En 1991 se creó el primer parque eólico marino del mundo, el de Vindeby. Se instaló en Dinamarca, en las aguas del mar Báltico, y tenía once aerogeneradores. A finales de 2016 la capacidad instalada de eólica marina alcanzaba superaba los 9000 (MW). Hoy, la energía eólica marina sigue siendo una de las más claras apuestas de futuro para las renovables, aunque todavía no sea una tecnología del todo rentable.
Actualmente, el mayor parque eólico marino offshore está en la costa de Kent (Inglaterra). A pesar de ser el parque más grande del mundo, sus promotores planean incrementar su potencia hasta los 870 MW en una segunda fase pendiente de aprobación.
Después de cuatro años de construcción y una inversión de más de2.200 millones de euros, el parque se compone de 175 aerogeneradores Vestas SWT, estos se extienden mar adentro ocupando una superficie aproximada de unos 100 kilómetros cuadrados a una distancia de 20 kilómetros de la costa Kent, al sureste de Inglaterra.
Han sido necesarios una media de 450 kilómetros de cables submarinos y dos subestaciones offshore, las cuales centralizan la energía generada por los aerogeneradores antes de transportarla a tierra a dentro.
Montaje de los aerogeneradores
Para la instalación de cada aerogenerador en alta mar, se ha necesitado la construcción de una malla regular de pilotes adaptados a las características específicas del fondo marino, con una profundidad que varía en torno a los 5 y 25 metros según casos. Estos soportes permiten levantar cada una de las turbinas Vestas SWT-3.6MW-120 por encima de la cota del mar, y por otro lado, actuar como cimentación para transmitir su peso de hasta 225 toneladas al terreno.
Cada uno de los 175 aerogeneradores tienen una altura de 147 metros, 90 metros de diámetro de rotor y una longitud de pala de 58,5 metros. Para el transporte de la energía generada por cada uno de ellos, se dispone de 210 km de cable submarino que conecta cada una de las turbinas con las dos subestaciones offshore, y estas a su vez se conectan con la subestación de Cleve Hill en tierra firme a través de 4 cables de 150 kV que alcanzan los 220 km de longitud.
Según las estimaciones de los promotores, en 2012 el parque eólico marino existente hasta la fecha suministraba cerca de un 1,5% de la electricidad, pero con el London Array se espera que esta cifra se incremente por encima del 5% evitando así la emisión de 925.000 toneladas anuales de CO2.
El reconocimiento de la energía eólica como una de las menos contaminantes y seguras del panorama energético europeo, comienza a tener un papel relevante en la producción de energía renovable a escala global. En el caso de la eólica marina, la energía generada por las turbinas tiene un menor impacto sobre el medio ambiente, no requiere vertidos ni movimiento de tierras, y al estar ubicada en alta mar, tiene un impacto menos agresivo sobre la fauna y la vegetación en comparación con la eólica convencional.
Futura ampliación
Con el London Array se han superado las expectativas del parque eólico de GreaterGabbard, una infraestructura situada en la misma zona que hasta ahora ostentaba el título del mayor parque eólico offshore del mundo con una capacidad instalada de 500 MW. Pero eso no es todo.
Con la idea de seguir liderando la imponente carrera en eólica marina emprendida por Reino Unido, los promotores del London Array pretenden ahora ampliar su potencia desde los 630 MW actuales hasta los 870. Esta segunda fase está pendiente de aprobación por las diversas autoridades competentes, pero consolidaría este parque eólico como el más grande jamás construido. En este 2017 tendremos la respuesta¿?