Por desgracia, en este 2017 ha sucedido varias veces, después de unas semanas donde inversión térmica, la falta de lluvia y, el uso masivo de vehículos particulares de los ciudadanos.
A causa de estas cosas entre otras, Madrid ha sufrido varios episodios de alta contaminación. Ante este fenómeno, surge la duda ¿sirven las restricciones al tráfico solucionar el problema de contaminación?
La contaminación en cifras y sus efectos
Este problema no es nuevo, y se viene repitiendo cada vez con más frecuencia y cuyos efectos sufren de forma más acusada los más débiles, niños y ancianos.
Según la Agencia Europea para el Medio Ambiente (AEMA), son escandalosas, así en España mueren al año más de 31.000 personas por la contaminación sumando casi medio millón (487.000) en toda Europa.
Desgraciadamente, tanto el dióxido de nitrógeno (NO2) como las partículas se disparan por encima de los límites que las autoridades sanitarias identifican como dañino para la salud.
La contaminación se puede ver, respirar y sentir. Y no solo es un caso aislado de Madrid, se repite en centenares de ciudades por el mundo.
La contaminación no está “por encima de las personas” sino “entre las personas” de ahí su peligrosidad. En los últimos meses, es muchas ocasiones varias de las estaciones han superado las 300 ppm de NO2, considerándose perjudicial la superación de 180 ppm.
Restricciones al tráfico en Madrid
Ante esta situación las autoridades municipales, como las de cualquier gran ciudad, cuentan con una serie de protocolos para tratar de paliar la situación. En el caso de Madrid el protocolo establece 4 escenarios.
Reducción de velocidad
El primero de ellos supone un aviso reduciendo a 70 Km/h la velocidad en los accesos a la ciudad.
Aparcamiento de los no residentes
En el caso de mantenerse dicha situación se pasa al segundo en el que, además de reducir la velocidad se prohíbe aparcar a los no residentes en las zonas de estacionamiento regulado (zona SER).
Circulación en la M30
El tercer escenario, da un paso más permitiendo circular en el interior de la M30 a los vehículos con matrícula par los días pares e impar a los de matrícula impar.
Además, permite circular a los vehículos cero emisiones y a los que tengan 3 o más ocupantes.
Y, finalmente, el 4º y último escenario extiende la prohibición del escenario 3 también a la propia M30.
El paso de un escenario a otro se da cuando al menos dos estaciones de medición de contaminación superan los niveles máximos. El ayuntamiento ha de avisar con un plazo de 24h de la entrada en vigor de dichas medidas.
Resultados de las medidas correctivas
El primer día que se aplicó el escenario 2 (el que prohibía aparcar en zona de estacionamiento regulado) sólo logro una reducción del tráfico en la M30 en comparación con un día similar de otra semana de un insignificante 1%.
El 2º día que se aplicó el protocolo en su escenario 2 logró un 2% de reducción y el tercero de los días no llegó al 5%.
En conclusión: si se pretende que haya una reducción de los niveles de contaminación de forma efectiva las medidas que se tomen han de conllevar una reducción del tráfico mucho más importante.
El único escenario que, por lo que se ve, asegura esto es el 3 que sólo permite circular en el interior de Madrid a los coches con matrícula par o impar según sea el día.
Protocolo anticontaminación
La dependencia del vehículo privado impulsado con combustibles fósiles ha sido una característica del denominado progreso económico en los últimos 100 años.
Afortunadamente, parece que empieza un cambio en los próximos años hacia una movilidad eléctrica, pero entre tanto ese cambio llega, son muchas las personas en todo el globo que sufrieran esta contaminación.
Se hace absolutamente necesario un cambio de paradigma en el que otro tipo de movilidad sea la que impere.
El teletrabajo, el vehículo compartido, el transporte público, la bicicleta o el coche eléctrico son algunas de las posibles soluciones que tenemos.
El adoptar o no dichas alternativas dependerá de la verdadera concienciación de autoridades, empresas y nosotros, los ciudadanos.