Economía del bien común: Principios, características y sostenibilidad

  • La economía del bien común prioriza el bienestar social y la sostenibilidad.
  • Las empresas pueden beneficiarse al adoptar prácticas éticas y responsables.

ventajas de la economia del bien comun

Los intereses particulares están por debajo de los intereses generales. La cooperación es mejor que la competencia. Anteponer a las personas y sus derechos al capital, minimizar el impacto ecológico, democratizar las corporaciones, promover la democracia participativa… el bien común aboga por un enfoque más ético y humano de la economía. Estos son algunos de los cimientos sobre los que se asienta una economía del bien común, que busca el bienestar social más que el capital o el dinero.

En este artículo vamos a ver en profundidad qué es la economía del bien común, sus características principales, los principios fundamentales que la sustentan y cómo contribuye al desarrollo de una sociedad más justa y sostenible.

economia del bien comun

Qué es la economía del bien común

La economía del bien común (EBC) es un concepto propuesto por el economista austríaco Christian Felber en 2010 como modelo alternativo al capitalismo y al comunismo. La idea principal detrás de este enfoque es poner el bienestar social y el respeto por el medio ambiente en el centro de la actividad económica. De este modo, se busca un sistema que dé prioridad a los valores éticos y la cooperación, en lugar de la competencia desenfrenada y el lucro individual.

En lugar de basarse únicamente en la búsqueda de beneficios económicos, la EBC propone un conjunto de valores universales como dignidad humana, solidaridad, justicia social, sostenibilidad ambiental, transparencia y participación democrática. Estos principios deben guiar las prácticas empresariales y económicas, con el objetivo de crear una sociedad más justa e inclusiva.

Esta economía se articula a través de una serie de herramientas como la Balanza del Bien Común (BBC), que mide el desempeño ético de las empresas. En lugar de medir el éxito solamente a través del Producto Interno Bruto (PIB), la EBC propone otro indicador, el Producto del Bien Común (PBC), que mide la aportación de las actividades económicas al bienestar social y ambiental.

Finanzas solidarias

competencia de negocios

Uno de los pilares fundamentales de la economía del bien común es la creación de un sistema financiero más justo y centrado en las necesidades de la sociedad. Esto se manifiesta en iniciativas como la banca por el bien común, un modelo que defiende que las entidades bancarias deben priorizar el bienestar general por encima de los beneficios.

En este tipo de banca, los bancos públicos no generan intereses para los depositantes ni distribuyen beneficios entre los propietarios. En su lugar, se enfocan en financiar proyectos que contribuyan al bien común, tales como empresas sostenibles o iniciativas sociales. De esta manera, las finanzas solidarias juegan un papel crucial en la transformación del sistema financiero hacia uno más inclusivo y orientado al bienestar colectivo.

Por otro lado, la economía del bien común también aboga por utilizar el Índice de Felicidad Nacional, un indicador que ya se utiliza en Bután, para medir la prosperidad de un país. Este índice tiene en cuenta factores como la sostenibilidad ecológica y la justicia social, en lugar de centrarse exclusivamente en el crecimiento económico.

Matriz de la economía del bien común

producción de recursos

La Matriz del Bien Común (MBS) es una herramienta que permite evaluar el impacto de una empresa en la sociedad y el medio ambiente. Se trata de una presentación en forma de tabla de doble entrada, que coloca en una fila a los grupos de interés principales de una empresa, y en una columna a los valores fundamentales defendidos por la economía del bien común.

  • Grupos de interés: proveedores, empleados, clientes, competidores y el entorno social.
  • Valores: dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad ecológica, justicia social y participación democrática.

La interacción entre estos grupos y valores permite cuantificar la contribución al bien común de cada empresa. En la evaluación, se tienen en cuenta tanto los impactos positivos como los negativos. Por ejemplo, se penalizan prácticas como la desigualdad salarial o las violaciones de derechos humanos. Las empresas que obtengan una puntuación positiva en la balanza del bien común pueden acceder a incentivos fiscales, reducciones de impuestos y mejores condiciones en la contratación pública.

Historia y principios de la economía del bien común

La economía del bien común tiene sus raíces en la insatisfacción con el sistema económico tradicional, que prioriza el lucro a corto plazo y la competencia feroz entre empresas. Felber propuso la EBC como respuesta a estos problemas, con el propósito de poner a las personas y al medio ambiente en el centro de la actividad económica.

Los principios de la economía del bien común se basan en valores que, aunque son universales, a menudo se ven opacados por intereses económicos. Los cinco principios fundamentales que rigen este modelo económico son:

  • Dignidad humana: El respeto por todos los individuos, independientemente de su estatus social o económico.
  • Solidaridad y justicia social: Fomentar la cooperación y compartir los recursos para generar un bienestar común.
  • Sostenibilidad ambiental: Asegurar que las actividades económicas no perjudiquen al medio ambiente y que los recursos sean utilizados de manera responsable.
  • Transparencia: Toda actividad económica debe ser transparente, para que los ciudadanos puedan tener conocimiento de lo que sucede en su entorno económico.
  • Participación democrática: Cada individuo debe tener voz y voto en la toma de decisiones económicas que afectan a su vida.

Ventajas y desventajas de la economía del bien común

Como cualquier modelo económico, la EBC tiene tanto ventajas como desventajas, aunque sus beneficios parecen ser más numerosos. Entre las principales ventajas de la EBC se encuentran:

  • Enfoque social y ético: La EBC sitúa el bienestar de las personas en el centro de la economía, lo que la hace más justa y equitativa.
  • Sostenibilidad: Fomenta un uso responsable de los recursos naturales y la preservación del medio ambiente.
  • Economía transparente: Las empresas bajo este modelo operan en un marco de transparencia, lo que fomenta una mayor confianza por parte de los ciudadanos.
  • Incentivos fiscales: Las empresas que contribuyen al bien común pueden beneficiarse de ventajas fiscales, lo que promueve la adopción de este modelo.

Por otro lado, entre las desventajas que plantea este modelo están:

  • Idealismo: Algunos argumentan que la EBC es un modelo utópico, difícil de implementar en el sistema económico global actual.
  • Desafío para las empresas tradicionales: La transición a una economía del bien común puede ser costosa y difícil para empresas acostumbradas a la maximización de beneficios.

La economía del bien común y su relación con la sostenibilidad

La sostenibilidad es uno de los pilares clave de la economía del bien común. En este modelo, las empresas no solo deben preocuparse por obtener beneficios, sino también por evaluar el impacto de sus actividades en el medio ambiente.

La EBC promueve el uso eficiente de los recursos naturales y fomenta la producción de productos y servicios que no solo satisfagan las necesidades humanas, sino que también respeten los límites del planeta. De esta forma, la sostenibilidad se convierte en un pilar fundamental dentro del modelo, asegurándose de que las futuras generaciones también puedan beneficiarse de los recursos disponibles.

Además, las empresas que adoptan este enfoque reciben puntos positivos en la balanza del bien común, lo que les permite acceder a incentivos legales y fiscales que facilitan su transición hacia una producción más sostenible y ética.

Con la implementación de la EBC, se evita el agotamiento de los recursos naturales y se promueve un crecimiento económico consciente, donde el respeto por el medio ambiente es prioritario.

La economía del bien común no solo tiene como objetivo crear una sociedad más justa y equitativa, sino también proteger el planeta y asegurar su viabilidad para las generaciones futuras. Los valores fundamentales del modelo, como la dignidad humana, la justicia social y la sostenibilidad, son esenciales para consolidar una economía ética que beneficie a la humanidad y al entorno en el que vivimos.


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