Las mareas son un fenómeno tan fascinante como complejo, pero explicarlo a los niños puede ser una tarea entretenida. Las mareas consisten en el movimiento del agua hacia dentro y hacia fuera de las costas, y aunque este proceso tiene mucho que ver con la gravedad, la Luna y el Sol, no es difícil de entender si lo explicamos paso a paso.
Este fenómeno cíclico es una parte vital de nuestro planeta, ya que regula gran parte de la vida marina y afecta a numerosos aspectos de nuestras costas. Si alguna vez te has preguntado por qué el mar sube y luego baja, en este artículo te explicamos cómo y por qué ocurre esto, perfectas también para niños curiosos que desean entender más sobre el mundo que los rodea.
La explicación de las mareas para niños
Las mareas se producen debido a la fuerza gravitatoria que ejercen tanto la Luna como el Sol sobre la Tierra. Aunque el Sol es mucho más grande que la Luna, está más lejos de nuestro planeta; por tanto, es la Luna quien tiene un mayor efecto sobre las mareas. Es su fuerza de atracción la que mueve las enormes masas de agua que forman los océanos y mares hacia la Tierra.
Imagínate que la Luna es como un imán gigante que atrae el agua de la Tierra hacia ella. Este movimiento no ocurre de igual manera en todos lados, pero sí afecta a todas las costas del mundo. Este proceso se repite de forma constante y cíclica, lo que significa que las mareas suben y bajan varias veces al día.
Además de la gravedad de la Luna, el movimiento de rotación de la Tierra también influye en las mareas. La rotación hace que diferentes partes del planeta se alineen con la Luna en diferentes momentos, lo que provoca las variaciones en el nivel del agua (marea alta y baja).
Por qué ocurren los ciclos de las mareas
La Tierra y la Luna forman un sistema que gira en conjunto. Cuando una parte de la Tierra está directamente alineada con la Luna, el agua se siente más atraída hacia la Luna, provocando lo que conocemos como pleamar o marea alta. Esta atracción no solo ocurre en una sola parte del planeta, sino en dos: en el lugar más cercano a la Luna y en el lado opuesto del planeta, donde la fuerza centrífuga que resulta de la rotación de la Tierra hace que el agua también suba.
Por otro lado, cuando una parte de la Tierra no está alineada con la Luna, la marea baja o bajamar sucede. Esto se debe a que las fuerzas gravitatorias y centrífugas se equilibran, y no hay ningún impulso fuerte que eleve el agua en esas áreas.
Este ciclo de pleamar y bajamar ocurre dos veces al día, con una diferencia de aproximadamente 12 horas entre un evento de pleamar y el siguiente. Entre cada pleamar y bajamar hay un intervalo de unas 6 horas, aunque puede variar dependiendo de la geografía local.
Explicación de las mareas para niños: ciclos
La clave para entender el ciclo de las mareas está en las órbitas y los movimientos tanto de la Luna como de la Tierra. Mientras que la Luna gira alrededor de la Tierra cada 29 días, la Tierra está en constante movimiento, tardando 24 horas en girar completamente sobre su propio eje.
Sin embargo, debido a que la Luna se mueve, la Tierra tarda un poco más de 24 horas en volver a estar alineada con ella; este tiempo extra se llama día lunar y dura 24 horas y 50 minutos. Es por esto que las mareas no ocurren exactamente a la misma hora todos los días, sino que hay una variación de alrededor de 50 minutos.
Además, la geografía también juega un papel importante. La forma de la costa y la profundidad del agua pueden hacer que las mareas sean más o menos pronunciadas. En algunas zonas, las diferencias entre las pleamares y las bajamares son apenas perceptibles, mientras que en otras, como la bahía de Fundy en Canadá, las mareas pueden llegar a ser enormes, con diferencias de hasta 20 metros entre la marea alta y baja.
Mareas vivas y mareas de tormenta
No todas las mareas son iguales. A veces, las mareas son más pronunciadas de lo normal, y esto ocurre cuando la Luna y el Sol están alineados directamente con la Tierra. Estas son las mareas vivas. Durante las fases de Luna nueva o llena, la atracción gravitacional del Sol y la Luna se suman, lo que genera pleamares más altas y bajamares más bajas. Este fenómeno se intensifica cuando las condiciones meteorológicas, como una tormenta, coinciden con una pleamar, lo que puede causar mareas de tormenta.
Por otro lado, cuando el Sol y la Luna están en ángulos rectos con respecto a la Tierra, se producen las mareas muertas. En estas ocasiones, la fuerza de atracción es menor, lo que resulta en pleamares y bajamares mucho menos pronunciadas.
Un ejemplo interesante es el Mar Mediterráneo, que experimenta mareas muy pequeñas a causa de su geografía cerrada. Debido a que el intercambio de agua con el océano es limitado, apenas se observan pleamares y bajamares significativas. La única apertura importante para el flujo de agua está en el Estrecho de Gibraltar, a través del cual se conecta con el Océano Atlántico.
Entender las mareas no solo nos ayuda a proteger nuestras costas y gestionar mejor la vida marina, sino que también nos enseña cómo la gravedad, la Luna y el Sol están conectados con todo lo que sucede en nuestro planeta. Y aunque algunas zonas del mundo experimenten grandes cambios en el nivel del mar, como la bahía de Fundy, otras, como el Mediterráneo, permanecen casi inmutables frente a este fenómeno cíclico y natural.