Desde hace varios años, el cambio climático ha sido un aspecto importante de nuestra existencia. Sin embargo, los últimos acontecimientos indican que todos los gobiernos están abordando este asunto con mayor seriedad. La Unión Europea ha anunciado oficialmente que, a partir de 2035, se prohibirá la venta de vehículos que emitan contaminantes. Además, las famosas ZBE se están implantando actualmente en numerosos municipios de toda España. Por ello, innovaciones como las de la empresa de Liechtenstein miran al futuro con optimismo y su funcionalidad es bastante intrigante.
Si un vehículo funciona con agua de mar, se supone que su principal beneficio reside en la disponibilidad a largo plazo de este recurso. En este artículo te presentamos el coche que podría dejar atrás a los eléctricos y al hidrógeno que funciona con agua de mar.
Vehículo que funcionan con agua de mar
En el Salón del Automóvil de Ginebra, la firma suiza NanoFlowcell presentó su iniciativa de investigación en colaboración con el fabricante sueco de automóviles de lujo Koenigsegg y la empresa alemana Bosch. Se trata de un automóvil deportivo llamado Quant e-Sportlimousine, que se distingue por una característica notable: funciona con agua salada.
El agua del prototipo, similar a la del mar, sirve como fuente de energía para cargar las baterías, lo que permite que el gran vehículo alcance altas velocidades, una aceleración rápida y una autonomía significativa.
De hecho, exhibe una velocidad notable, ya que el agua de mar sobre la que funciona le permite alcanzar velocidades de 380 km/h y una aceleración que llega a los 100 kilómetros por hora en solo 2,8 segundos.
Este modelo NanoFlowcell presenta un aspecto llamativo que recuerda a una berlina Mercedes Clase S, aunque con un perfil ligeramente más bajo y puertas tipo mariposa que se abren hacia arriba.
¿Qué hay debajo del agua salada que lo propulsa?
El sistema de propulsión eléctrica del prototipo deportivo desarrollado por Nunzio La Vecchio, director de tecnología de NanoFlowcell, se basa en una batería de flujo que utiliza dos soluciones de sales metálicas no contaminantes para la carga y descarga.
Este vehículo, capaz de albergar una inmensa cantidad de potencia, funciona con cuatro motores eléctricos vinculados a un sistema de gestión del par que proporciona una potencia total de 925 caballos, todos ellos suministrados por supercondensadores.
El funcionamiento de los motores a través de supercondensadores es posible gracias a la electricidad suministrada por un dispositivo específico, que es la característica definitoria del vehículo, ya que no existía ningún invento comparable hasta entonces.
Este sistema de alimentación se utiliza por primera vez en aplicaciones automovilísticas, aunque la NASA ya había empleado anteriormente acumuladores electroquímicos para generar la electricidad necesaria para sus vehículos, similares a ciertos organismos vivos que se encuentran en la naturaleza. Para funcionar, necesita un modesto depósito de agua de mar de unos 400 litros.
La energía necesaria para el funcionamiento del vehículo se obtiene de la interacción de dos líquidos cargados, uno positivo y otro negativo, contenidos en depósitos de 200 litros instalados en el coche, lo que le permite alcanzar una autonomía de 600 kilómetros.
Este sistema de agua salada de 400 litros confiere al deportivo las siguientes características:
- La capacidad eléctrica se estima en 120 kWh, con un rango de consumo de 20 a 30 kWh cada 100 kilómetros. La tensión nominal se sitúa en 600 V, acompañada de una corriente de 50 A y una potencia continua de 30 kW.
- Las capacidades del Quant e-Sportlimousine lo elevan significativamente por encima de sus competidores de la misma categoría, a saber, el Tesla Model S y el Nissan Leaf. Esto pone de relieve la promesa del modelo inaugural de un automóvil deportivo capaz de operar con agua del océano.
¿A qué se debe que hasta la fecha solo se haya desarrollado un único modelo de este tipo?
Es evidente que este prototipo ofrece el importante beneficio de sustituir los contaminantes convencionales que se encuentran en las baterías eléctricas por agua salada inocua. Sin embargo, un desafío importante a abordar son las dimensiones y la masa de los tanques de agua, que hacen que este modelo supere los 5 metros de largo y pese 2.300 kilogramos.
El modelo inicial de automóvil que funciona con agua de mar es bastante loable si se tiene en cuenta su capacidad de combustible, el rendimiento que ofrece y la mínima contaminación que genera. El siguiente paso consiste en abordar los desafíos relacionados con su tamaño y peso.
¿Cómo funciona un vehículo que utiliza agua de mar?
Este vehículo, desarrollado por la empresa Nanoflowcell, se centra en crear enfoques innovadores para la sostenibilidad en la movilidad. Aunque el coche se presentó por primera vez en 2016, actualmente se encuentra en fase de pruebas.
El funcionamiento de este vehículo se asemeja mucho al de un coche eléctrico tradicional, con la particularidad de que su batería utiliza tecnología de biion en lugar de ion de litio. Por tanto, estas baterías están compuestas por una solución salina en lugar de depender de iones de litio.
En este sentido, el vehículo denominado Quantino utiliza unos tanques para almacenar agua de mar, que circula por un sistema que aprovecha los electrolitos para generar energía eléctrica a partir de la sal. Además, este mecanismo contribuye a reducir el peso de los vehículos, lo que a su vez abarata su coste.
¿Es cierto que el vehículo funciona utilizando agua de mar como combustible?
Aunque parezca inverosímil y parezca ciencia ficción, el Quantino ha superado una exhaustiva serie de pruebas que pueden allanar el camino para la homologación de este intrigante vehículo. En concreto, ha acumulado más de 10.000 horas de conducción y ha recorrido una distancia superior a los 350.000 km.
En consecuencia, estas pruebas no han sido sencillas, pero la empresa Nanoflowcell asegura que los resultados son muy favorables, ya que solo ha reportado problemas típicos, como problemas relacionados con los neumáticos y algunas reparaciones adicionales.
Los resultados de estas pruebas indican que este vehículo posee una autonomía adecuada, consiguiendo una distancia de 1.000 km, junto con una capacidad de recarga relativamente rápida. Además, el vehículo no presenta un consumo excesivo, ya que los datos de prueba revelan un consumo medio de energía de entre 8 y 10 kWh cada 100 kilómetros.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre el vehículo que utiliza agua de mar como combustible.