La radiación en Fukushima y el papel crucial de los robots en su exploración

  • Los niveles de radiación en Fukushima superan los 650 sieverts por hora, siendo extremadamente peligrosos para los humanos.
  • Los robots, como el Escorpión, exploran las áreas más contaminadas, midiendo radiación y tomando imágenes.
  • El éxito de estos robots es clave para el desmantelamiento de la planta, previsto para durar varias décadas.

robot fukushima

Los niveles de radiación en Fukushima están siendo más altos de lo esperado, sobre todo en el reactor dos de la central. La operadora de la central nuclear de Fukushima introducirá un nuevo robot dentro del reactor dos para poder evaluar su estado. El anterior robot que analizaba el estado de los reactores tuvo que ser retirado la semana pasada por el exceso en los niveles de radiación.

Si los seres humanos nos exponemos a radiaciones de un sievert al día, podemos llegar a sufrir graves consecuencias para la salud. Para nuestra sorpresa, en el reactor dos de la central de Fukushima, los niveles de radiación son de 650 sieverts por hora. Esta cantidad es suficiente para destruir la electrónica de la mayoría de los robots que se utilizan para monitorear el lugar.

Niveles altos de radiación

alta radiación Fukushima

Los altos niveles de radiación encontrados en los reactores de la central dañan los equipos de análisis y dificultan la evaluación de su estado. Un robot desarrollado en colaboración con IRID y Toshiba, ayudará en la evaluación del estado del reactor. Este dispositivo, apodado Escorpión, tiene la capacidad de desplegar múltiples sensores y una cámara en su cola articulada que facilita la exploración en lugares inaccesibles para los humanos.

No obstante, la tarea no es sencilla. Previamente, otro robot fue retirado después de haber registrado niveles de radiación equivalentes a 650 sieverts por hora, dañando de forma irreversible su sistema electrónico. Estos robots enfrentan enormes desafíos al operar en esas condiciones extremas, donde la radiación puede dañar tanto los circuitos como las cámaras en pocos minutos.

Los sistemas robóticos están diseñados para operar durante un número limitado de horas antes de quedar completamente inutilizables por la radiación, y los técnicos en Fukushima luchan contra el tiempo para maximizar el rendimiento de cada misión piloto. Un robot desarrollado en 2012 acabó siendo abandonado tras un fallo en su sistema de comunicación dentro del reactor 1.

robot exploración Fukushima

Estos robots no solo exploran, sino que también están equipados para medir la radiación y tomar imágenes del interior del reactor. Esto es crucial para determinar las áreas afectadas y planificar futuras acciones para el desmantelamiento seguro de los reactores. Además, el robot Escorpión tiene la capacidad de medir temperaturas junto con los niveles de radiación, información vital para los ingenieros que buscan desmantelar la planta de forma gradual.

Medir la radiación es fundamental

Fukushima

A raíz del terremoto ocurrido en 2011, los reactores 1, 2 y 3 de la planta sufrieron una fusión parcial de sus núcleos, lo que generó un desastre sin precedentes y la necesidad urgente de conocer el estado de las barras de combustible radiactivo para poder retirarlas. En el caso de la unidad 2, los técnicos de TEPCO creen que el combustible se fundió lo suficiente como para perforar la vasija de presión y acumularse en el fondo de la vasija de contención.

Este fenómeno, denominado «corium» en incidentes nucleares como Chernobyl, es una masa de combustible nuclear fundido mezclado con otros materiales. El corium es altamente radiactivo y su retirada es un desafío técnico formidable. Las imágenes que los robots logran capturar en Fukushima son vitales para verificar la ubicación exacta de este combustible, y proporcionar datos esenciales para futuras misiones de extracción.

El nuevo robot está equipado con tecnologías avanzadas para recolectar información clave sobre las condiciones dentro del reactor, y su éxito es crucial para la continuidad de las labores de limpieza. TEPCO tiene previsto continuar introduciendo más robots a medida que los avances en robótica se aceleren y se logren desarrollos en materiales más resistentes a la radiación.

Si bien aún falta un largo camino por recorrer para desmantelar completamente la planta, este tipo de robots representan una esperanza para despejar las instalaciones contaminadas y retirar los restos radiactivos. Se prevé que el desmantelamiento total de Fukushima dure varias décadas, pero cada paso que se da hacia el desarrollo de robots más eficientes acerca tanto al Japón como al mundo a la solución de este problema.

Además de los robots de análisis y exploración, existe otra categoría de autómatas completamente dedicados a la limpieza de áreas contaminadas. Equipados con aspiradoras especiales y sistemas de descontaminación, estos robots ayudan a limpiar el polvo radiactivo presente en las superficies afectadas por la radiación intensa. La planta de Fukushima cuenta con varios de estos robots, que permiten preparar el terreno para que los técnicos puedan realizar inspecciones y maniobras con mayor seguridad.

El futuro de la recuperación de Fukushima está intrínsecamente ligado a la robótica, y la introducción de nuevas tecnologías será clave para acelerar el proceso de desmantelamiento en una de las áreas más radiactivas del planeta.


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