El fuego declarado en el paraje de Los Enebrales, en Almorox (Toledo), ha dejado varios días de trabajo ininterrumpido hasta que quedó controlado el domingo por la mañana y extinguido por la tarde, tras una evolución marcada por el riesgo de incendios por viento y un terreno complicado.
Durante el operativo se registraron cortes de carreteras, desalojos preventivos y una amplia movilización de recursos de Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid y el Ministerio para la Transición Ecológica, con una superficie afectada estimada en torno a 500 hectáreas.
Origen y evolución del fuego

El incendio fue detectado el jueves a las 14:25 horas gracias al aviso de un particular. En pocas horas avanzó por una zona de pasto fino y monte bajo, favorecido por rachas de viento que complicaron las primeras labores de extinción, un ejemplo de la situación actual y riesgos que afrontan los equipos.
Ya de madrugada, la situación obligó a elevar la emergencia a nivel operativo 1 y a ordenar evacuaciones preventivas, si bien los responsables del dispositivo insistieron en que no existía riesgo directo para viviendas o infraestructuras.
Con la llegada del viernes y la mejora de la visibilidad, se reactivaron los medios aéreos y se reforzó el frente más activo, el que avanzaba hacia Paredes de Escalona. El Puesto de Mando Avanzado (PMA) se instaló en el campo de fútbol de Almorox para coordinar las actuaciones. Esa coordinación recuerda otros operativos de rescate de gran despliegue.
Al caer la tarde del viernes, el fuego pudo descender a nivel 0 por la evolución favorable, aunque se mantuvo la vigilancia por posibles reactivaciones en zonas calientes del perímetro.
Medios desplegados y coordinación

A primera hora del viernes se llegaron a movilizar hasta 18 medios aéreos y 26 terrestres, con un despliegue que sumó personal de Infocam, BRIF del Ministerio y dotaciones de la Comunidad de Madrid.
El refuerzo madrileño incluyó 20 dotaciones de bomberos y brigadas forestales, además de dos helicópteros y un bulldozer para abrir cortafuegos, reforzando así las líneas de defensa en los flancos más expuestos.
Con la estabilización de los frentes, el sábado se centraron los trabajos en el remate y la liquidación de puntos calientes, pudiendo retirarse paulatinamente los medios aéreos y mantener en torno a 16 medios terrestres con 48 profesionales para consolidar el perímetro.
En momentos puntuales del operativo llegaron a actuar más de una treintena de medios y más de un centenar de personas en campo, reflejando la intensidad del esfuerzo y la coordinación entre administraciones.
Impacto en la zona y situación de las vías
De forma preventiva se evacuó a alrededor de una veintena de personas de un alojamiento rural cercano, sin incidencias personales, y se trasladó una colonia canina de un centro próximo por la cercanía del frente.
Para facilitar el acceso de los servicios de emergencia se cortaron tres carreteras: M-544, TO-1455 y TO-1560, que conectan Almorox con Cenicientos y con localidades del entorno.
Desde primera hora, las autoridades pidieron respetar la señalización y las indicaciones de los equipos de emergencia, con el objetivo de evitar riesgos añadidos y garantizar los trabajos en los frentes activos.
Con la mejora del escenario, las personas desalojadas pudieron regresar a sus alojamientos y se reabrieron progresivamente los tramos de carretera afectados por el humo y las labores de extinción.
Control, extinción e investigación
La dirección técnica de extinción señaló que la evolución fue la prevista conforme avanzaban los trabajos y mejoraban las condiciones, permitiendo asegurar líneas y llevar el fuego a zonas favorables.
El domingo por la mañana el incendio quedó controlado a las 9:15 y, tras las últimas labores de refresco y vigilancia, se declaró extinguido a las 19:42, con patrullas realizando comprobaciones en el perímetro.
El balance operativo asciende a 75 medios movilizados, 25 de ellos aéreos, y en torno a 310 efectivos entre personal de Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid y el Ministerio, además de equipos que permanecieron de guardia durante las últimas horas.
Las primeras estimaciones sitúan la superficie afectada en aproximadamente 500 hectáreas, en un entorno de pastizal y monte bajo con orografía de lomas y roca, factores que dificultaron el trabajo de maquinaria y brigadas y evidencian las consecuencias de los incendios forestales en estos ecosistemas.
Las causas están bajo investigación por parte de los servicios competentes; no se descarta ninguna hipótesis mientras se analizan los indicios recogidos en el área de inicio y se reclama aumentar los medios para prevenir incendios.
El episodio deja como aprendizaje la relevancia de la coordinación interadministrativa, la rápida detección ciudadana y la adaptación del operativo a un escenario con viento, combustible fino y reactivaciones nocturnas, elementos que marcaron el ritmo de un incendio que pudo cerrarse con el perímetro asegurado.