La multinacional española Global Energy Services (GES) llevará a cabo en Chile un complejo renovable que integra en un mismo emplazamiento tres tecnologías: eólica, fotovoltaica y almacenamiento en baterías (BESS). La potencia total del conjunto superará los 695 MW, situándose en el entorno de los 700 MW y convirtiéndose en un referente para la región.
El contrato adjudicado en el país andino es el proyecto más ambicioso de la historia de GES y coincide con el hito del acuerdo número 400 de la compañía desde su creación. La firma asume la ingeniería, la construcción y la puesta en marcha, reforzando su papel como socio técnico en grandes soluciones llave en mano.
Un complejo híbrido de gran escala
El diseño del parque contempla la operación coordinada de generación eólica y solar con un sistema de baterías de alta capacidad, que será el más grande de Latinoamérica hasta la fecha. Esta configuración permite estabilizar la producción y optimizar el despacho de energía, clave para una red con alta penetración renovable.
Desde la dirección de la empresa se subraya que la integración de tres tecnologías en un único emplazamiento marca la pauta del sector a corto plazo. Según trasladan, la experiencia acumulada en ingeniería y construcción permitirá a GES desplegar todo su valor añadido en proyectos complejos con almacenamiento.
La compañía enfatiza que esta adjudicación encaja con su hoja de ruta de diversificación hacia nuevas tecnologías, con especial foco en soluciones BESS y proyectos de energía solar. Al combinar potencia eólica, solar y baterías, el proyecto maximiza flexibilidad operativa y seguridad de suministro en la red eléctrica chilena.
Para la dirección ejecutiva de GES, se trata de un punto de inflexión: la capacidad de almacenamiento prevista eleva el listón regional y afianza a las empresas españolas en mercados internacionales de alto potencial como el chileno.
En el plano comercial, la organización destaca que la colaboración entre actores público-privados y la claridad regulatoria han sido determinantes para dar luz verde a una iniciativa de estas dimensiones. Se resalta, además, que el aprendizaje adquirido en Chile servirá de palanca de exportación hacia otros mercados.
Chile acelera su transición energética
El impulso del país a las renovables se ha intensificado: en los últimos seis años, la participación de la solar y la eólica en la matriz eléctrica se ha multiplicado por diez y ya ronda el 40% de la capacidad instalada. Las metas oficiales pasan por alcanzar al menos un 80% de energía limpia en 2030 y la neutralidad climática en 2050.
En este contexto, la ejecución del complejo de GES contribuirá a gestionar la variabilidad de la generación renovable gracias al BESS, reduciendo vertidos y facilitando la integración de más proyectos. Este enfoque es coherente con la descarbonización y la seguridad de suministro que demanda el sistema eléctrico chileno.
Fuentes comerciales de la compañía en Latinoamérica señalan que el proyecto pone de manifiesto que la visión estratégica y la cooperación son esenciales para una transición real, y que iniciativas de este calibre ayudan a posicionar a la industria regional en la primera línea tecnológica.
Posicionamiento internacional de GES
GES opera en Chile desde 2013 y ya ha construido 1.178 MW en instalaciones eólicas y fotovoltaicas en el país. La firma mantiene su estrategia de internacionalización, con oportunidades en estudio en Rumanía, Portugal y Centroamérica, con el objetivo de diversificar cartera y consolidar presencia.
Con más de tres décadas de trayectoria, la compañía acumula la instalación de más de 30 GW eólicos y 2,7 GW fotovoltaicos en 21 países. Desde 2017 forma parte de CL Grupo Industrial, integrando un equipo global de unas 3.200 personas y reportando una facturación agregada en 2024 de 1.803 millones de euros.
Ingeniería, ejecución y próximos pasos
La adjudicación contempla que GES asuma la ingeniería de detalle, la construcción y la puesta en servicio, asegurando la coordinación entre las tres tecnologías y el sistema de almacenamiento. La combinación de recursos complementarios promete curvas de generación más estables y una mejor respuesta ante picos de demanda.
Además de su escala, el proyecto funciona como banco de pruebas para modelos operativos avanzados, optimizando la interacción del BESS con la red y los parques de generación. La intención es capitalizar este conocimiento para replicar soluciones en nuevos mercados donde la hibridación aporte valor.
En conjunto, la iniciativa combina capacidad instalada superior a 695 MW, el mayor sistema BESS regional y una gestión integral por parte de GES, alineándose con los objetivos climáticos de Chile y la tendencia global hacia proyectos híbridos de alto impacto.
El complejo híbrido en Chile se perfila como un proyecto señero para la cartera de GES: refuerza su presencia en Latinoamérica, consolida el almacenamiento como pieza clave y aporta una referencia técnica para nuevas inversiones en sistemas renovables firmes.
