En la sociedad contemporánea, no es raro que las industrias oculten los intrincados procesos de producción que subyacen a nuestro mundo interconectado. Esto incluye la compleja red de maquinaria, consumo de energía y utilización de recursos necesarios para mantener la funcionalidad de nuestra forma de vida moderna. La nube es aquel espacio en el que alojamos gran cantidad de información en internet. Sin embargo, muchas personas no saben cuánto contamina la nube el medioambiente.
Por ello, en este artículo vamos a contarte cuánto contamina la nube el medio ambiente y que puedes hacer para reducir este impacto ambiental.
Cuánto contamina la nube el medio ambiente
Parece que cada clic o toque que hacemos es intrascendente y no daña. Optar por leer periódicos en formato electrónico en lugar de en papel, enviar correos electrónicos en lugar de cartas y comprar sin intermediarios en lugar de visitar una gran tienda minorista pueden parecer opciones más respetuosas con el medio ambiente.
En conclusión, el hecho de explorar exclusivamente sitios web que tienen presencia online se puede catalogar como una tendencia minimalista. Sin embargo, este comportamiento no necesariamente se ajusta a los principios del minimalismo.
Cada vez que realizamos una búsqueda en Internet, liberamos a la atmósfera 0,2 gramos de dióxido de carbono (CO2), lo que agrava aún más el efecto invernadero y acelera el proceso de cambio climático.
La utilización de Internet por todas las entidades, incluidos individuos, corporaciones y gobiernos, requiere una cantidad asombrosa de energía. De hecho, esto equivale al 7% del consumo total de energía mundial.
Además de subir una foto a Instagram, almacenar archivos en servidores en la nube o tener la bandeja de entrada del correo electrónico abarrotada, existen muchas otras tareas digitales que pueden consumir nuestro tiempo y energía.
Marcas sostenibles en internet
En su publicación de LinkedIn, Sofía Amenta, especialista en marketing para marcas sostenibles y con propósito, reflexionó sobre el hecho de que las aplicaciones y herramientas que utilizamos a diario parecen ofrecerse a bajo costo o sin costo alguno. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Internet exige una gran cantidad de recursos para mantenerse y para apoyarnos. La mayoría de estos recursos no son renovables y contribuyen significativamente a la crisis climática.
Para facilitar la transmisión inmediata de datos a través de Internet, se requieren componentes físicos derivados de la naturaleza. Tal vez sea prudente recordar que este proceso exige:
- Dispositivos compuestos por diversos materiales como metales, plásticos, vidrio, así como circuitos, cables, pantallas y antenas.
- Energía eléctrica para que todos los dispositivos anteriores pueda funcionar.
- Se necesita un espacio físico para guardar todo lo anterior
- La distancia que hay entre el servidor y el usuario
Según Amenta, comprender el verdadero coste de Internet actual es el primer paso para poder restablecerlo para la prosperidad de la humanidad y de la Tierra.
Consejos para reducir la contaminación por internet
Hay algunos consejos sencillos que pueden ayudar a disminuir el impacto ambiental del uso de Internet. Uno de los métodos más eficaces es reducir el tiempo total que pasa en línea. Otra estrategia es cambiar a un dispositivo energéticamente eficiente, como un ordenador portátil, en lugar de uno de escritorio.
También puede optar por ajustar la configuración de energía del ordenador para conservar energía. Además, utilizar motores de búsqueda que prioricen los resultados ecológicos y reducir la cantidad de correos electrónicos que envías también puede contribuir a reducir su huella ambiental.
Para minimizar la difusión de correos electrónicos innecesarios, es recomendable abstenerse de utilizar la opción «Responder a todos» a menos que sea absolutamente necesario. Esto se debe a que cuantos más destinatarios tenga un correo electrónico, más probabilidades habrá que se produzca una mayor tasa de contaminación.
Para optimizar la experiencia de navegación, es recomendable cerrar todas las pestañas que no se estén utilizando actualmente en el navegador. Esto se puede hacer simplemente haciendo clic en la «x» ubicada en la esquina superior derecha de la pestaña. Al hacerlo, puedes liberar memoria y potencia de procesamiento del ordenador, lo que puede resultar en una experiencia de navegación más fluida y rápida.
Si te gusta escuchar música, es posible descargar las canciones que más te gustan. Vale la pena señalar que descargar música para consumirla sin conexión tiene un impacto ambiental menor que transmitirla en línea.
Para reducir el tamaño de los archivos adjunto del correo electrónico, se recomienda comprimir los archivos antes de enviarlos.
Para reducir el uso de datos en tu teléfono, se recomienda desactivar las descargas automáticas de videos y las actualizaciones automáticas de aplicaciones y copias de seguridad en la nube. Vale la pena señalar que este último representa un importante 10% del consumo de datos en los teléfonos inteligentes.
Problemas de cuánto contamina la nube el medio ambiente
La profesora de sostenibilidad de OBS Business School May López afirma que «El problema es que hoy lo estamos usando incorrectamente. La digitalización es necesaria, pero no sabemos cómo ejecutarla bien. No lo estamos haciendo de manera eficiente». La profesora aboga por educar para hacer un mejor uso de estas herramientas en lugar de criminalizarlas del todo: «Empezamos a ver que las nubes también son físicas».
La contaminación del aire mata cada año a 45.000 personas en España por lo que es fundamental que estos centros de datos utilicen energía renovable. Greenpeace publicó en 2017 el informe «Clicking Clean», que puntuaba a las empresas en este sentido. Apple encabeza la lista porque el 83% de la energía que utiliza es limpia, frente al 22% y el 17% de empresas como HBO o Netflix, respectivamente.
Para reducir el impacto personal, la Profesora recomienda elegir un televisor normal en lugar de un televisor conectado, enviar archivos a través de un enlace en lugar de un archivo y usar la cámara con menos frecuencia durante las llamadas. «Por lo general, hay dos personas hablando y quince personas mirando, y esas personas pueden apagar la cámara sin que la intervención reduzca la calidad». También da consejos como priorizar los sistemas de mensajería interna sobre el correo electrónico, eliminar correos electrónicos con regularidad (en lugar de almacenarlos interminablemente) y usar USB o discos duros para compartir documentos.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cuánto contamina la nube al medio ambiente.