Energía eólica marina: retos actuales, crecimiento global y claves para un despliegue sostenible en España

  • España se prepara para impulsar la energía eólica marina, pero enfrenta desafíos regulatorios y sociales.
  • El crecimiento mundial del sector avanza rápidamente con previsiones de gran expansión en 2030.
  • El diálogo entre comunidades pesqueras, científicos y promotores se posiciona como esencial.
  • Las nuevas normativas buscan garantizar la seguridad marítima y la protección del medio ambiente.

Vista general de un parque eólico marino

La energía eólica marina se posiciona como una de las principales alternativas para avanzar hacia un sistema energético más sostenible, tanto en España como en el resto del mundo. El desarrollo de parques eólicos instalados en el mar, lejos de la costa, no solo es clave para cumplir los objetivos climáticos, sino que también plantea nuevos retos técnicos, sociales y regulatorios. El interés en este tipo de instalaciones va en aumento, ya sea por cuestiones de transición energética o por el potencial de generación eléctrica que ofrecen frente a las limitaciones de espacio en tierra firme.

El despliegue de la eólica marina en España es un proceso que avanza, pero no sin dificultades. Mientras el Gobierno ha fijado metas ambiciosas, como los 3 GW de potencia eólica marina dentro del objetivo de 62 GW renovables para 2030, el sector es consciente de que aún queda mucho camino por recorrer. La primera subasta de energía eólica marina está prevista para el próximo año, un paso que podría acelerar la implantación real de parques offshore y contribuir a la tan buscada descarbonización.

España ante el reto de la regulación y la aceptación social

Aerogeneradores offshore operando en el mar

En los últimos meses, diversos actores del sector eólico marino han expresado su preocupación por la lentitud del marco regulatorio en España. Esta situación, según representantes empresariales, está retrasando el despegue de los proyectos y puede llevar a la pérdida de oportunidades frente a otros países europeos, que avanzan con mayor rapidez pese a contar con menos recursos industriales.

El principal escollo se encuentra en la falta de una regulación clara y ágil, así como en la necesidad de garantizar la seguridad marítima y la convivencia con otros sectores. El Ministerio de Transportes ha abierto recientemente un periodo de consultas públicas para definir las condiciones de seguridad y prevención de la contaminación en las instalaciones eólicas marinas. Entre las propuestas presentadas por colectivos pesqueros destacan la monitorización ambiental, la cartografía de stocks pesqueros o la exigencia de soterrar cables de evacuación. Por el lado de los promotores eólicos, se aboga por diferenciar claramente la eólica marina frente a otras instalaciones como plataformas petrolíferas, y adaptar la normativa en consecuencia.

Asimismo, la aceptación social resulta fundamental para el éxito de la energía eólica marina. Guías y talleres coordinados por entidades como la Fundación Renovables, CCOO o la Fundación 1.º de Mayo enfatizan la importancia del diálogo temprano con las comunidades locales, el sector pesquero y los agentes sociales. Es recomendable crear grupos de trabajo y puntos de información, negociar compensaciones para los sectores afectados y priorizar la integración paisajística, así como la protección de la biodiversidad marina.

El diálogo entre pesca, ciencia y sector eólico: un pilar para la sostenibilidad

Diálogo entre comunidades pesqueras y sector eólico

La compatibilidad de la energía eólica marina con otros usos del mar, especialmente la pesca, ha sido objeto de debate en diversos foros nacionales y autonómicos. Instituciones científicas, como el Instituto Español de Oceanografía y el Instituto de Ciencias del Mar, han impulsado coloquios que reúnen a pescadores, personal científico y representantes de la administración para analizar los impactos ambientales y socioeconómicos de los parques eólicos marinos.

Las principales preocupaciones del sector pesquero incluyen la exclusión de zonas tradicionales de pesca, los efectos de cables y otras infraestructuras sobre los hábitats marinos, y la necesidad de fortalecer la comunicación para que sus reclamaciones sean tenidas en cuenta desde la fase de planificación. Tanto científicos como pescadores coinciden en la importancia de profundizar en el conocimiento interdisciplinar y de fortalecer los canales de diálogo, logrando una transición energética que respete la biodiversidad y el equilibrio entre actividades económicas.

Crecimiento internacional: avances y liderazgo europeo

Crecimiento global de la energía eólica marina

El desarrollo de la eólica marina no es exclusivo de España. Según el último informe elaborado por RenewableUK, la capacidad instalada ha pasado de 74,7 GW a más de 85 GW en el último año, con China y Reino Unido a la cabeza, seguidos por Alemania, Países Bajos y Taiwán. Actualmente, hay más de 27 GW en construcción, lo que hace prever que se superarán los 100 GW en un corto plazo. Las previsiones indican una expansión cercana a los 244 GW para finales de esta década, en un contexto de crecimiento de nuevos mercados y cooperación internacional.

Europa, por su parte, enfrenta el desafío de adaptar su red eléctrica y marco regulatorio a la creciente descentralización y variabilidad de la producción energética. La hoja de ruta publicada por ENTSO-E destaca la necesidad de crear infraestructuras transfronterizas, revisar normativas y promover la cooperación institucional para alcanzar una capacidad instalada de 365 GW en 2050. El éxito en Europa dependerá de su capacidad para acelerar el despliegue de proyectos y apostar por la innovación tecnológica.

Elementos clave para un despliegue responsable y equitativo

Los expertos coinciden en que el avance de la eólica marina debe fundamentarse en cuatro pilares fundamentales: la integración de las comunidades locales y el sector pesquero, una planificación ambiental rigurosa, la protección de la biodiversidad y el impulso a la economía local. Esto implica desde la comunicación temprana y transparente de cada proyecto, hasta la aplicación de medidas compensatorias, zonificación respetuosa con el entorno y formación de los agentes afectados.

Se subraya la importancia de invertir en investigación, adaptar puertos e infraestructuras, y flexibilizar normativas para facilitar la participación de diferentes tipos de proyectos. La celeridad en la creación de un marco regulatorio, la colaboración entre administraciones y la disponibilidad de recursos industriales serán determinantes para que España y Europa puedan aprovechar el potencial de la eólica marina como motor de desarrollo sostenible, generación de empleo y soberanía energética.

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