Seguramente conocéis la energía nuclear y sabéis que a partir de ella se produce energía eléctrica. Es una de las fuentes más potentes de generación de electricidad, pero a su vez una de las más controvertidas debido a los riesgos y peligros que implica. Muchos saben que se usa el uranio como combustible principal, pero es posible que no estéis familiarizados con los detalles sobre cómo funciona este tipo de energía ni con todas sus ventajas y desventajas. En este artículo, vamos a adentrarnos en todo lo relacionado con la energía nuclear: desde qué es hasta cómo funciona, y lo que debemos tener presente al hablar de su impacto en la sociedad.
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¿Qué es la energía nuclear?
La energía nuclear, también conocida como energía atómica, es aquella que se obtiene a partir de reacciones nucleares, que liberan gigantescas cantidades de energía contenida en los núcleos de los átomos. Específicamente, esta energía proviene de dos tipos de procesos: fisión nuclear y fusión nuclear. Ambos procesos liberan partículas subatómicas y liberan energía en forma de calor, que luego puede ser aprovechada para generar electricidad.
La fisión nuclear es el proceso más utilizado comercialmente. En él, los núcleos de átomos pesados, como los de uranio 235, son bombardeados con neutrones, lo que hace que se dividan, liberando una enorme cantidad de energía. El proceso de fisión es el que se utiliza en los reactores nucleares para generar electricidad.
Otra forma de obtener energía nuclear es a través de la fusión nuclear, una reacción en la que dos núcleos ligeros se combinan para formar uno más pesado. Sin embargo, aunque la fusión tiene un potencial inmenso, actualmente no es comercialmente viable, ya que requiere temperaturas y presiones extremadamente altas comparables a las del sol.
La energía nuclear no solo se emplea para producir electricidad. También ha sido una herramienta clave en sectores como la medicina (especialmente en tratamientos de radioterapia para el cáncer y diagnóstico por imágenes), la industria y el armamento militar. El uso pacífico de esta energía en ámbitos distintos a la electricidad muestra su gran versatilidad.
Cómo se produce la energía nuclear
Para producir energía nuclear, se emplean los procesos de fisión o fusión. Las centrales nucleares utilizan principalmente la fisión nuclear, debido a sus características más manejables y comercialmente viables. En este proceso, se introduce uranio (u otros materiales fisionables) en el reactor nuclear. El uranio se encuentra en forma de pastillas cerámicas, que se colocan dentro de barras de combustible en el reactor.
Durante la fisión nuclear, los núcleos de uranio se dividen al ser bombardeados por neutrones. Esta división genera calor, que eleva la temperatura del agua que circula en el reactor. El calor convierte el agua en vapor, y el vapor se utiliza para mover las turbinas que generan energía eléctrica.
Para poner en perspectiva la cantidad de energía generada: 1 kg de uranio puede proporcionar la misma cantidad de energía que 200 toneladas de carbón. Por ello, la energía nuclear es vista como una opción atractiva desde el punto de vista de eficiencia energética.
Sin embargo, la energía nuclear tiene un talón de Aquiles: los residuos radiactivos. Estos residuos son altamente peligrosos y deben ser tratados y almacenados adecuadamente para minimizar su impacto ambiental y los riesgos para la salud pública. Los residuos pueden permanecer peligrosos durante miles de años, por lo que su gestión es uno de los mayores desafíos de la energía nuclear.
Centrales nucleares y población
Las centrales nucleares han sido un pilar en la producción de electricidad en varios países desde mediados del siglo XX. Actualmente, existen más de 440 reactores nucleares en todo el mundo, generando aproximadamente el 11% de la electricidad global. En España, todas las actividades nucleares están estrictamente controladas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), encargado de garantizar que todo se desarrolla de manera segura para las personas y el medio ambiente.
En la mayoría de estas centrales, se utiliza uranio 235 o bien plutonio, dos de los materiales más eficientes para la fisión controlada. Las centrales se sitúan estratégicamente lejos de las ciudades para minimizar el riesgo de exposición radiactiva a la población en caso de un accidente. Sin embargo, la energía nuclear ha estado históricamente relacionada con desastres graves, como los de Chernóbil y Fukushima, lo que ha generado reticencia en algunas regiones y países hacia su uso.
De hecho, aunque la energía nuclear es una fuente de energía limpia en términos de emisiones de CO2 (no emite gases de efecto invernadero durante su operación), los accidentes nucleares y la gestión de residuos han hecho que se mire esta tecnología con una mezcla de esperanza y recelo.
Peligros de las centrales nucleares
A pesar de las estrictas normativas y controles de seguridad en el sector energético nuclear, existen ciertos peligros inherentes que se deben tener en cuenta. Uno de los principales riesgos es la posibilidad de accidentes nucleares o la liberación de material radiactivo al medio ambiente. Los ejemplos más célebres como Chernóbil (1986, Ucrania) y Fukushima (2011, Japón) han dejado una huella imborrable en la opinión pública y han puesto en duda la seguridad de las centrales nucleares.
Otro desafío importante es la gestión de los residuos radiactivos. Aunque la cantidad de residuos generados es relativamente baja en comparación con la producción total de energía, los residuos que se generan son altamente peligrosos y deben ser almacenados en depósitos especiales que eviten su filtración al medio ambiente. Este proceso es costoso y tiene consecuencias a largo plazo tanto para la gestión como para la seguridad de las generaciones futuras.
Ventajas de la energía nuclear
Pese a los peligros asociados a la energía nuclear, es importante reconocer que este tipo de energía tiene múltiples ventajas, lo que la convierte en una opción atractiva dentro de la combinación de fuentes energéticas en muchos países.
- Es una fuente de energía limpia en lo que respecta a la emisión de gases de efecto invernadero. No emite CO2 ni otros contaminantes durante su operación, lo que la convierte en una opción viable para la lucha contra el cambio climático.
- Produce electricidad de forma continua durante las 24 horas del día y los 365 días del año, a diferencia de las fuentes renovables, que dependen de factores naturales como el sol o el viento.
- Es muy eficiente en comparación con otras fuentes. Por ejemplo, 1 kg de uranio puede producir la misma cantidad de energía que 200 toneladas de carbón.
- Es una fuente económica porque el coste del combustible (uranio) es significativamente bajo en comparación con los combustibles fósiles, y su producción es constante, lo que estabiliza los precios.
A largo plazo, la energía nuclear puede ser fundamental en la lucha contra el calentamiento global, si se manejan cuidadosamente los residuos radiactivos y se implementan controles de seguridad estrictos en las centrales.
El futuro de la energía nuclear sigue siendo un tema controvertido, pero uno que no se puede ignorar. La energía nuclear tiene el potencial de formar parte clave de una matriz energética limpia y eficiente. Sin embargo, los desafíos relacionados con la gestión de residuos y la seguridad de las plantas siguen siendo una barrera que debe ser superada para evitar riesgos a la salud pública y al medio ambiente.