El Consejo de Ministros aprobó a finales de 2015, el Real Decreto que impone lo que denomina «peaje de respaldo» al autoconsumo energético, conocido popularmente como el impuesto al sol
Por desgracia se consumaron las peores sospechas de las organizaciones de consumidores, grupos ecologistas, asociaciones empresariales y la oposición se han hecho realidad. Estas llevaban tiempo advirtiendo este hecho, desde que 2 años antes el Ministerio de Industria diese a conocer sus objetivos
Basándose en el informe que recomendaba algunos cambios de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), y el consiguiente visto bueno del Consejo de Estado; el Gobierno aprobó este nuevo decreto sin ningún tipo de problema.
El impuesto al sol aprobado bajo el mandato de José Manuel Soria en el ministerio de Industria es una de esas leyes que ningún ciudadano entiende. ¿Por qué Alemania, un país con mucho menos sol que nosotros, ha puesto más placas en un año que España en toda su historia?.
Lo cierto es que España fue un gran impulsor a principios de siglo de la energía renovable, ofreciendo incluso primas a quienes instalaran placas solares. Sin embargo, la especulación en el mercado y las medidas del gobierno del PP desde 2011 empezaron a complicar esta situación.
¿Cómo pueden cobrar tu propia energía?
Normalmente, el consumidor que tiene instaladas placas y genera su propia electricidad está conectado a la red, de la que recibe energía extra para cubrir sus necesidades, no siempre hace sol, puede haber niebla. Además muchas veces lo que se produce no es suficiente; y si sobra se puede vender a la red.
Para el ex-ministro de Industria, José Manuel Soria, «de lo que se trata es de decir al consumidor que está muy bien el autoconsumo, pero cuando va a utilizar la red que pagamos entre todos también tiene que contribuir porque, si no, los demás estaríamos pagando una parte del autoconsumo». Un ministro que tuvo que dimitir por sus empresas off-shore en Panamá.
Subvención
El ministerio ha considerado que eximir del pago del impuesto al sol supondría una subvención a costa del resto de consumidores. En la rueda de prensa que se realizó posterior al Consejo de Ministros, el ya ex ministro Soria insistió en que los autoconsumidores deben pagar los peajes de transporte y distribución «en la medida en que usa» el sistema y contribuir «como cualquier otro consumidor» a otros costes.
Así puesto parece justo, y nadie se lo niega, pero cuando se entra en el detalle, la cosa cambia, como señala el coordinador de la empresa de economía social Ecooo (Mario Sánchez-Herrero): «Lo lógico es que estos consumidores paguen por ese respaldo (impuesto al sol), cuando y solo en aquellos momentos en que necesitan recurrir a la red, y no, según se establece en la regulación recién aprobada, en los momentos en los que no están consumiendo de la red, es decir en aquellos momentos en los que los paneles fotovoltaicos están funcionando».
¿Qué precio tendrá el impuesto al sol?
En el caso de los consumidores residenciales, se va a cobrar aproximadamente unos 9 euros más IVA al año por kW de potencia de cada panel que tengan en casa (impuesto al sol). Según varios expertos, el inconveniente para este tipo de consumidores no es tanto el peaje, sino que no tienen ningún tipo de retorno por la energía que ellos producen y vuelcan en la red.
De hecho, a la eléctrica de turno le regalas a lo mejor el 50% de toda la energía que produce tu instalación, que por cierto: Endesa, Iberdrola, Gas Natural o la eléctrica que sea, se la va a vender a tu vecino a 12 céntimos el kilovatio-hora (kWh). Eso sí que es un negocio y lo demás son tonterías.
En las instalaciones más grandes, las industriales, los consumidores pagarán dos peajes. Esos 9 euros más IVA por cada kW de potencia de los paneles más uno variable asociado al coste de la energía. «Es el que de verdad impacta» según varios expertos del sector, y serán unos 5 céntimos por cada kWh que produzcan y autoconsuman.
Debido al coste que tiene para el sistema, las Baleares y las Islas Canarias estarán exentos del peaje.
¿A quién favorece este decreto?
Industria defiende que el Real Decreto pretende garantizar la estabilidad económica y financiera del sistema y evitar que todos los consumidores «subvencionen» el autoconsumo, para ellos es el «peaje solidario».
Pero para ver el sistema, tendríamos que analizar la cuenta de resultados de REE (Red Eléctrica Española), y el de las grandes eléctricas, como Iberdrola, Endesa … . Podemos observar que en todas ellas los resultados son multimillonarios, no los resultados globales, sino los resultados en España.
Cuando el Gobierno habla de «el sistema», muchas organizaciones piden hablar de “la cuenta de resultados de la grandes compañías eléctricas”.
De hecho, el Gobierno vetó este mismo año la proposición de Ley que aboga por el autoconsumo eléctrico sin cargos y que fue apoyada por todos los partidos políticos, excepto el PP y Foro Asturias. Su justificación es que supondría una disminución de los ingresos y se dejarían de recaudar 162 millones de euros anuales vía impuestos.
Según el gobierno es autoconsumo es insolidario
Según el Ejecutivo de Mariano Rajoy, al reducir el consumo quien produce su propia energía, obliga a quienes no tienen tales instalaciones a asumir costes más elevados de mantenimiento del sistema. Además, que las instalaciones fotovoltaicas son bastante caras, y por lo tanto es una cosa de ricos que acentúa la desigualdad social de nuestro país.
Varias organizaciones como la OCU desmontan estos dos argumentos. Primero, defienden los beneficios del autoconsumo para el bien común, «incompatibles con la idea de insolidaridad», como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de importaciones de combustibles fósiles, de mejora de la balanza de pagos, de empleo. Segundo, afirman que con una regulación del autoconsumo similar a la que se está aprobando en el resto del mundo que fomenta ayudas para la adquisición e instalación de equipos, la electricidad procedente de los paneles resulta significativamente más económica que la que pagamos actualmente.
¿Por qué el Gobierno querría favorecer a las grandes eléctricas?
Varias organizaciones de consumidores recuerdan que «aunque pueda sonar demagógico y fácil»- que las puertas giratorias, cuando un político pasa de lo público a lo privado, no se limitan a los casos más conocidos de los más altos cargos, como la relación del expresidente del Gobierno Felipe González con Gas Natural Fenosa, o de José María Aznar con Endesa, sino que hay toda una ristra de cargos intermedios directivos que cuentan con que esas puertas sigan girando.
Pero además, señala, el Gobierno defiende que «de las cosas importantes, como puede ser el suministro energético, se tienen que ocupar las empresas grandes, y necesitamos que haya grandes campeones españolas para tener peso en el mundo y que nuestra economía sea viable. Eso pasa por garantizar que en un mercado cautivo, tengan unos ingresos suficientes para que no pierdan pie en la competencia feroz que mantienen con las empresas similares del resto de países del mundo. »
El problema del boom
Según explican varios expertos:
«El problema con el que se encuentran las eléctricas es que hicieron sobreinversiones de centrales de ciclo combinado, plantas de producción que utilizan el gas para producir electricidad. Esas plantas, por la crisis, están trabajando 800-1.000 horas al año, cuando tendrían que estar 5.000-6.000 horas. Si se permitiese el autoconsumo con una normativa razonable, no ya que lo favorezca sino que no lo perjudique, en vez de trabajar 800 horas trabajarían 100, y por lo tanto les resultaría aún más complicado recuperarse de las enormes inversiones que hicieron»
¿Tienen impuesto al sol nuestros vecinos europeos?
Como recuerda la Unión Española Fotovoltaica (Unef). España es un país con abundante sol, donde este invita a fomentar este tipo de energía, es el único país en el que se está preparando una normativa «para que no se desarrolle» el autoconsumo (impuesto al sol).
Portugal
Sin ir más lejos, nuestro vecino Portugal «se permite el desarrollo del autoconsumo de hasta 1MW sin ningún tipo de peaje y el balance neto se hace pagando el precio de la energía excedentaria a un 90% de su precio de mercado»
Francia
En Francia ha decidido apostar por la energía fotovoltaica. Como parte del plan de triplicar su energía fotovoltaica para 2023, el regulador energético francés CRE ha convocado varias licitación para proyectos de energía renovable comerciales de autoconsumo.
El plan incluye proyectos que podrían considerarse de tamaño medio, con una capacidad de entre 100 kW y 500 kW. Para acceder a las ayudas, los propietarios de la instalación tiene que autoconsumir más del 50% de la energía generada, vendiendo el resto a la eléctrica pública francesa EDF. Estas ventas estarán incentivadas con una ayuda extra de 50 euros el megavatio hora en esta primera fase, bajando hasta los 40 en la última convocatoria del plan en 2020.
Alemania
En Alemania, grandes eléctricas como E.ON impulsan el autoconsumo de sus clientes. Desde el pasado abril sus clientes podrán producir su propia energía solar y almacenarla sin límite, para utilizarla después cuando quieran y como quieran. El servicio se llama SolarCloud: los productores de energía solar podrán almacenar una cantidad ilimitada en una cuenta de electricidad virtual y luego consumir de ella en el momento en que la necesiten.
De momento no se cobra
Tanto revuelo para nada. El famoso impuesto al sol que hemos estado hablando en este artículo, implantado a finales del 2015 no se está aplicando.
Parece que al anterior responsable de la política energética del Gobierno, no le dio tiempo a completar el desarrollo normativo que requiere la aplicación de ese gravamen a las instalaciones fotovoltaicas por permanecer conectadas a la red de suministro.
Según el director general de la UNEF: La ley del impuesto al sol está aprobada , pero faltan las órdenes ministeriales que habrán de desarrollar la norma. Por eso el Gobierno no ha cobrado aún ni un euro por el impuesto al sol. Además, la oposición está tratando de desactivar definitivamente esa ley para evitar que siga para adelante.
De todos modos, ese peaje fue la guinda a un pastel de recortes iniciados por el partido popular a partir del 2010, que dejó a las energías renovables en general sin las primas a la producción. Esos recortes paralizaron de golpe el desarrollo de las tecnologías limpias y, en particular, de la fotovoltaica y del autoconsumo eléctrico.