Si nos atenemos a una publicación reciente de un grupo de físicos del sol, a partir de 2030, la tierra se encaminaría hacia una mini edad glacial similar a la del minimum de Maunder, ocurrido entre 1645 y 1715. En realidad, estos investigadores se han limitado a predecir una bajada de la actividad del sol de aquí a 15 años, y todo indica que este fenómeno no afectará realmente al calentamiento climático en curso.
La controversia alrededor de las predicciones
Hace algunos días, un simple comunicado de la famosa Royal Astronomical Society tuvo cierto impacto global. El artículo mencionaba que los trabajos de la astrofísica Valentina Zharkova iban a ser expuestos durante un coloquio el pasado 9 de julio de 2015. Zharkova y sus colegas publicaron anteriormente un artículo en el prestigioso Astrophysical Journal, donde afirmaban haber modelizado sorprendentemente la actividad cíclica del sol.
Esta predicción de una disminución en la actividad solar ha generado bastante debate, en parte porque retrotrae el recuerdo del minimum de Maunder, un periodo de mínima actividad solar que coincidió con temperaturas extremadamente frías en la Tierra, especialmente en Europa y América del Norte.
El ciclo solar y las manchas solares
Sabemos gracias a la recopilación de datos del número de manchas solares desde la época de Galileo que existe un ciclo solar que dura aproximadamente 11 años. Este ciclo está marcado por un máximo y un mínimo en el número de manchas solares. Las manchas son consideradas un indicador de la actividad solar, y durante los periodos de mínimo las manchas prácticamente desaparecen.
La dificultad histórica para modelar este ciclo ha sido notable, sobre todo en los datos recogidos entre 1976 y 2008. Sin embargo, Zharkova y su equipo lograron desarrollar un modelo basado en la existencia de dos dinamos autoexcitadores en el núcleo del sol, similares a los que generan el campo magnético de la Tierra.
Un dato estremecedor es que, según sus predicciones, podríamos enfrentar una reducción tan drástica del número de manchas solares que nos acercaría nuevamente a un evento similar al minimum de Maunder.
Consecuencias del minimum de Maunder
Entre 1645 y 1715, las manchas solares prácticamente desaparecieron, llevando a una disminución de la actividad solar. Este periodo, conocido como el minimum de Maunder, coincidió con lo que se ha dado en llamar la Pequeña Edad de Hielo, caracterizada por inviernos extremadamente fríos y veranos más frescos en Europa y América del Norte.
Las temperaturas descendieron a niveles que provocaron el congelamiento de ríos importantes como el Támesis en Londres y el Danubio. Durante esta época, las heladas afectaron el desarrollo de cultivos, lo que provocó hambrunas y problemas económicos serios en varias regiones.
Este fenómeno atmosférico está también vinculado con otros factores, como la actividad volcánica, que contribuyó al enfriamiento global al emitir aerosoles volcánicos a la atmósfera que reflejaban parte de la radiación solar.
Aunque la posible repetición del minimum de Maunder tiene a la comunidad científica en expectativa, algunos expertos sugieren que, esta vez, el impacto sería menos severo debido a factores adicionales.
El cambio climático y las predicciones actuales
Una de las principales diferencias entre el siglo XVII y la actualidad es el impacto del calentamiento global debido a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La NASA ya ha señalado que, aunque la actividad solar disminuya durante el siglo XXI, el nivel de GEI es seis veces mayor que cualquier enfriamiento estimado por un mínimo solar.
En términos simples, esto significa que un Gran Mínimo Solar solo compensaría unos pocos años de calentamiento global. Es poco probable que revierta el proceso en curso, inducido por la quema de combustibles fósiles.
El papel de la AMOC en el clima global
Además de la actividad solar, otro factor a considerar es la Corriente de Circulación Meridional del Atlántico (AMOC), que regula las temperaturas globales al mover agua cálida hacia el norte del Atlántico. Los estudios recientes sugieren que un colapso de esta corriente podría tener efectos drásticos en el clima, incrementando la posibilidad de inviernos más fríos en Europa.
Sin embargo, no hay consenso en la comunidad científica sobre si esto ocurrirá pronto. Algunos modelos sugieren que podríamos ver una reducción de la AMOC entre 2030 y 2040, pero no hay datos concluyentes.
¿Cuánto afectará la actividad solar al clima en 2030?
Predicciones como las de Zharkova juegan con la posibilidad de un enfriamiento localizado, especialmente en latitudes del hemisferio norte, pero en general el calentamiento global seguirá siendo el factor dominante. Incluso si la actividad solar se reduce, la atmósfera terrestre sigue acumulando gases que atrapan el calor.
La NASA subraya que, aunque nos enfrentemos a un Gran Mínimo Solar similar al minimum de Maunder, no veremos una glaciación global. El enfriamiento regional sería menor comparado con el calentamiento global que experimentamos hoy en día.
A pesar de las predicciones de enfriamiento, las temperaturas globales continuarían en aumento, agravando fenómenos como olas de calor, inundaciones y sequías en muchas partes del mundo.
A medida que se acerque el año 2030, será vital continuar analizando y monitoreando tanto la actividad solar como otros factores climáticos que podrían influir en el futuro de nuestro planeta.
Si bien no se espera una nueva Edad del Hielo completa, los cambios en la actividad solar y las corrientes oceánicas nos podrían traer inviernos más fríos en ciertas regiones, causando también incertidumbre en sectores como la agricultura y la energía.
Que estúpido título, dices que el sol no provocará una mini era glacial pero en ningún momento refutas o al menos intentas los argumentos y la investigación de estos físicos. Basura de artículo.
EL BUSTEROS ..EL EFECTO INVERNADERO NO EXISTE ……TE INVITO A QUE ESTUDIES MAS EL SOL Y NO LOS GASES Q TU DICES Q CAUSAN EL CALENTAMIENTO GLOBAL