Si bien los gatos utilizan los mismos cinco sentidos que los humanos, su percepción del mundo que los rodea es distinta. Obtener una comprensión más profunda de su perspectiva única podría mejorar en gran medida nuestra capacidad de brindar una atención óptima a nuestros compañeros felinos. Muchas personas se preguntan cómo ven los gatos el mundo.
En este artículo vamos a contarte cómo ven los gatos el mundo, y qué se sabe sobre ello.
Cómo ven los datos el mundo
A un nivel superficial, el mundo tal como lo perciben los gatos domésticos puede parecer similar al nuestro. Sin embargo, tras un examen más detenido, resulta evidente que su perspectiva es muy distinta. Para sentir verdadera empatía por un gato, primero debemos comprender su forma única de percibir el mundo. Si bien los gatos poseen los mismos sentidos que los humanos (vista, oído, olfato, gusto y tacto), su interpretación y procesamiento de la información sensorial difieren significativamente.
Si el servicio de inteligencia de Estados Unidos hubiera comprendido la perspectiva y las emociones de los gatos, podría haber evitado inversiones desperdiciadas, como su intento fallido de emplear gatos como espías en la Guerra Fría.
Es posible desarrollar una conexión más profunda con nuestros compañeros felinos si entendemos que poseen ciertos sentidos que guardan un parecido sorprendente con los nuestros. Para lograr una convivencia más armoniosa, es fundamental conocer el funcionamiento interno de tu gato. Así es como puede ampliar sus conocimientos y establecer un vínculo más fuerte.
Los 5 sentidos
Vista
Al igual que los humanos, los gatos dependen de su visión para percibir su entorno y buscar comida. Sin embargo, las características contrastantes de los ojos humanos y felinos dan como resultado una perspectiva distinta del mundo.
A pesar de la percepción de que los gatos tienen gafas de visión nocturna incorporadas debido a sus movimientos precisos en la oscuridad, la realidad es que los gatos necesitan cierto nivel de luz. Sin embargo, a diferencia de los humanos que luchan con la visión nocturna, en la oscuridad es cuando los gatos realmente destacan. Innumerables años de evolución han llevado a una mayor probabilidad de que los gatos estén activos y participen en actividades de caza durante las horas del crepúsculo, al anochecer y al amanecer.
El ojo de gato está equipado con una córnea redonda y transparente que sirve como punto de entrada de la luz. Esta córnea tiene la notable capacidad de concentrar la luz en la retina, que se encuentra en la parte posterior del ojo. Una característica notable del ojo de gato es su córnea grande y en forma de cúpula, que le permite capturar una gran cantidad de fotones, una ventaja evolutiva crucial para prosperar en ambientes con poca luz. Además, las pupilas de los gatos poseen una forma alargada y vertical distintiva, transformándose en una rendija estrecha a la luz del día y expandiéndose asombrosamente 300 veces en la oscuridad (en comparación, las pupilas humanas solo crecen 15 veces).
Los ojos de un gato poseen una capa conocida como tapetum lucidum, que refleja la luz que no es absorbida por las retinas. Esta adaptación permite a los gatos ver en condiciones de poca luz y produce brillo en los ojos, el fenómeno luminoso que se observa cuando hay luz en la oscuridad. Además, los gatos tienen una visión periférica superior a la de los humanos.
Hay ciertos aspectos de cómo los gatos perciben el mundo que siguen siendo algo inciertos. Debido a que sus retinas contienen una menor cantidad de conos, que son responsables de la percepción del color, se cree que los gatos experimentan una experiencia visual menos vívida y matizada en comparación con los humanos. Estos conos también desempeñan un papel en la claridad de la visión, razón por la cual los gatos tienen una visión ligeramente borrosa, a pesar de su excepcional capacidad para ver en condiciones de poca luz. Lo que un gato puede ver desde una distancia de 6 metros, nosotros, los humanos, sólo podemos verlo desde una distancia de 30 metros.
Sin embargo, su determinación sigue siendo inquebrantable. Los gatos priorizan el movimiento sobre los intrincados matices y tonalidades de una imagen, lo que les permite navegar sin obstáculos a pesar de su limitada visión del color.
Sonido
Las orejas triangulares de los gatos funcionan como pequeñas antenas parabólicas peludas, lo que les permite localizar sonidos con notable precisión. Estos pabellones auriculares tienen la capacidad de girar de forma independiente en varias direcciones: hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados. En apenas seis centésimas de segundo, que es más rápido que un abrir y cerrar de ojos, los gatos pueden determinar con precisión la ubicación de un sonido en unos pocos centímetros. Esta notable hazaña auditiva se puede lograr incluso cuando el sonido está a una distancia de hasta un metro.
Los gatos poseen la notable capacidad de detectar incluso las variaciones más pequeñas en los sonidos, como una décima de tono. Su audición ultrasónica supera a la de los humanos y los perros. En 2015, investigadores de dos universidades estadounidenses llevaron a cabo un experimento utilizando melodías que incorporaban sonidos específicamente adaptados a los gatos, incluido el ronroneo y un patrón rítmico que recuerda a la succión. Los hallazgos revelaron que los gatos mostraban una clara preferencia por las canciones diseñadas específicamente para su especie, como «Cozmo’s Air» y «Rusty’s Ballad», sobre la música destinada al disfrute humano.
Olfato
Nada más salir del útero felino, el sentido del olfato está plenamente desarrollado, lo que lo diferencia de los otros cuatro sentidos. El gatito recién nacido rápidamente confía en su nariz para navegar hacia el pezón más cercano y participar en su ingesta nutritiva inicial de calostro y leche.
Según los expertos, los gatos poseen un sentido del olfato que supera al nuestro aproximadamente 14 veces. En comparación con los humanos, los gatos domésticos tienen un epitelio olfativo, que es el tejido especializado responsable de detectar los olores, que es de cinco a diez veces más grande. Esta diferencia de tamaño permite a los gatos poseer hasta 200 millones de células dedicadas a detectar olores, mientras que los humanos sólo tenemos cinco millones.
El órgano de Jacobson, un recurso adicional a disposición de nuestros queridos gatos, se encuentra encima de la boca. Las células receptoras dentro de este órgano establecen una conexión con la sección del cerebro responsable de regular las conductas sexuales, alimentarias y sociales. Cada vez que los felinos huelen algo intrigante, adoptan un comportamiento peculiar: abren parcialmente la boca y curvan el labio superior. Esta acción redirige las moléculas de aire hacia el órgano de Jacobson. A medida que el aire inhalado queda atrapado en el epitelio olfativo o en el órgano de Jacobson, los gatitos tienen una oportunidad adicional de detectar las moléculas que componen varios olores.
Tacto
Los bigotes, también conocidos como vibrisas, son pelos de gato especializados que son más largos y gruesos que el pelaje normal. Estos apéndices sensibles, que emergen de folículos ricos en nervios y vasos sanguíneos, son comparables en sensibilidad a las yemas de los dedos humanos. Las vibrisas desempeñan un papel crucial a la hora de compensar la miopía limitada de un gato. Al detectar incluso las más leves corrientes de aire, permiten a los felinos discernir la presencia de presas potenciales y sortear obstáculos.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo ven los gatos el mundo.