El sector renovable registró en 2016 un total de 74.566 empleos, desgraciadamente un 3,6% menor que el año antes.
La destrucción de empleo ascendió a 2.760 puestos de trabajo lo que unido a los empleos perdidos desde 2009 dejan la cifra de empleo en su nivel más bajo en la serie, según un reciente informe de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).
Empleo en España
Por tecnologías, las que más empleo neto crearon en 2016 fueron la eólica (535), la solar fotovoltaica (182), la solar termoeléctrica (76), la geotermia de baja entalpía (19), la marina (17) y la minieólica (15). No obstante, la mayoría de los empleos del sector se concentran en la generación de energía con biomasa. Le siguen la eólica, con 17.100, y la solar fotovoltaica, con 9.900, según los datos facilitados por Irena (Agencia Internacional de las Energías Renovables).
En el resto del mundo, la solar fotovoltaica es la que está a la cabeza, al emplear a 2,8 millones de personas, lo que supone el 11% de todo el trabajo generado por las renovables. Le siguen las instalaciones eólicas, con 1,1 millones de empleos.
Irena ha marcado como objetivo para cumplir con las políticas de cambio climático que en 2030 se doble la implantación de renovables en el mundo. Eso haría, según sus cálculos, que 24 millones de personas pudieran estar empleadas en este sector para entonces.
Según Irena, que utiliza como fuente a la Asociación de Empresas de Energía Renovables (APPA), el sector viene destruyendo empleo desde el 2008, cuando las renovables empleaban unas 150000 personas, en ese año se registró la cifra más elevada en nuestro país.
Irena culpa de esta situación a «las políticas adversas en el sector eléctrico«, que hacen que sigan disminuyendo los empleados en la eólica, la solar y la biomasa.
Empleo en el resto del mundo
Los países con mayor número de puestos de trabajo en energías renovables en 2016 fueron China, Brasil, Estados Unidos, India, Japón y Alemania.
Como hemos comentado antes, el sector solar fotovoltaico sigue siendo el mayor empleador de energía renovable en todo el mundo, con 2,8 millones de puestos de trabajo en fabricación, instalación, funcionamiento y mantenimiento, lo cual indica un aumento en comparación con los 2,5 millones del último recuento.
Los biocombustibles líquidos fueron el segundo mayor empleador mundial, con 1,7 millones de puestos de trabajo, seguidos por la energía eólica, que creció un 5% hasta alcanzar 1,1 millón de puestos de trabajo a nivel mundial.
A medida que la actual transición energética se acelera, el crecimiento del empleo en el sector de la energía renovable seguirá siendo muy importante.
Mujeres en el sector
Las investigaciones realizadas por IRENA y otras administraciones, indican que el sector de las renovables da empleo a bastantes más mujeres que el sector de las energías convencionales.
De hecho, las casi 90 empresas de más de 40 países que participaron en la elaboración del estudio, en representación de toda la cadena de valor del sector (incluidas fabricación, instalación, operación y mantenimiento, consultoría y política de fabricación), el 35% (media) de sus plantillas son mujeres. En Trina Solar y el Grupo REC, por ejemplo, las mujeres representan el 42% y el 35%, respectivamente del total de sus empleados. El porcentaje en el sector convencional se sitúa entre el 20-25%.
Otro dato que puede sorprender, es que en Estados Unidos, la industria solar, ha visto como el porcentaje de mujeres trabajando en el sector pasaba del 19% al 24% en 2015.
El estudio también proporciona información sobre los trabajos que las mujeres desarrollan en el sector. De promedio, las mujeres representan el 46% de la plantilla administrativa, el 28% de la mano de obra técnica, y el 32% de los puestos de dirección. Este último ratio es especialmente significativo ya que solo un 25% de mujeres ocupan puestos directivos de alto nivel en las compañías incluidas en el ranking Fortune 500 de 2015.
De hecho, como un sector nuevo y en rápido crecimiento, las energías renovables pueden dar a las mujeres la oportunidad de tener una representación cada vez mayor en las labores de alta dirección, según se indica en el informe.