Los negociadores del clima de al menos 200 países, lo que se conoce como COP (Cumbre Climática), tuvieron una cita el pasado sábado (18 de noviembre) para evaluar así, los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero que tanto nos preocupa.
La conferencia establecida se llenó de malos augurios por el anuncio de Estados Unidos de su retirada.
A pesar de esto, la COP23 se prolongó hasta la madrugada de la hora local de Bonn (Alemania), donde tuvo lugar por las divergencias sobre la financiación de la lucha contra el cambio climático. El gran pulso histórico entre los Estados en vías de desarrollo y los países más ricos.
Objetivos de la COP23
El objetivo principal de la COP23 era empezar a redactar el reglamento del histórico Acuerdo de París de 2015, para impedir que la temperatura del planeta aumente más de 2ºC respecto a la era preindustrial.
La demanda con la que llegaron los países en vías de desarrollo es que todos los miembros aclaren antes sus compromisos de reducción de los gases de efecto de invernadero, así como sus compromisos económicos para el 2020, antes por supuesto de que entre en vigor el Acuerdo de París antes mencionado.
Al terminar la COP23 se indicó que el inventario de emisiones y de planes de financiación se realizará en 2018, en la COP24, esto quiere decir que se hará en diciembre en Katowice, Polinia.
Emisiones de gases de efecto invernadero
Estas emisiones que son las principales responsables del calentamiento del planeta han vuelto a aumentar en este año, concretamente un 2%, después de 3 años de referente estabilidad, según un estudio.
Alden Meyer, un veterano observador de la Unión de Científicos Preocupados explicó:
Hay mucho nerviosismo por parte de los países industrializados, que no quieren comprometerse sobre cifras y plazos.
Por otra parte, la red Climate Action Network se congratuló al decir:
Esta decisión presiona de forma inmediata a los países desarrollados para que aumenten su ambición de aquí a 2020 y posteriormente.
Como se ha mencionado anteriormente, Estados Unidos, sin duda alguna, el primordial emisor de CO2 y además uno de los mayores financieros de la ayuda climática, ha cambiado totalmente de actitud desde la llegada de Donald Trump y, aunque por el momento asiste en las negociaciones, ya ha anunciado su retirada del Acuerdo de París en junio de 2020.
Esto hace que países industrializados y emergentes se esfuercen por tomar el relevo y una veintena de ellos anunció esta semana una alianza para eliminar el carbón como fuente energética en las próximas décadas.
Seyni Nafo, del grupo de las Naciones Africanas explicó:
«La posición de Estados Unidos influye a los otros países desarrollados, lo que a su vez tiene consecuencias para las posiciones que adoptan la mayoría de países en desarrollo. Todo el mundo se vigila mutuamente»,
A pesar de todo, la delegación estadounidense se comportó «constructivamente y de forma neutral, sin perturbar» los trabajos, explicó la ministra alemana de Medio Ambiente, Barbara Hendricks.