El plástico es uno de los contaminantes más devastadores que está invadiendo los océanos y provocando daños ambientales incalculables. Ante el aumento desmesurado de esta situación, muchas personas se cuestionan cómo llega el plástico al mar. Responder a esta pregunta es crucial para entender el proceso que lleva a los productos y residuos plásticos a acabar en el océano y afectar la vida marina.
En este artículo, abordaremos en detalle cómo llega el plástico al mar, los procesos que facilitan su recorrido y las consecuencias que genera para los océanos y para nosotros.
El plástico como contaminante
El plástico representa un peligroso contaminante para el medio ambiente, sobre todo para los océanos. Una de las vías principales por las que los plásticos llegan al mar es a través de los ríos y el viento, además del abandono de basura directa en las playas. Estos productos plásticos, como colillas, envoltorios y pajitas desechables, pueden tardar siglos en descomponerse, algunos hasta 500 años.
Este retraso en la biodegradación es preocupante, ya que mientras tanto, estos residuos afectan gravemente a la flora y fauna marina. Organizaciones como Ocean Conservancy han recolectado millones de toneladas de residuos en campañas de limpieza de playas, demostrando la magnitud del problema.
Cómo llega el plástico al mar
La contaminación plástica en los océanos comienza desde el momento en que desechamos productos plásticos. De los aproximadamente 260 millones de toneladas anuales de plástico que bordeamos en todo el mundo, solo se recicla el 12%. El resto, incluyendo los residuos plásticos de los vertederos mal gestionados, termina incinerado o disperso en áreas naturales, principalmente debido a la acción del viento y el agua.
Los ríos son una de las vías más importantes por las que el plástico llega al océano. Se calcula que los ríos arrastran entre 1.1 y 2.4 millones de toneladas de plástico al año. Pero además de los ríos, otros factores contribuyen al problema como la pesca, el tráfico marítimo y la acuicultura.
En el mar, el plástico se fragmenta en pequeños pedazos debido a la acción de las olas y los rayos solares. Estos pequeños fragmentos son conocidos como microplásticos, partículas menores de 5 mm que flotan en las corrientes oceánicas.
Una de las mayores acumulaciones de plástico en el océano es el Océano Pacífico Norte, donde la basura plástica forma una gran mancha flotante con una extensión de 1.6 millones de kilómetros cuadrados.
Cuánto plástico se tira al mar
Actualmente, se estima que los mares reciben alrededor de 13 millones de toneladas de plásticos cada año, lo que equivale a verter un camión de basura cada minuto en los océanos. Según varias proyecciones, si no se toman medidas inmediatas para frenar estos vertidos, esa cifra podría aumentar a 17.5 millones de toneladas anuales para 2025.
Se ha observado que los países asiáticos, como China, Filipinas, Indonesia y Vietnam, son responsables de una parte significativa de estos vertidos de plástico.
Consecuencias de la contaminación plástica en los océanos
La acumulación de plástico en el mar provoca numerosos impactos negativos en los ecosistemas marinos. Entre las consecuencias más preocupantes se encuentran la muerte de más de un millón de animales marinos al año, muchos de ellos debido a la ingestión de plástico al confundirlo con alimento.
Además, el plástico se degrada lentamente emitiendo sustancias químicas tóxicas que afectan tanto a la fauna, como a los humanos. Los microplásticos han sido encontrados en la cadena alimentaria a través de la sal de mesa y diversos productos del mar que consumimos.
Cómo podemos reducir la contaminación plástica en los océanos
Reducir el uso de plásticos es crucial para detener el avance de este problema. A continuación, algunas prácticas simples que pueden ayudar a reducir la contaminación por plásticos:
- No utilizar plásticos de un solo uso, como pajitas y cubiertos desechables.
- Utilizar bolsas de tela o carritos de mano en lugar de bolsas de plástico.
- Comprar alimentos a granel y evitar productos excesivamente empaquetados.
- Reciclar y reutilizar envases plásticos siempre que sea posible.
A pesar de que la situación puede parecer abrumadora, es posible mejorar las condiciones de nuestros océanos si cada persona y país adopta medidas más sostenibles. La educación es solo el primer paso: necesitamos soluciones concretas y responsables para frenar la invasión del plástico en nuestros mares antes de que sus efectos se vuelvan irreversibles.