Estufas de gas

estufas de gas

Cuando llega el invierno y el frío comienza a invadir nuestro hogar, una de las formas que tenemos de estar cómodos ahora buena temperaturas son las estufas. Existen diferentes tipos de estufas con sus ventajas e inconvenientes. Hoy venimos hablar de las estufas de gas. Se trata de aquella que son frecuentemente utilizadas en los hogares y, aunque se ha pensado bastante tiempo que son más peligrosas por tener mayor posibilidad de generar incendios y escapes de gas, con el paso de los años se ha potenciado su seguridad y eficiencia.

Por ello, vamos a dedicar este artículo a contarte todo lo que debes saber sobre las estufas de gas y sus características.

Estufas de gas radiante

como elegir estufas de gas

Las estufas de gas son muy utilizadas frecuentemente en los hogares para dar calor en los días más fríos. Siempre se ha pensado que son más peligrosas por posibles incendios y escapes de gas. Sin embargo, con el paso de los años, han potenciado su seguridad y eficiencia.

A la hora de elegir qué tipo de estufa de gas quieres poner en tu casa, te preguntas cuál es la mejor. Es importante que tengas en cuenta la habitación donde la vas a colocar. Tiene que tener buena ventilación, puesto que la estufa consume el oxígeno del ambiente.

Las estufas de gas radiante funcionan de la siguiente manera. Disponen de un quemador infrarrojo de alto rendimiento que les hace tener una mayor potencia. Son capaces de alcanzar hasta los 4.000 W, por lo que pueden calentar habitaciones más grandes de entre 25 y 35 metros cuadrados. Puesto que son más potentes, es necesario colocarlas en una habitación bien ventilada. Suelen consumir unos 300 gramos de gas por hora. Teniendo en cuenta que una bombona de gas butano tiene 12,5 kg y es de lo más barato que hay, no es para nada caro. Se aconseja alejarla de los niños.

Las estufas de gas radiante suelen confundirse con otras como las catalíticas y de llama azul. Sin embargo, su funcionamiento no es el mismo. Las estufas catalíticas emplean un panel catalítico que no utiliza el fuego directamente. Estas estufas son más recomendables si se tienen niños en casa.

Por otro lado, las estufas de llama azul funcionan por convección. El gas se quema a mayor temperatura, lo que tiene un menor gasto de combustible y mayor emisión de calor. Cuentan con una vida útil mayor que las demás estufas de gas

Con esta información, seguro que no se confunden más entre los tipos de estufas.

¿Son seguras las estufas de gas?

estufa con ruedas

Como todos estos aparatos de calefacción, las estufas de gas tienen sus riesgos. Pueden ser peligrosas si no se utilizan adecuadamente y con precaución. Para evitar situaciones de peligro debemos de:

  • No utilizar la estufa de gas en cuartos de baño ni en dormitorios.
  • No conectarlas en habitaciones demasiado pequeñas (aprox. 3,5 metros cuadrados), ya que, al consumir el aire del ambiente, nos ponemos en peligro de asfixia.
  • Si la potencia supera 4650 W, la habitación debe tener en todo momento una circulación de aire.
  • Es aconsejable apagarlas si se va a dormir.
  • No almacenar las bombonas de reserva en los sótanos.
  • Es importante dejar una distancia prudencial entre la estufa y posibles objetos inflamables como muebles y sillones.
  • No taparla con ropa bajo ningún concepto.
  • Si el aire se vicia demasiado, abrir las ventanas 10 minutos para renovar el aire.
  • El polvo es su peor enemigo. Durante el verano, es bueno taparlas para evitar que cojan polvo, ya que podría suponer un peligro y una bajada de su rendimiento.

Para aumentar tu seguridad, con el paso de los años, las estufas de gas han mejorado su rendimiento con un sistema de seguridad que funciona así:

  • Disponen de un sistema que corta el gas en el caso en el que la llama se apague. Así estaremos evitando una posible intoxicación por gas.
  • Si la atmósfera está muy contaminada, automáticamente se corta la emisión de gas. Si la atmósfera está con un oxígeno reducido o el quemador está sucio, durante la combustión se generará monóxido de carbono. Es un gas tóxico, por lo que la estufa evitará esta situación.

Si los sistemas de seguridad no funcionan, la estufa tampoco lo hará. Por lo tanto, son bastante seguras.

Cómo encender una estufa de gas

estufa transportable

A muchas personas les surge la duda de cómo encender correctamente la estufa de gas para evitar peligros. Lo primero que se debe hacer es abrir la llave del regulador de presión del cilindro de gas. El mando regulador debe ser presionado durante unos 20 segundos y girado hasta su posición máxima. Mientras mantenemos el mando pulsado, pulsamos varias veces sobre el pulsador piezoeléctrico para hacer encender la llama piloto. Cuando la llama esté encendida, es mejor dejar pulsado el mando durante unos segundos más y luego soltarlo poco a poco.

Si tras encender la llama piloto y soltar el mando regulador se apaga, es porque se está gastando la bombona. Si por el contrario, la llama no se enciende, puede que el pulsador piezoeléctrico esté roto o haya cogido polvo.

Es importante no trasladar la estufa de gas una vez encendida, si tienes que moverla de sitio, mejor que sea apagada y esperes unos minutos a que se estabilice el gas de la bombona. Esto se hace para evitar posibles explosiones de gas.

¿Es mejor una estufa de gas o de queroseno?

Las estufas de queroseno son empleadas para situaciones en las que se requieran aportes caloríficos muy rápidos como en estancias grandes y pasillos. Zonas como edificios públicos, donde las corrientes de aire entran continuamente por puertas abriéndose y cerrándose. Esto hace que cada vez que se renueve el aire, entre frío de nuevo.

Para este tipo de situaciones, una estufa de queroseno es ideal, ya que aporta calor en poco tiempo. También es buena para lugares como bajos, talleres, entresuelos y sótanos de uso doméstico.

Su ventaja principal es que no tiene riesgo de explosión ni de incendio. Además, son portátiles, no requieren de instalación ni mantenimiento, son económicas y silenciosas. El queroseno o parafina es un combustible obtenido del destilado del petróleo y bastante barato. Sin embargo, desprenden un olor que puede ser tóxico al encenderse y apagarse. También cargan demasiado el ambiente, por lo que en poco tiempo requerirá de ventilación y de nuevo entrará el frío.

A diferencia de este tipo de estufas, las de gas no cargan tanto el ambiente y son más estables en el tiempo. Así que, como conclusión, si necesitas más calor en lugares donde hay ventilación continua por puertas abiertas y cerradas, la mejor opción es queroseno. Por el contrario, si necesitas calor en un lugar estable y cerrado, mejor las de gas.

Con esta información tendrás más claro todo sobre las estufas de gas y su funcionamiento.


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