En España, contamos con un mix energético que incluye tanto fuentes de energía renovable como no renovable. Las fuentes no renovables históricamente han prevalecido, pero el país ha dado pasos importantes hacia un futuro más sostenible a través de la promoción de las energías limpias.
La energía primaria se refiere a la energía que se encuentra en su estado natural antes de ser transformada o convertida en otra forma de energía, mientras que la energía final es la que llega al usuario para su consumo. España, al igual que otros países europeos, está comprometida con la reducción de su dependencia de combustibles fósiles y la adopción de energías más respetuosas con el medio ambiente.
Fuentes de energía en España
El país cuenta con una combinación energética que incluye fuentes renovables y no renovables. A partir de la crisis económica en 2008, el consumo de energía en España disminuyó, lo que impulsó la adopción de políticas más sostenibles.
En los últimos años, las fuentes de energía renovable han comenzado a desempeñar un papel más destacado en el mix energético del país. Entre las principales fuentes están la energía solar, la energía eólica y la energía hidráulica. Estas energías no solo ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también proporcionan una fuente más estable y sostenible a largo plazo.
Productos petrolíferos: su rol en el mix energético
Los productos derivados del petróleo siguen siendo una fuente importante de energía en España. Estos incluyen productos como el gas licuado de petróleo (GLP), gasolina, diésel y queroseno, que se utilizan en sectores clave como el transporte, la industria y el consumo doméstico.
El GLP, compuesto principalmente por butano y propano, se usa comúnmente en hogares para calefacción, cocina y agua caliente. La gasolina y el diésel continúan siendo combustibles imprescindibles en el transporte, a pesar de los esfuerzos por transitar hacia medios más sostenibles. También se refinan otros productos, como el queroseno para la aviación y el fueloil, utilizado principalmente en aplicaciones industriales.
Aunque España está reduciendo progresivamente su uso de combustibles fósiles, siguen siendo una parte significativa de su mix energético.
Fuentes de energía no renovables en España
España, a pesar de sus avances en energías renovables, sigue dependiendo en gran medida de las fuentes no renovables. Entre ellas se encuentran el petróleo, el gas natural, el carbón y la energía nuclear.
- Petróleo: La principal fuente de energía para el transporte y el sector industrial.
- Gas natural: Utilizado principalmente para la generación de electricidad.
- Carbón: Aunque su uso ha disminuido significativamente, sigue siendo una fuente de energía para las centrales térmicas.
- Energía nuclear: Proporciona aproximadamente el 20% de la electricidad del país.
La red de distribución de España incluye refinerías y oleoductos, como la red de 4.020 kilómetros de oleoductos de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), que conecta varias refinerías en la península. Además, Enagás gestiona infraestructuras que permiten el consumo de gas natural en todo el territorio.
En términos de consumo, ha habido una reducción en el uso de gasolina y diésel en los últimos años, pero el queroseno se ha mantenido estable debido al crecimiento del turismo aéreo. Otro aspecto importante es el uso de gas licuado de petróleo en áreas donde el gas natural no está disponible.
Energías renovables en España
El 42% de la electricidad generada en España proviene de energías renovables. Entre las fuentes más importantes destacan la energía eólica, la hidroeléctrica, la solar y la biomasa.
Energía eólica
España es uno de los líderes mundiales en la producción de energía eólica, posicionándose solo por detrás de Alemania en Europa. La energía eólica es responsable de aproximadamente el 20% de la electricidad del país. Esta energía se genera mediante el uso de turbinas eólicas en parques distribuidos por todo el territorio, tanto en tierra como en alta mar.
Energía solar
La energía solar, tanto fotovoltaica como térmica, ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años gracias a avances tecnológicos y cambios regulatorios. La energía solar fotovoltaica convierte la radiación solar en electricidad, mientras que la solar térmica aprovecha el calor del sol para calentar agua y generar energía.
España tiene enormes ventajas para la implementación masiva de la energía solar debido a la abundancia de horas de sol en la mayor parte del territorio, especialmente en el sur del país.
Energía hidráulica
La energía hidráulica es la segunda fuente renovable más importante en España. A través de la instalación de centrales hidroeléctricas en los grandes ríos, se aprovecha el flujo de agua para generar electricidad. Sin embargo, factores como la sequía pueden afectar su capacidad de generación, lo que convierte a esta fuente en una opción menos confiable en épocas de poca lluvia.
La energía hidroeléctrica, aunque ha disminuido su participación en el mix energético en las últimas décadas, sigue siendo esencial, representando más del 18% de la energía total generada en España.
Otras energías renovables
- Biomasa: Se genera principalmente a partir de residuos orgánicos. La biomasa tiene un gran potencial de crecimiento y puede ayudar a reducir las emisiones de CO2.
- Geotérmica: Aunque su uso es limitado en comparación con otras fuentes renovables, la energía geotérmica también presenta oportunidades en ciertas regiones de España.
Energía eléctrica en España
El sector eléctrico español ha cambiado drásticamente en las últimas dos décadas. Antes, las principales fuentes de electricidad eran térmicas y nucleares, pero ahora, las energías renovables juegan un papel central.
Las centrales hidroeléctricas son fundamentales para la producción de electricidad en España, junto con las plantas de energía eólica y solar, que han crecido rápidamente en las últimas dos décadas. Además, las centrales nucleares siguen aportando una cantidad significativa de electricidad.
Las centrales de ciclo combinado, que utilizan gas natural para generar electricidad, han ido ganando importancia en los últimos años debido a su eficiencia y capacidad para completar el suministro cuando las energías renovables no son suficientes.
En cuanto a la distribución, la Red Eléctrica de España (REE) es la encargada de gestionar la transmisión de electricidad a través de una red que cubre todo el país, ayudando a equilibrar la producción y el consumo de electricidad.
El futuro del sistema eléctrico en España depende en gran medida de la digitalización y la mejora de la infraestructura para permitir una mayor integración de energías renovables.
La transición energética en España está avanzando rápidamente hacia la adopción de fuentes de energía renovables, aunque todavía queda trabajo por hacer para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Si bien las fuentes no renovables, como el petróleo y el gas natural, aún desempeñan un papel importante, el crecimiento de las energías limpias como la eólica y la solar están desplazando progresivamente a los combustibles fósiles. El sector energético español está en constante evolución, y el objetivo a largo plazo es llegar a una participación mayoritaria de energías renovables en el mix energético.