Es común que todas nuestras plantas estén sometidas al ataque de plagas que perjudican su crecimiento y desarrollo. Por ello, es fundamental tener a mano insecticidas que no provoquen un uso excesivo de productos químicos. Los insecticidas naturales para plantas suelen tener resultados muy efectivos si se emplean correctamente y con la frecuencia adecuada.
A lo largo de este artículo te mostraremos las principales características de los insecticidas naturales y cómo elaborar los mejores para combatir plagas de forma ecológica y segura.
Insecticidas naturales para las plantas
Los insecticidas naturales funcionan de manera efectiva contra una gran variedad de plagas, como pulgones, orugas, ácaros y babosas. Su ventaja principal es que son menos dañinos para el medio ambiente y seguros para las personas, las mascotas y los insectos beneficiosos, como abejas y mariquitas.
Además, la preparación casera de estos productos se realiza con ingredientes muy comunes, lo que los convierte en una opción económica y accesible.
A continuación, te mostramos cómo preparar diferentes insecticidas naturales para diversas plagas.
Spray insecticida con ajo
El ajo es un poderoso repelente natural que ayuda a disuadir y eliminar insectos en los jardines. Para preparar este insecticida, solo necesitas triturar una cabeza de ajo junto con algunos dientes en una licuadora, añadiendo dos tazas de agua. Después, deja reposar por un día y, tras colar la mezcla, diluye con tres litros de agua.
Su aplicación es sencilla. Solo debes rociarlo sobre las hojas de tus plantas. Este insecticida es especialmente efectivo contra pulgones, ácaros y orugas. Recuerda aplicarlo en las horas más frescas del día para evitar quemaduras en las hojas debido al sol.
El ajo contiene compuestos de azufre que, además de ser repelentes, inhiben el crecimiento de hongos y bacterias. Sin embargo, es importante no abusar de su uso para no afectar negativamente la salud del suelo.
Trampas de colores contra la mosca blanca
Las moscas blancas se sienten atraídas irresistiblemente por el color amarillo. Este es el fundamento de las trampas de colores. Solo necesitas placas de color amarillo cubiertas con una sustancia pegajosa, como miel o pegamento en barra. Colócala alrededor de tus plantas para atrapar a estas plagas antes de que puedan alimentarse de tus cultivos.
Estas trampas también funcionan para otros insectos voladores, como pulgones y trips, y son una solución ecológica y efectiva a largo plazo.
Remedios ecológicos para caracoles y babosas
Los caracoles y babosas son una de las plagas más comunes que amenazan a las plantas en exteriores, especialmente en jardines. Estas plagas se alimentan de las hojas y los brotes jóvenes, dejándolos completamente desprotegidos.
Un remedio casero efectivo es esparcir cenizas alrededor de las plantas, lo que crea una barrera incómoda para los caracoles. También puedes colocar recipientes con cerveza. El olor atrae a los caracoles, que terminan ahogándose en el líquido.
Otro método que ha sido muy comentado es el uso de cáscaras de huevo molidas. Estas forman una barrera física que lastima y repele a las babosas y otros insectos de cuerpo blando.
Té de ortiga
El té de ortiga es un insecticida natural y un excelente fertilizante. Las ortigas contienen ácidos que actúan como repelentes de pulgones y otros insectos. Para prepararlo, debes recolectar 500 gramos de hojas de ortiga (usa guantes para evitar irritaciones). Colócalas en un cubo con cinco litros de agua y déjalas reposar durante al menos una semana.
Después de filtrar el líquido, puedes usar este abono líquido para rociar las plantas afectadas. Además de actuar como repelente, tu planta recibirá nutrientes importantes.
Pesticida de tomate
Las hojas de tomate contienen alcaloides que funcionan como un repelente natural contra pulgones, gusanos y orugas. Para preparar este pesticida, llena dos tazas con hojas de tomate picadas y agrega agua. Deja reposar la mezcla durante la noche y diluye con más agua al día siguiente.
Rocía este pesticida sobre las plantas afectadas cada semana para mantener alejadas las plagas. Sin embargo, asegúrate de mantener esta mezcla fuera del alcance de mascotas, ya que puede ser tóxica para ellas.
Insecticidas naturales para las plantas a base de huevos
Las cáscaras de huevo son excelentes como fertilizantes y repelentes. Después de triturarlas, puedes espolvorear el polvo alrededor de los tallos de las plantas. Esto crea una barrera física que disuade a los caracoles y algunas orugas de acercarse a la planta.
Las cáscaras también aportan nutrientes importantes como calcio, lo que fortalece tu jardín de forma natural.
El té de jengibre
Muchas plagas atacan las plantas de solanáceas, como los tomates. El té de jengibre es particularmente útil contra las polillas que ponen huevos en los tomates y pueden arruinar la cosecha.
El jengibre también es muy fácil de cultivar y recolectar, lo que lo convierte en un recurso ideal para su uso constante en el jardín.
Insecticida a base de pimienta
La pimienta es un repelente natural muy potente. Para preparar este insecticida, mezcla de seis a diez pimientos con dos tazas de agua en una licuadora a alta velocidad. Deja reposar la mezcla durante la noche y filtra al día siguiente.
Rocía el líquido sobre tus plantas, asegurándote de cubrir bien las áreas infestadas. La pimienta actúa como irritante para los insectos y los disuade de alimentarse de tus plantas.
Nemátodos
Los nemátodos son pequeños gusanos beneficiosos para el jardín. Pueden controlar la población de plagas como escarabajos y gorgojos, eliminando las etapas larvales de estos insectos sin afectar al ecosistema.
Para adquirir nemátodos, visita tiendas especializadas en jardinería, y sigue las indicaciones de uso para mantener el equilibrio en tu huerto.
Consejos para matar malezas
Además de las plagas, las malas hierbas son otro problema común en los jardines. Una solución sencilla es usar periódicos para cubrir el suelo alrededor de las plantas. Esto crea una barrera que impide el crecimiento de estas hierbas no deseadas, sin necesidad de emplear herbicidas químicos.
Aceite de naranja cítrica
El aceite de naranja es un repelente natural que funciona especialmente bien contra hormigas y cucarachas. Mezcla tres cucharadas de jabón líquido orgánico con 30 ml de aceite de naranja y agrega cuatro litros de agua.
Pulveriza esta solución sobre las plantas afectadas y sobre las superficies donde observes hormigas o cucarachas. El aroma cítrico actúa como repelente y es completamente seguro para tus plantas.
Aceite de neem
El aceite de neem es uno de los insecticidas naturales más potentes disponibles. Actúa contra más de 200 especies de insectos, incluyendo pulgones, ácaros y mosca blanca. Para usarlo, mezcla una cucharada de aceite de neem puro con media cucharada de jabón natural y un cuarto de litro de agua tibia. Aplica esta mezcla directamente sobre las hojas, tallos y el suelo.
El neem tiene la capacidad de interrumpir el ciclo de vida de los insectos, dejándolos incapaces de alimentarse y reproducirse.
Sulfato de magnesio
Conocido también como sal de Epsom, el sulfato de magnesio es un gran aliado para el jardín. Además de actuar como repelente, aporta nutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el azufre, esenciales para un buen desarrollo.
Puedes mezclar una taza de sal en 20 litros de agua y usarla como spray directamente sobre las plantas.
Espero que este artículo te haya ayudado a conocer las propiedades y ventajas de los insecticidas naturales. Combinar la aplicación de estos remedios con buen mantenimiento y cuidado de la planta asegura su buena salud y protección sin poner en riesgo el entorno.