Las placas solares son cada vez más eficientes, lo que ha propiciado un incremento en el autoconsumo doméstico. Si has instalado un sistema fotovoltaico, seguramente te estarás preguntando cómo dar de alta tu instalación. Legalizar las placas solares es un proceso que muchas personas desconocen, pero es fundamental para garantizar que tu instalación cumple con toda la normativa vigente.
A continuación, veremos todos los pasos necesarios para legalizar una instalación fotovoltaica de autoconsumo, tanto a nivel particular como industrial.
Términos clave a tener en cuenta
Para entender cómo llevar a cabo este procedimiento, debemos empezar por familiarizarnos con los términos más importantes que surgen durante el proceso de legalización.
El concepto de legalizar una instalación fotovoltaica abarca todos los trámites administrativos necesarios para que una instalación solar cumpla con las normativas locales, autonómicas y nacionales. Cumplir con todos estos requisitos no es solo necesario, sino que también permite evitar sanciones además de garantizar que la instalación funcione en óptimas condiciones.
Autoconsumo sin excedentes: Es aquel tipo de autoconsumo en el que no se vierten los excedentes generados a la red eléctrica. En estos casos, se puede instalar un sistema anti vertido para que la energía que no se consume en el momento no sea vertida a la red general.
Autoconsumo con excedentes: En este modelo, los excedentes sí que se vierten a la red. El propietario puede optar por recibir compensaciones económicas por estos excedentes o vender directamente la energía sobrante generada por su instalación.
Código CAU: Es el código de autoconsumo, generado por tu distribuidora de energía eléctrica, que identifica a tu instalación fotovoltaica ante la administración y tu distribuidora para llevar a cabo la compensación de excedentes o formalizar la conexión a la red eléctrica.
Legalizar placas solares para consumo doméstico
Vamos a analizar el procedimiento para legalizar una instalación fotovoltaica en una residencia particular. Este tipo de instalaciones son cada vez más comunes y permiten reducir considerablemente la factura de la luz. Sin embargo, para que todo esté en regla y la instalación sea segura y eficiente, es necesario seguir una serie de pasos importantes.
Recopilación de datos para el presupuesto: Lo primero que se necesita es recopilar las facturas de luz de los últimos 12 meses, para que la empresa instaladora pueda diseñar un sistema que se ajuste al consumo real de la vivienda. Aunque no se cuenten con todas las facturas, es importante tener la mayor cantidad posible para poder calcular con precisión la cantidad de energía que requerirá la instalación.
Ubicación de la vivienda: La localización de la vivienda es un factor determinante, ya que se debe considerar la orientación del tejado, así como la inclinación del mismo. Estos dos elementos son esenciales para optimizar la eficiencia de los paneles solares.
Pasos administrativos: Una vez se tiene toda esta información, la fase administrativa comienza con la solicitud de la licencia de obra en el ayuntamiento. En algunas comunidades autónomas, este paso se ha simplificado y puede sustituirse por una declaración responsable. Además, será necesario pagar tasas municipales, como el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
Documentación para la legalización de una instalación doméstica de autoconsumo
Una vez finalizada la instalación, la empresa instaladora debe emitir el Certificado de Instalaciones Eléctricas (CIE), también conocido como boletín eléctrico. En instalaciones de baja potencia, como las que tienen menos de 15 kW, es necesario además presentar una Memoria Técnica de Diseño que debe cumplir con el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT).
Después de tener en orden estos documentos, se debe proceder a la solicitud telemática para los permisos de compensación de excedentes. Para ello, se utiliza el Código de Autoconsumo (CAU), que une el CUPS del cliente con el prefijo A000.
Legalizar placas solares en el ámbito industrial
En una instalación fotovoltaica industrial, el proceso puede ser algo más complejo y requiere una mayor planificación para optimizar la instalación y cumplir con todas las normativas. Aquí es donde la recopilación de datos adquiere un protagonismo especial. Además de las facturas de electricidad, se deben revisar los hábitos de consumo de la empresa y realizar un análisis exhaustivo para determinar la cantidad de energía que se utilizará y cuántos excedentes se generarán, si los hubiera.
Después de estudiar las facturas y definir las necesidades energéticas, el paso siguiente es recabar la ubicación precisa para estudiar la inclinación y orientación de la superficie donde se colocarán los paneles. Esto tendrá un impacto directo en el rendimiento y el ahorro energético.
Proceso de legalización de una instalación industrial
La legalización de una instalación industrial requiere también seguir una serie de pasos obligatorios a nivel administrativo y técnico. En primer lugar, es necesario presentar la licencia de obras en el ayuntamiento correspondiente, similar al proceso en instalaciones residenciales. En algunas regiones, este proceso se ha acelerado y, en muchos casos, se puede proceder con una comunicación previa.
En instalaciones industriales de más de 15 kW, se debe presentar un proyecto técnico visado por un ingeniero. También será necesario un Certificado de Dirección de Obra y un Certificado de Fin de Obra, ambos firmados por ingenieros competentes. En algunos casos, se requiere una inspección inicial por un Organismo de Control Autorizado (OCA), especialmente cuando la instalación supera los 25 kW.
Tras todos estos trámites, el siguiente paso es presentar la instalación ante la Comunidad Autónoma. Una vez presentada, se podrá proceder a realizar la compensación de excedentes mediante el CAU. Este proceso también puede variar según la comunidad autónoma, pero generalmente sigue la misma estructura.
Costes de legalización y subvenciones disponibles
Es importante tener en cuenta que la legalización de una instalación fotovoltaica tiene algunos costes adicionales. Además de las tasas municipales, en muchas comunidades autónomas se deben abonar tasas administrativas adicionales para registrar la instalación. Sin embargo, en la actualidad existen subvenciones y ayudas que facilitan enormemente el presupuesto inicial.
En algunos municipios, se pueden obtener descuentos en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o en el Impuesto sobre Construcciones si la instalación fotovoltaica se realiza para autoconsumo. Estas subvenciones pueden suponer un ahorro significativo en el presupuesto final del proyecto.
Además, el gobierno de España y la Unión Europea han puesto en marcha diferentes líneas de ayudas al autoconsumo que pueden cubrir entre un 40 % y un 90 % de la inversión inicial dependiendo de la potencia de la instalación y de la comunidad autónoma en la que se realice el proyecto.
El proceso de legalización de una instalación fotovoltaica puede parecer largo y complicado, pero si se sigue adecuadamente, permitirá a los propietarios aprovechar todas las ventajas que ofrece la energía solar de forma eficiente y segura. El ahorro energético y las ayudas de las administraciones, así como las subvenciones al autoconsumo, hacen que cada vez más personas se animen a legalizar su instalación fotovoltaica.