La energía eólica en 2017 fue el segundo mayor proveedor del sistema energético en España. Con 23 GW instalados, generó más de 47 TWh, cubriendo cerca del 20% de la demanda eléctrica. Esta fuente de energía ha sido crucial en la transición hacia un sistema energético más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
La estabilidad del sector eólico ha sido notable en los últimos años. Durante 2017, la energía eólica aportó una cantidad similar de electricidad que en 2016. Este comportamiento estable es fundamental para asegurar una matriz energética equilibrada y menos volátil.
Energía eólica en España
En la actualidad, existen más de 20.000 aerogeneradores instalados en más de 1.000 parques eólicos distribuidos por todo el país. Estos parques han demostrado un rendimiento excepcional durante momentos clave de alta demanda energética. Según Red Eléctrica Española (REE), el récord de producción eólica se alcanzó el 27 de diciembre de 2017, con una producción de 330 GWh, cubriendo el 47% de la demanda eléctrica diaria. Además, diciembre de 2017 fue el mes con mayor generación eólica de la historia.
Además de su impacto en la producción de electricidad, la energía eólica ha sido clave para reducir los costes en el mercado eléctrico. Si no fuera por la alta producción eólica en diciembre, el precio medio de la electricidad habría sido hasta 20 €/MWh más alto. En términos monetarios, se estima un ahorro de entre el 30% y el 35%, lo que equivale a aproximadamente 400 millones de euros.
España también ha destacado como el cuarto país productor de energía eólica a nivel mundial, con 210 industrias repartidas por todo el territorio. Desafortunadamente, debido a ciertas políticas del Partido Popular en esos años, estas industrias se han centrado en la exportación en lugar de suministrar al mercado interno.
Energía eólica offshore
Desde 2017, el sector eólico en España ha comenzado a enfocarse en el desarrollo de la energía eólica offshore (marina). A través de plataformas tecnológicas como REOLTEC, se han impulsado iniciativas de investigación y colaboración entre el sector público y privado, con el objetivo de posicionar a España como líder en este emergente mercado.
La integración de la industria eólica marina ha requerido una fuerte inversión en I+D+i, facilitando el avance en tecnologías más eficientes y competitivas. Esto también supone un campo prometedor para mejorar la rentabilidad del sector eólico español en los próximos años.
Subastas de renovables
Para cumplir con las normativas y metas europeas, el gobierno español llevó a cabo tres subastas de renovables, dos en 2017 y una en 2016. Estas subastas fueron un impulso necesario para revitalizar el sector eólico, que hasta entonces había estado estancado con solo 65 MW adicionales en los últimos tiempos.
Estas subastas han permitido desbloquear el crecimiento del sector, estimulando nuevas inversiones y proyectos que fomentarán el aumento de la capacidad instalada en los próximos años.
La transición energética en España
Ante el imperativo reto de la transición energética, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) elaboró un análisis con el que pretende contribuir a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Este documento contempla el crecimiento de la energía eólica en España hasta 2030, con metas claras para alcanzar una mayor descarbonización del sistema energético.
Se prevé que la potencia instalada alcance los 28.000 MW en 2020 y continúe creciendo a un promedio de 1.200 MW anuales hasta 2030, llegando a los 40 GW. Este aumento permitirá reducir las emisiones del sector eléctrico en un 30% para 2020 (en comparación con 2005) y más del 40% para 2030. Según la AEE, se espera que el mix energético español cubra el 40% de la demanda con renovables en 2020, el 62% en 2030, el 92% en 2040 y el 100% en 2050.
Retos del futuro para la energía eólica
Aun con estos avances, el sector eólico en España enfrenta varios retos importantes para el futuro:
- Garantizar un mix energético equilibrado que asegure la estabilidad del sistema y cumpla con las exigencias de la transición energética.
- Mejorar la coordinación entre organismos nacionales y autonómicos, que permita una planificación coherente y unificada a nivel energético.
- Establecer mecanismos financieros sostenibles, como contratos bilaterales o coberturas a largo plazo, que reduzcan la volatilidad de los precios y permitan inversiones sostenibles.
- En las Islas Canarias, la apuesta por la energía eólica es clave para reducir el elevado coste de generación, que actualmente duplica el de la península.
- Como líder en tecnología offshore, España debe seguir invirtiendo en investigación y desarrollo para mejorar la competitividad y la calidad de sus productos eólicos.
El futuro de la energía eólica en España es prometedor si se mantienen los esfuerzos hacia la expansión de la capacidad instalada y la mejora constante en innovación, lo que asegurará el liderazgo del país en el sector de las energías renovables.