En la actualidad, las energías renovables están ganando cada vez más protagonismo debido a la necesidad de reducir las emisiones de gases contaminantes y la dependencia de los combustibles fósiles. Entre ellas, la biomasa ha tomado un papel relevante, especialmente en regiones con abundancia de materia prima, como es el caso de Galicia. En esta comunidad, un mix energético equilibrado que incluya la biomasa es clave.
Tal es así que en Galicia, donde la energía solar fotovoltaica no siempre es eficiente debido a su régimen de lluvias, se han centrado esfuerzos en potenciar el uso de la biomasa. En este contexto, la Xunta de Galicia desarrolló la Estrategia de Impulso a la Biomasa con un objetivo ambicioso: promover y facilitar la instalación de calderas de biomasa en hogares, empresas y administraciones públicas desde 2010 hasta 2014.
El balance de este plan fue positivo, ya que para finales de 2017, se había apoyado la instalación de más de 4.000 calderas de biomasa en toda la región, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones de CO2.
Estrategia de Impulso a la Biomasa en Galicia
La Estrategia de Impulso a la Biomasa nació con el propósito de fomentar el uso de la biomasa como fuente de energía renovable en Galicia. Con un presupuesto de 3,3 millones de euros inicialmente, se aspiraba a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de efecto invernadero.
Esta estrategia no solo se dirigía a los hogares, sino también a más de 200 administraciones públicas, entidades sin ánimo de lucro y empresas gallegas, que también se beneficiaron de las ayudas. El impacto económico se traduce en un ahorro estimado de 3,2 millones de euros anuales en gasto energético y una reducción del consumo de 8 millones de litros de gasóleo, lo que a su vez contribuyó a menor contaminación.
Entre los logros más significativos está la reducción de 24.000 toneladas de CO2 al año, lo que posiciona a Galicia como una región comprometida con la sostenibilidad y la transición energética. La biomasa, al ser una fuente de energía renovable, contribuye también a la dinamización del sector forestal, facilitando la explotación sostenible de los recursos.
¿Qué son las calderas de biomasa?
Las calderas de biomasa son dispositivos que utilizan combustible de origen natural, como pellets de madera, huesos de aceituna, residuos forestales o cáscaras de frutos secos, entre otros. Estos combustibles permiten generar calor de manera eficiente y ecológica para la calefacción de hogares y edificios, así como para la producción de agua caliente sanitaria.
Son una alternativa ideal frente a los combustibles fósiles como el gasóleo o el gas, ya que son más económicas y respetuosas con el medio ambiente. Además, con el uso de biomasas locales, como los residuos forestales, se fomenta la economía circular en comunidades rurales. Por ello, el uso de calderas de biomasa está altamente promovido, específicamente en regiones como Galicia, donde los recursos forestales son abundantes.
El coste de una caldera de biomasa puede variar considerablemente. En el mercado gallego, sus precios oscilan desde los 500 euros para modelos básicos hasta 3.000 euros o más para sistemas más avanzados. Aunque la inversión inicial puede ser mayor que otros sistemas, a largo plazo resulta ser más rentable debido al bajo coste del combustible y las ayudas disponibles para su instalación.
Beneficios de las calderas de biomasa en Galicia
El uso de biomasa en Galicia para la calefacción y generación de energía térmica tiene múltiples beneficios:
- Ahorro económico: Según estimaciones oficiales, aquellos que apostaron por la biomasa han conseguido ahorros significativos en sus facturas energéticas. Se calcula un ahorro medio de entre el 40% y el 60% respecto al consumo de gasóleo o electricidad.
- Reducción de emisiones: El uso de biomasa en lugar de combustibles fósiles contribuye a reducir las emisiones de CO2 en la atmósfera, lo que ayuda a combatir el cambio climático.
- Apoyo a la economía local: Galicia es rica en recursos forestales. La explotación sostenible de estos para generar energía revitaliza las áreas rurales y genera empleo en sectores como la producción de pellets y la gestión de residuos.
- Menor dependencia energética: A través de la biomasa se reduce la dependencia energética de combustibles fósiles importados, fortaleciendo la seguridad energética regional.
En Galicia, la instalación de calderas de biomasa ha sido clave para promover un modelo energético más sostenible y local. Además, las continuas subvenciones del gobierno gallego han impulsado nuevas instalaciones no solo en el ámbito residencial, sino también en empresas y organismos públicos.
La Consellería de Economía, Empleo e Industria ha lanzado diversas convocatorias de apoyo para la instalación de calderas de biomasa desde hace más de una década. Por ejemplo, en 2017, se destinaron 11,7 millones de euros para fomentar este tipo de instalaciones, con un impacto importante en las zonas rurales, donde más de 1.700 calderas fueron instaladas ese año.
Así, no solo se promueve la eficiencia energética, sino que se mejora la gestión de los montes gallegos de manera sostenible, evitando incendios forestales y produciendo energía limpia. A su vez, la biomasa refuerza las cadenas de valor ligadas a la producción de pellets y biomateriales, consolidando a Galicia como una región pionera en la transición energética.
A nivel legislativo, el acceso a subvenciones puede cubrir hasta el 75% del coste total de la inversión, lo que ha facilitado que muchas pymes gallegas y familias de ámbito rural puedan beneficiarse de estos sistemas.
El impulso a las energías renovables sigue siendo una prioridad en Galicia, y con estrategias como esta, se busca no solo mejorar la eficiencia energética, sino también generar un entorno más sostenible y proteger los recursos naturales de la región.
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