El objetivo principal de cualquier persona que busque comodidad en su hogar durante el invierno es evitar tanto el frío extremo como el calor excesivo. Sin embargo, consideraciones como el coste de las facturas de los servicios públicos, las implicaciones para la salud y la gestión medioambiental también son factores importantes. Muchas personas no saben cuál es la temperatura ideal para encender la calefacción en casa.
Por ello, en este artículo vamos a contarte cuál es la temperatura ideal para encender la calefacción en casa y que podamos ahorrar en la factura de la luz.
¿Cuál es la temperatura óptima para la calefacción del hogar?
Esta pregunta tiene una importancia significativa debido a sus diversas implicaciones. Desde el punto de vista económico, una temperatura más alta del radiador se traduce en mayores gastos de gas o electricidad, lo que no se puede pasar por alto, sobre todo teniendo en cuenta que la calefacción representa el 63% del consumo energético de un hogar, superando el uso combinado de electrodomésticos, agua caliente, cocina e iluminación.
Además, la comodidad es un factor crucial. Todos deseamos sentirnos a gusto en nuestros espacios vitales. También surgen consideraciones de salud, ya que la exposición al frío durante el invierno o a habitaciones excesivamente cálidas pueden afectar negativamente a nuestro bienestar. Igualmente importante es el impacto medioambiental: cuanto más extenuante sea el funcionamiento de las calderas, mayor será el nivel de contaminación generado.
En una época marcada por el encarecimiento de determinados suministros, tanto las instituciones como el Gobierno nos animan a reducir ligeramente la temperatura de la calefacción como forma de ahorrar recursos. En agosto del año pasado, el Gobierno de España, en sintonía con la Unión Europea, promulgó una normativa que obliga a los edificios administrativos y comerciales a mantener la calefacción a un máximo de 19ºC.
Determinar la temperatura óptima de calefacción para una vivienda es una cuestión con matices, en la que influyen numerosos factores. En viviendas que carecen de radiadores adecuados, mantener una temperatura de 21ºC dará resultados diferentes en comparación con un entorno bien regulado. La composición demográfica del hogar también juega un papel importante. Por ejemplo, la presencia de personas jóvenes difiere de la de residentes mayores, así como los hogares con niños pequeños o bebés. Además, una vivienda ocupada por varias personas generalmente conservará más calor que una vivienda de tamaño similar con un solo ocupante. No obstante, se pueden formular ciertas pautas generales.
Temperatura óptima para estar en casa
Según informa el Instituto Nacional de Estadística (INE), la temperatura media diurna para calefacción en los hogares de nuestro país se sitúa actualmente en 21,3°C. Según la OCU, cabe destacar que cada grado de reducción de esta temperatura supone una disminución del 7% en el gasto energético. Por tanto, ajustando la media nacional de 21,3°C a los 19°C recomendados por diversas instituciones, se conseguiría un ahorro del 16,1% en el consumo.
Lo que deseamos en nuestros hogares es un estado que no sea ni excesivamente frío ni excesivamente caluroso. ¿Cómo podríamos cuantificar esta agradable pero esquiva sensación en términos de temperatura? La investigación científica ha abordado esta cuestión. Para empezar, ¿cuál es la temperatura mínima que se considera aceptable? Un estudio realizado por investigadores británicos, basándose en la literatura científica existente, determinó que «mantener una temperatura interior de al menos 18 °C durante el invierno supone un riesgo mínimo para la salud de una persona sedentaria vestida con ropa adecuada».
Mantener una temperatura interior por debajo de los 18 °C durante los meses de invierno puede provocar sensación de frío. Diversos expertos han aportado información sobre los niveles óptimos de confort por encima de este umbral. Un estudio realizado por la Universidad Técnica de Dinamarca determinó que entrar en una habitación a una temperatura de 20 °C crea un ambiente caracterizado por una sensación térmica neutra, una insatisfacción térmica mínima y un alto grado de confort térmico general para todo el cuerpo. Del mismo modo, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en España recomienda ajustar el termostato a 20 °C o 21 °C durante las horas diurnas y, además, aconsejar a las personas que lleven ropa de abrigo en casa.
En relación con la relación entre la temperatura interior y la salud, la Dra. María Sanz Almazán, miembro del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), destaca que la temperatura óptima diurna debe oscilar entre 19°C y 23°C. Señala que “en general, una persona en reposo empieza a sentir frío con temperaturas inferiores a 20°C”.
Se aconseja evitar la calefacción excesiva
A pesar de las apariencias, el calor excesivo en el hogar es perjudicial. Las temperaturas elevadas perjudican la función cognitiva. Un estudio realizado por el Laboratorio Berkeley en Estados Unidos, que analizó las variaciones de temperatura en varios entornos de trabajo, reveló que el rendimiento mejora a temperaturas de 22°C o 23°C, mientras que disminuye una vez que las temperaturas superan los 24°C o 25°C. Cuando la temperatura alcanza los 30°C, la productividad experimenta una disminución del 8,9%.
La Asociación de Pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Inflamatoria Crónica) indica que las temperaturas elevadas en el hogar pueden provocar sequedad, lo que puede derivar en deshidratación y diversos problemas cutáneos, así como complicaciones como infecciones, afecciones respiratorias o dolores de cabeza. Además, cuando las temperaturas suben excesivamente, puede producirse «el empeoramiento de las alergias, sequedad de mucosas o alteraciones del sueño», como explica el doctor Sanz Almazán.
Noche y día
Las circunstancias cambian durante la noche, ya que nos recostamos y nos tapamos con una manta o edredón. Por ello, el IDAE aconseja «adaptar la calefacción a las horas reales de ocupación de las viviendas y apagarla por la noche». Se estima que en este entorno nocturno la calefacción es innecesaria, ya que temperaturas de aproximadamente 15°C a 17°C son suficientes para un sueño confortable.
En caso de que la casa no esté adecuadamente aislada, es recomendable mantener una temperatura de 15°C o 17°C. Además, destaca que “apagarlo durante la noche y activarlo durante un breve período al despertar es significativamente más eficiente que mantenerlo encendido durante toda la noche”.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cuál es la temperatura ideal para encender la calefacción en casa.