El desarrollo de la arquitectura ecológica o arquitectura sostenible está cada vez más en auge. La creación de viviendas y edificios que tengan un menor impacto en el medio ambiente y un menor uso de los recursos naturales es necesario si queremos conservar nuestro planeta. Por ello, el interiorismo sostenible también comienza a ser una corriente muy relevante en los últimos años.
En este artículo vamos a contarte qué es el interiorismo sostenible y por qué es tan importante para el futuro de nuestras viviendas y entornos. Descubriremos cuáles son las características principales de esta tendencia y cómo puedes aplicar algunas ideas en tu hogar para reducir el impacto ambiental sin sacrificar confort o estilo.
Qué es el interiorismo sostenible
El interiorismo sostenible es una disciplina del diseño de interiores que busca crear espacios funcionales y estéticamente atractivos, teniendo en cuenta el impacto ambiental, social y económico a lo largo de todo el proceso. Se basa en principios de sostenibilidad y busca reducir al mínimo el consumo de recursos naturales, minimizar los residuos y fomentar la salud y el bienestar de las personas que ocupan esos espacios.
Los principales objetivos del interiorismo sostenible tienen que ver con la eficiencia en el uso de los recursos. Para ello, se plantea la reducción de la energía necesaria para mantener el confort de los espacios, maximización de la luz natural y la ventilación, y empleo de tecnologías y recursos que ayuden a disminuir el consumo de agua.
Además, se promueve el uso de materiales naturales, reciclados o reciclables en la construcción y decoración de los espacios, evitando aquellos que contienen compuestos tóxicos o que generan un alto impacto ambiental en su producción. Esto implica también la reutilización de muebles y objetos, dándoles una segunda vida para evitar su descarte prematuro.
Características principales del interiorismo sostenible
Materiales locales y de bajo impacto
El uso de materiales locales es una de las estrategias más efectivas para reducir la huella ambiental del diseño de interiores. Al optar por materiales disponibles localmente, se reduce el transporte y sus emisiones de gases, mientras se contribuye a las economías locales.
La madera certificada procedente de bosques gestionados de manera sostenible, el bambú o el corcho, son materiales que se utilizan con frecuencia en el diseño de interiores sostenibles. Además de su origen natural, son renovables y tienen una larga vida útil.
Colocación estratégica de ventanas
Las ventanas juegan un papel crucial en cualquier proyecto de interiorismo sostenible. Una correcta disposición de los ventanales permite aprovechar al máximo la luz natural, reduciendo la necesidad de energía artificial para la iluminación, y en muchos casos también para la calefacción.
Unas grandes ventanas orientadas estratégicamente pueden llegar a reducir el consumo de calefacción hasta en un 80% en invierno. Además de la eficiencia energética, aporta estética y bienestar a los espacios, ofreciendo mayor conexión con el entorno exterior.
Iluminación LED y domótica
En un diseño sostenible, la iluminación no debe verse solo como una necesidad, sino como una oportunidad para reducir el consumo energético. Las bombillas LED son una excelente opción, ya que consumen menos energía y tienen una vida útil mucho más larga que las bombillas tradicionales. Utilizar sistemas de iluminación inteligente (domótica) asegura que solo se utilice la energía cuando y donde sea necesario.
Complementar esto con elementos que amplíen la luz natural como espejos y colores claros en las paredes, puede reducir significativamente el uso de iluminación artificial durante el día.
Muebles minimalistas y reciclados
El principio de que menos es más es clave en el interiorismo sostenible. En lugar de ocupar el espacio con una excesiva cantidad de muebles, se prefiere optar por líneas más minimalistas donde prime la funcionalidad y la calidad. Además, se incentiva el uso de muebles hechos de materiales reciclados, como los palets o el vidrio reciclado, lo que supone un aporte creativo y reducir el impacto ambiental.
Los muebles de segunda mano o reacondicionados también son una excelente opción, ya que contribuyen a reducir el consumo de nuevos recursos, mientras aportan carácter y originalidad a los espacios.
Pinturas sin compuestos tóxicos y maderas no tratadas
El empleo de materiales libres de compuestos orgánicos volátiles (COV) como las pinturas al agua y las maderas no tratadas con químicos, es fundamental para crear ambientes saludables. Estas sustancias tóxicas pueden afectar la calidad del aire interior y provocar problemas de salud a largo plazo.
Las pinturas a base de agua, además, permiten que las paredes respiren más, aumentando la durabilidad y evitando problemas de moho en espacios cerrados. Por otro lado, la selección de maderas libres de barnices tóxicos para muebles o revestimientos es una elección responsable que favorece la salud de los habitantes y el medio ambiente.
Uso responsable del agua
La administración eficiente del agua es también uno de los pilares del interiorismo sostenible. Se pueden implementar dispositivos de ahorro como grifos y duchas de bajo flujo, así como sistemas para recolectar y reutilizar el agua de lluvia. Esto no solo reduce la cantidad de agua que se utiliza diariamente, sino que también ayuda a concienciar sobre la importancia de su conservación.
Diseño a largo plazo y funcional
El interiorismo sostenible no solo se basa en el presente, sino que busca crear entornos que perduren en el tiempo. Para ello, el planeamiento de los interiores debe considerar no solo la estética, sino también la durabilidad de los materiales y su valor funcional y estructural.
Esto implica invertir en materiales de alta calidad que sobrevivan al desgaste del tiempo, en lugar de optar por soluciones baratas y de baja durabilidad que generen mayores residuos. Se promueve la elección de piezas atemporales y artesanales, frente a modas o tendencias pasajeras.
Incorporar elementos como grandes ventanas y aprovechamiento de la luz natural es clave no solo para la sostenibilidad ambiental, sino también para la practicidad y el bienestar a largo plazo de los habitantes.
El interiorismo sostenible combina estilo, funcionalidad y un menor impacto ambiental, considerando el bienestar tanto de las personas como del planeta. Ya sea al optar por materiales reciclados, renovar espacios sin desechar objetos, o crear entornos que perduren por años, esta disciplina se presenta como un camino hacia una vida más consciente y armoniosa.