El impacto de los gatos domésticos abandonados en la biodiversidad

  • Los gatos asilvestrados son responsables de la extinción de 63 especies de vertebrados.
  • Australia y las islas son ejemplos críticos del impacto de los gatos asilvestrados en especies endémicas.
  • Los gatos asilvestrados no solo cazan, sino que también transmiten enfermedades peligrosas para otras especies y para los humanos.

gatos y biodiversidad

Los gatos son animales muy queridos por los seres humanos. La mayoría de las personas los encuentran adorables y muchos los tienen como mascotas. Sin embargo, su convivencia con los humanos ha traído consecuencias inesperadas para los ecosistemas naturales. Por un lado, son excelentes animales de compañía; por otro, su naturaleza predadora convierte a los gatos domésticos, especialmente los abandonados o asilvestrados, en una amenaza para la biodiversidad alrededor del mundo.

Estos felinos poseen un fuerte instinto cazador, incluso cuando se mantienen bien alimentados. Cuando un gato doméstico es abandonado y logra sobrevivir en el entorno natural, puede convertirse en un depredador peligroso para muchas especies, incluyendo aves, pequeños mamíferos, reptiles, e incluso insectos. Esta dualidad plantea un dilema: mientras que los gatos son una mascota muy apreciada por los seres humanos, pueden ser devastadores para la fauna nativa, especialmente en ecosistemas que no están acostumbrados a la presencia de cazadores tan eficientes.

El gato como depredador

gato cazando

Los gatos han convivido con los humanos durante miles de años. Originalmente domesticados en el Cercano Oriente hace unos 10.000 años para controlar las plagas de roedores, los gatos siguen manteniendo un instinto predador natural que no se ha eliminado con la domesticación. Esto significa que, aunque un gato esté bien alimentado, no renuncia a sus hábitos de caza. De hecho, se estima que un gato doméstico con acceso al exterior puede capturar varios animales por semana, contribuyendo a una presión significativa sobre las poblaciones de vida silvestre local.

En Australia, por ejemplo, la introducción de gatos asilvestrados ha tenido consecuencias devastadoras para su fauna, en particular para aquellas especies que nunca habían experimentado la presión de un depredador de tales características. Según estudios recientes, se calcula que los gatos asilvestrados ocupan hasta el 99,8% del territorio australiano, afectando drásticamente la población de aves, mamíferos y reptiles nativos. La situación es tan alarmante que los gatos asilvestrados son ahora responsables de al menos 28 extinciones en Australia, y siguen siendo una amenaza para decenas de especies endémicas.

El impacto de los gatos en las islas ha sido especialmente grave. En las Galápagos, Hawái y las Islas Canarias, los gatos asilvestrados han contribuido a la extinción de varias especies únicas de reptiles y aves, algunas de las cuales eran completamente vulnerables al ataque de un cazador tan hábil. En Canarias, por ejemplo, los gatos asilvestrados son uno de los factores más importantes detrás de la drástica reducción en la población de animales como el lagarto gigante de Tenerife, que actualmente está en peligro crítico.

La historia de la domesticación del gato

El gato doméstico (Felis catus) es descendiente directo del Felis silvestris lybica, el gato salvaje africano. Fue domesticado inicialmente para ayudar a los humanos a controlar plagas, comenzando alrededor de 9,000 años atrás en el Creciente Fértil. Con el tiempo, su asociación con el ser humano se transformó de una relación meramente práctica a una de compañía y afecto. Esta relación permitió a los gatos expandir su presencia alrededor del mundo.

Sin embargo, cuando estos animales domésticos se escapan o son abandonados y logran adaptarse al entorno natural, se convierten rápidamente en depredadores devastadores. Criaturas como aves y pequeños mamíferos que no están preparados evolutivamente para enfrentar un cazador tan ágil tienen pocas posibilidades de sobrevivir. Si bien los gatos asilvestrados a menudo son vistos como parte del paisaje natural, su origen estrechamente vinculado a los humanos los convierte en una especie exótica invasora en muchos lugares.

Gatos como especie invasora

peligros de los gatos domésticos para la fauna

Los gatos domésticos, particularmente aquellos que se asilvestran, son considerados como una de las peores especies invasoras en términos de impacto en la biodiversidad global. Según un estudio publicado en Nature, los gatos asilvestrados son responsables de la extinción de al menos 63 especies de vertebrados en todo el mundo. Estos felinos afectan de manera especial a los ecosistemas insulares, donde las especies locales tienen menos defensas frente a depredadores.

Un artículo publicado en Biological Conservation reveló también que los gatos asilvestrados han sido responsables del declive del 8% de las especies en peligro crítico, capturando y depredando sobre animales como la tórtola de Socorro o la rata conejo australiana de patas blancas. En islas como Santa Luzía (Cabo Verde), los gatos han provocado la extinción de reptiles endémicos en menos de un siglo, un claro ejemplo del impacto que tienen en los ecosistemas insulares.

Los gatos y la transmisión de enfermedades

gato asilvestrado y enfermedades

Además de la depredación, los gatos asilvestrados contribuyen a la transmisión de enfermedades, tanto a la vida silvestre como a los humanos. Un ejemplo relevante es el parásito Toxoplasma gondii, que los gatos pueden portar y que puede afectar gravemente a especies vulnerables como el lince ibérico o el gato montés europeo. Este parásito puede transmitirse a otros animales a través de las heces de los gatos, produciendo efectos devastadores en sus poblaciones.

En Australia, donde cerca del 96% de los gatos asilvestrados son portadores de Toxoplasma gondii, la enfermedad ha causado un impacto grave en especies nativas ya debilitadas por otros factores, como la pérdida de hábitats y el cambio climático. Además, la toxoplasmosis también puede ser peligrosa para los humanos, especialmente en mujeres embarazadas.

Ante esta situación, han surgido iniciativas destinadas a controlar las poblaciones de gatos asilvestrados en áreas de conservación crítica. Métodos como la esterilización, junto con la limitación de la alimentación de colonias de gatos urbanos, han sido propuestos como medidas para mitigar su impacto dañino sobre la fauna silvestre.

Los expertos advierten que es necesario tomar medidas más estrictas y efectivas, ya que las actuales leyes de protección de animales no están teniendo el impacto esperado en la reducción de las poblaciones de gatos asilvestrados.

Es fundamental que los humanos comprendan la gravedad del problema y asuman la responsabilidad de mantener a estas mascotas domésticas confinadas, evitando que tengan acceso al exterior y afecten la fauna autóctona.

El papel de los gatos en los ecosistemas es, sin duda, controvertido. Aunque son compañeros leales y adorables en nuestros hogares, su presencia descontrolada en la naturaleza plantea riesgos enormes para muchas especies en peligro. Con las iniciativas adecuadas, podemos gestionar mejor esta situación y proteger la biodiversidad global sin dejar de apreciar a los gatos como animales de compañía.