
Desde siempre se ha medido la cantidad de luz que emite una bombilla a través de los vatios. Esto se acabó con la llegada de las bombillas LED. Hoy en día la potencia de una lámpara se mide en lúmenes, que no es más que la cantidad de luz que emite. Para medir la energía que consume se emplean los vatios. Cuando decidimos comprar una bombilla o una lámpara necesitamos saber estos dos conceptos para elegir correctamente. Por un lado, cuánta luz nos va a aportar dependiendo del uso que queramos darle, y por otro, conocer su consumo de energía para no llevarnos sorpresas en la factura de la luz.
En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los lúmenes y cómo compararlos con los vatios. ¿Te gustaría aprender a elegir bien las bombillas para tu hogar? Sigue leyendo, te lo explicamos todo.
Qué son los lúmenes y cómo se miden
Cuando decidimos comprar una bombilla, lo primero que necesitamos saber es cuánta luz nos va a aportar y cuál será su consumo. Anteriormente, esto se evaluaba a través de su potencia en vatios. Una bombilla de 60W alumbra más que una de 25W, obviamente. Sin embargo, esta no es una medida exacta, ya que realmente los vatios indican cuánta energía consume la bombilla. Si adquirimos una bombilla LED, podemos obtener más luz con los mismos vatios.
Es por ello que surgieron los lúmenes como una medida más precisa de la cantidad de luz. La relación entre lúmenes y vatios en una bombilla puede variar dependiendo de la tecnología utilizada para su fabricación. Por ejemplo, no es lo mismo una bombilla de bajo consumo, una LED o un halógeno. Por tanto, dos bombillas con la misma potencia en vatios pueden iluminar de forma diferente.
De este modo, para calcular la cantidad exacta de luz que necesitamos en una habitación sin disparar el consumo de electricidad, debemos tener en cuenta tanto los lúmenes como los vatios. Para aquellos que necesiten una precisión mayor, se puede realizar un estudio luminotécnico, aunque esto suele aplicarse a espacios comerciales o grandes áreas como los campos de fútbol. Para el hogar no es necesario este nivel de precisión, pero sí conviene saber cuántos lúmenes requerimos para una buena estancia.
Qué es un lux frente a un lumen
Existen términos que pueden causar confusión, como los luxes y los lúmenes. Mientras los lúmenes miden la cantidad total de luz que emite una bombilla, los luxes miden cuánta luz llega a una superficie. Se podría decir que 1 lux es igual a 1 lumen por metro cuadrado de superficie iluminada.
Cuando vamos a comprar una lámpara, necesitamos saber cuánta luz necesitamos para iluminar adecuadamente una habitación sin que falte o sobre luz. Generalmente, las habitaciones que menos luz necesitan son los dormitorios, con unos 150 luxes, mientras que el salón puede requerir hasta 300 luxes. Para poner esto en contexto, la luz solar directa puede registrar de 32.000 a 100.000 luxes, lo que es muchísimo en comparación con los 300 luxes de un salón iluminado artificialmente.
Al elegir una bombilla es fundamental medir la habitación y conocer su superficie. Sin embargo, este cálculo no es tan sencillo, ya que también debemos tener en cuenta factores como la altura a la que se colocará la bombilla y los colores de las paredes, que influirán en la cantidad de luz que necesitamos.
Cómo elegir nuestra bombilla
A la hora de elegir una bombilla, nos enfrentamos a muchas opciones. Por ejemplo, puede que veamos una bombilla marcada con “60 lúmenes”. ¿Qué indica esto exactamente? Hasta hace poco tiempo, los fabricantes solían especificar las bombillas únicamente por vatios, lo que indicaba el consumo de energía, pero no cuánta luz emitía la bombilla.
Hoy en día, para conocer la potencia de iluminación de una bombilla LED antes de comprarla, podemos usar la siguiente fórmula básica: Lúmenes reales = número de vatios x 70. Esto significa que una bombilla LED de 12W generará una potencia lumínica de 840 lúmenes, lo que equivale casi a una bombilla incandescente de 60W.
Si decidimos cambiar todas las bombillas de nuestra casa por bombillas LED, ahorraremos aproximadamente 48W por cada bombilla. A lo largo del tiempo, esto puede significar un ahorro considerable en la factura de la luz.
No obstante, debemos tener en cuenta que las bombillas LED también presentan algunas diferencias respecto a las bombillas tradicionales, como el ángulo de apertura de la luz. Este aspecto es vital para saber si la luz será concentrada o dispersa por toda la habitación. Por lo tanto, es recomendable observar siempre las especificaciones del fabricante para asegurarnos de que la bombilla que compramos es la mejor opción para el uso que le daremos.
Temperatura de color y reproducción cromática
Al elegir una bombilla, un factor importante a considerar es la temperatura de color, que se mide en grados Kelvin (K). Esto nos indica si la luz será cálida (amarilla), neutra (blanca) o fría (azulada).
- Luz cálida (2700K – 3000K): Ideal para dormitorios, salas de estar y otras áreas donde queremos crear un ambiente relajante y acogedor.
- Luz neutra (3500K – 4000K): Perfecta para cocinas y baños, donde se necesita una iluminación clara que permita una buena visibilidad.
- Luz fría (5000K – 6500K): Adecuada para áreas de trabajo como oficinas o espacios donde se requiere un alto nivel de atención.
Otro aspecto crucial es el índice de reproducción cromática (IRC), que mide la capacidad de una bombilla para reproducir los colores de manera precisa. Un IRC alto es esencial en zonas como la cocina, los baños o incluso en oficinas de trabajo creativo, donde es importante distinguir bien los colores.
Ángulo de apertura
El tercer factor que debemos tener en cuenta es el ángulo de apertura de la bombilla. Este ángulo se mide en grados y nos dice cómo se distribuye la luz desde la bombilla. Un ángulo estrecho (< 40º) concentra la luz en un punto, lo que es ideal para iluminación focal, como en escritorios o áreas de trabajo. Por otro lado, un ángulo cercano a los 120º – 180º es mejor para iluminar grandes estancias, como el salón o la cocina.
Elegir el ángulo de apertura correcto garantizará que la luz se distribuya adecuadamente en función del propósito de la habitación. En áreas de lectura, un ángulo estrecho puede evitar el cansancio visual, mientras que en zonas de entretenimiento, un ángulo más amplio asegura una iluminación uniforme.
Marcas recomendadas y consejos finales
Hoy en día las bombillas LED están fabricadas por una amplia variedad de marcas. Algunas de las más recomendadas por su durabilidad y rendimiento incluyen Philips, Osram, Sylvania, y Panasonic. Estas marcas son conocidas por su alta calidad y garantizan una excelente relación entre consumo y rendimiento lumínico.
Recuerda siempre revisar las especificaciones en la caja y elegir bombillas que ofrezcan una iluminación adecuada según tus necesidades. De este modo, podrás tener la seguridad de que estás eligiendo la mejor bombilla para tu hogar, no solo por su eficiencia energética, sino también por su capacidad para crear el ambiente que deseas en cada estancia.
Al final, elegir la bombilla correcta no solo te ayudará a ahorrar en tu factura, también mejorará el confort en tu hogar.