El almacenamiento energético vive un momento clave en España y a nivel internacional gracias a un encadenamiento de nuevos desarrollos tecnológicos, respaldo normativo y el impulso de ayudas públicas y privadas. La consolidación de este sector se sitúa en el centro de la estrategia para lograr una integración masiva de energías renovables y mejorar la resiliencia de la red eléctrica ante la creciente electrificación y la variabilidad de la demanda.
Recientes hitos legislativos, junto con la presentación de nuevas soluciones industriales y la cooperación entre actores internacionales, están acelerando el despliegue de sistemas de almacenamiento energético. Empresas, organismos reguladores y asociaciones sectoriales coinciden en que la flexibilidad generada por estos sistemas es esencial para la transición energética y la seguridad del suministro.
Un marco regulatorio favorable y orientado al despliegue
La reciente publicación del Real Decreto-ley 7/2025 en España marca un antes y un después para el almacenamiento, reconociendo su utilidad pública, facilitando la tramitación administrativa y permitiéndole acceder a procedimientos de expropiación y servidumbre. Este marco regula el acceso a la red tanto como generador como consumidor, habilitando que el almacenamiento participe en mercados eléctricos, ajuste y servicios de balance en igualdad de condiciones con el resto de agentes.
Además, se han establecido procedimientos acelerados para proyectos que incluyan almacenamiento sin modificar el perímetro ambiental, se flexibilizan las condiciones para proyectos hibridados y se introduce un marco claro para la concesión de ayudas públicas, especialmente las vinculadas a los fondos FEDER y a la cadena de valor europea.
Industrialización y protagonismo empresarial en la expansión del almacenamiento
La industria nacional se posiciona ante la ola de inversión pública, como refleja la presentación en España de la megabatería de 5 MWh diseñada por Endurance Motive y el lanzamiento de ocho grandes proyectos de almacenamiento por parte de la joint venture Ibersun y BW ESS, que prevén una capacidad inicial de 2,2 GW repartidos por todo el territorio. Estas iniciativas responden directamente al nuevo marco normativo y a los requisitos de las ayudas, que priorizan la producción europea y la integración local en la cadena de valor.
Por otro lado, compañías internacionales como Desay Battery refuerzan su expansión, presentando en ferias especializadas soluciones innovadoras que integran sistemas para entornos residenciales, comerciales e industriales. Sus productos abarcan desde sistemas modulares certificados para grandes instalaciones hasta baterías orientadas a centros de datos, aplicando plataformas de gestión de energía inteligentes y tecnologías de seguridad avanzadas para responder a las distintas necesidades de los mercados emergentes, como el sudeste asiático.
Tendencias globales y cooperación internacional
El ritmo de crecimiento de la capacidad instalada de almacenamiento a nivel mundial es notable, como demuestra Alemania, donde el parque de baterías ha experimentado un aumento del 150% en dos años y alcanza ya los 20 GWh de capacidad. En ese país, el componente residencial representa el 80% de este crecimiento, lo que demuestra el auge de soluciones descentralizadas y el papel del consumidor como actor activo en la transición energética.
Las alianzas y acuerdos internacionales, tanto para la implementación conjunta de grandes proyectos como para la transferencia de tecnología, están siendo fundamentales. En paralelo, se observa una convergencia de objetivos entre los diferentes mercados, centrada en la reducción de costes, el aumento de la eficiencia y la integración de soluciones inteligentes que permitan arbitraje horario, flexibilidad y participación en los distintos mercados eléctricos.
Perspectivas para empresas y promotores
Los recientes cambios legislativos y los fondos destinados al despliegue de almacenamiento abren oportunidades para empresas nacionales y extranjeras, integradores, fabricantes y promotores de proyectos que quieran formar parte de la nueva ola industrial. Las compañías que aporten soluciones innovadoras, cumplan con los requisitos de cadena de valor europea y consigan posicionar sus tecnologías en el mercado español y comunitario tendrán mayores posibilidades de acceder a ayudas y contratos estratégicos.
Todo este entramado normativo, industrial y empresarial está logrando consolidar el almacenamiento como pieza central del sistema energético, impulsando la competitividad, la seguridad de suministro, la integración renovable y la industrialización tanto a nivel nacional como europeo. Se espera que el almacenamiento sea un elemento clave para afrontar los retos de la transición energética y para consolidar un modelo más flexible, sostenible y resiliente.
