La coalición en gobierno de Alemania ha acordado prohibir el fracking para el gas de esquito de forma indefinida hace ya un mes, después de años de charlas infructuosas sobre este problema, pero lo que ocurre es que los grupos medioambientales dijeron que la prohibición no era lo suficiente y tenían que llegar a un acuerdo.
Las pruebas de perforaciones estarían permitidas, pero son con el permiso del gobierno estatal. La industria alemana está dispuesta a mantener la puerta abierta al fracking, lo que conlleva el uso de químicos para la voladura y agua en rocas para desplegar el gas atrapado, con la excusa de que podría ayudar a reducir los costes de la energía. Lo que ocurre es que se encuentra a un poderoso lobby de verdes que han avisado de los posibles riesgos sobre el agua potable.
Si la ley es aprobada por el parlamento, Alemania seguirá a Francia, la que también ha prohibido el fracking. Un fracking que los británicos permiten, pero sujeto siempre a estrictas normas medioambientales y de seguridad.
Ya Alemania estuvo a punto de votar una legislación similar el año pasado en contra del fracking, pero se encontró con los desacuerdos entre varios de los partidos políticos. Así que la cosa queda en que los dos partidos acordaron en ua prohibición indefinida, pero con el compromiso de poder mirar de nuevo esa prohibición en el año 2021.
Esta última propuesta fue altamente criticada por Earth Germany (BUND) y dijeron que al poner un día para revisarla, podría permitir de nuevo el fracking en cinco años. Tal es así que Hubert Weiger, uno de los dirigentes del grupo medioambiental, dijo que la ley debe ser parada y sustituida con una prohibición verdadera contra el fracking. Ya veremos como acaba esta ley transitoria de cinco años que podrá ser revisada para volver a permitir el fracking en este país.