítico, ya que sigue emitiendo radiación incluso después de su uso. El agua de las piscinas ayuda a enfriarlo y a disminuir la radiactividad hasta que pueda ser transportado a depósitos definitivos.
En muchas centrales nucleares, este edificio está conectado directamente con el edificio de contención para el traslado del combustible sin exponer las barras a áreas externas, minimizando el riesgo de fugas.
Edificio de turbinas
El edificio de turbinas alberga las turbinas y generadores eléctricos que convierten la energía térmica del reactor en energía eléctrica. Aquí el vapor generado en el circuito secundario del reactor se traslada a las turbinas, donde su expansión hace girar los generadores. En una central típica, este movimiento de las turbinas se transfiere a los alternadores, que generan electricidad para el consumo.
Después de que el vapor mueve las turbinas, pasa a los condensadores, donde se enfría y se vuelve a convertir en agua para ser reutilizada, un proceso clave para optimizar la eficiencia operativa de la planta. Además, el edificio de turbinas tiene varios sistemas de seguridad para controlar fallos mecánicos, como el precalentamiento del vapor y sistemas auxiliares destinados a garantizar su operación segura.
Edificio auxiliar
El edificio auxiliar es donde se encuentran los sistemas de soporte y seguridad necesarios para garantizar el correcto funcionamiento de la central nuclear en condiciones normales y de emergencia. Estos sistemas incluyen los sistemas de recarga de agua, que permiten inyectar agua en el reactor en caso de una emergencia, y los sistemas de arranque, que restauran la energía en caso de un apagón.
Además, en este edificio se localizan instalaciones dedicadas al tratamiento químico y volumétrico del agua que circula por los circuitos de refrigeración, asegurando que el líquido refrigerante mantenga una pureza óptima para evitar la acumulación de corrosión o residuos radiactivos.
Edificio eléctrico
El edificio eléctrico alberga varios equipos esenciales para controlar el flujo de electricidad dentro de la central. Aquí se encuentran los transformadores y el centro de control que gestiona los motores y sistemas de distribución. Este edificio también cuenta con la Sala de Control, un espacio crucial desde el que los operarios monitorizan y regulan todas las funciones de la planta. Desde esta sala, se puede observar y controlar el comportamiento del reactor, la presión del vapor y todos los sistemas de seguridad.
Otros edificios
Además de las estructuras mencionadas, una central nuclear cuenta con otros edificios dedicados a oficinas, talleres y laboratorios, que sirven como soporte técnico y administrativo para el personal. Estos espacios son esenciales para el correcto funcionamiento diario de la planta, ya que albergan tanto a los operarios como a equipos de mantenimiento y monitoreo.
En muchas instalaciones modernas, existen edificios multifuncionales, donde se ubican simuladores de entrenamiento, comedores y oficinas. Estos simuladores se utilizan para capacitar al personal en la gestión de la planta y la toma de decisiones durante situaciones críticas, asegurando que todos los operarios estén preparados para cualquier contingencia.
Las centrales nucleares son complejas instalaciones formadas por diversos edificios, cada uno con una función específica y crítica. Desde el edificio de contención, que mantiene segura la energía nuclear, hasta los edificios multifuncionales que aseguran la operatividad de todo el equipo, cada estructura sigue estrictas normativas de seguridad para garantizar el funcionamiento eficiente y evitar cualquier tipo de accidente o fuga radiactiva.