El cobalto vuelve a situarse en el centro de la atención mundial debido a los recientes movimientos regulatorios en Europa y al descubrimiento de nuevos yacimientos de gran envergadura. Este elemento, vital en sectores como el de las baterías y la industria metalúrgica, está experimentando cambios significativos tanto en su acceso como en la normativa que lo regula.
La preocupación por la salud de los trabajadores y la seguridad medioambiental acompaña al debate estratégico sobre el suministro, mientras que las grandes potencias económicas refuerzan su competencia para asegurarse su abastecimiento en el marco de la transición energética y tecnológica.
La Comisión Europea propone límites más estrictos al cobalto en el trabajo

Las autoridades comunitarias han avanzado en una propuesta para endurecer los valores límite de exposición al cobalto y sus compuestos inorgánicos en el entorno laboral. La medida, orientada a proteger la salud de trabajadores de industrias como la siderúrgica, la producción de baterías y la fabricación de imanes, implicaría una reducción significativa de los niveles permitidos de partículas inhalables de cobalto. Si se aprueba la directiva, el nuevo límite se fijará en 0,01 mg/m3 para partículas inhalables y 0,0025 mg/m3 para partículas finas, otorgando a la industria un periodo transitorio de seis años con valores ligeramente superiores para adaptarse.
Esta iniciativa busca especialmente disminuir el riesgo de enfermedades graves vinculadas al cobalto y otros agentes cancerígenos en el trabajo. La propuesta aún debe ser refrendada por el Parlamento Europeo y el Consejo, pero representa un avance importante en la protección del capital humano de sectores en pleno auge.
Hallazgo de un enorme yacimiento submarino de cobalto en Japón
En el fondo marino próximo a la isla Minamitori, al este del archipiélago japonés, un equipo de la Universidad de Tokio, en colaboración con la Fundación Nippon, ha localizado un yacimiento submarino de metales raros de dimensiones extraordinarias. Según los primeros cálculos, este depósito albergaría hasta 610.000 toneladas de cobalto, además de otros metales críticos como el níquel.
El hallazgo está considerado por expertos nipones como un potencial punto de inflexión para el suministro mundial de estos materiales. El área, de unos 10.000 kilómetros cuadrados dentro de aguas japonesas, podría ser explotada industrialmente en los próximos años, tras el inicio de una fase experimental centrada en la recolección de los llamados nódulos polimetálicos. El objetivo inicial es alcanzar una capacidad de extracción de hasta 10.000 toneladas diarias, siempre con la premisa de mitigar el impacto sobre el ecosistema marino.
La importancia del yacimiento es tal que podría garantizar el consumo de cobalto en Japón durante varias décadas, reduciendo la dependencia de proveedores externos e impulsando la competitividad del país en industrias tecnológicas y energéticas.
El cobalto y su papel en la industria energética y la competencia global
El cobalto es uno de los minerales clave en la transición hacia energías limpias, especialmente por su uso en la fabricación de baterías recargables para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos. Su control y explotación se han convertido en elementos estratégicos para las grandes potencias, que buscan garantizar el suministro frente a las crecientes tensiones comerciales y geopolíticas. Las innovaciones en baterías están impulsando una mayor demanda de cobalto, intensificando la competencia internacional.
La Unión Europea trabaja en nuevas regulaciones para reducir la dependencia y los riesgos sanitarios asociados a este metal, mientras que países como Japón y China compiten por asegurar su acceso en el largo plazo. A raíz del interés global, se están impulsando plataformas de colaboración entre sector público y privado para gestionar de manera sostenible estos recursos y garantizar su disponibilidad para la industria.
Su extracción y procesamiento no está exento de controversia ambiental y social. La presión internacional busca equilibrar la demanda tecnológica con la necesidad de preservar los ecosistemas y proteger la salud humana. Es previsible que en los próximos años se sigan produciendo movimientos regulatorios, descubrimientos y avances tecnológicos que condicionarán el carácter estratégico de este metal.
El cobalto se consolida así como recurso decisivo para el futuro energético y tecnológico. Las últimas regulaciones propuestas desde Europa y el descubrimiento del yacimiento en aguas japonesas serán piezas clave en el puzle global del suministro, la seguridad y la sostenibilidad industrial.