En un mundo donde el agua dulce se está convirtiendo en un recurso escaso, cada gota cuenta. Las sequías y precipitaciones ineficientes, que a menudo terminan en inundaciones, agravan la dificultad de almacenar agua de lluvia, desperdiciándola. Es esencial encontrar formas de ahorrar agua en casa, tanto para reducir el impacto ambiental como para disminuir el costo de la factura del hogar.
Sequía: El problema del agua «fabricado»
No es necesario crear alarma para concienciar sobre el ahorro de agua. El hecho de que nuestro planeta esté compuesto de un 75% de agua a menudo se olvida, y se exageran informes de escasez de agua dulce. En muchos casos, este problema de suministro es “fabricado” debido a la falta de infraestructuras adecuadas y la inacción política. Con planificación y responsabilidad se pueden tomar medidas para asegurar que el agua esté disponible para todos.
Reservas de agua dulce en el mundo
El agua dulce solo representa un 2.5% de toda el agua disponible en el planeta, y la mayoría está atrapada en glaciares y acuíferos subterráneos. Menos del 1% está disponible para el consumo humano directo. De este recurso limitado, la agricultura y la ganadería usan la mayor parte, dejando una pequeña cantidad para el consumo humano e industrial. Esto resalta la necesidad de gestionar mejor este recurso y evitar su malgasto.
Además, alrededor del 90% de las reservas de agua dulce del mundo están en la Antártida, lo que aumenta la urgencia de conservar los recursos locales. Cada vez son más las regiones que se enfrentan a la escasez de este recurso, afectando especialmente a países de África y zonas desérticas de Australia y el sur de Europa.
Situación en España
La sequía en España no es algo nuevo, como muestran los registros históricos. A lo largo de la historia, la península ha sufrido varios periodos de sequía, como el de 1944-1946, uno de los más devastadores, o el más reciente de 2016-2017. La actual sequía es solo otro capítulo de una larga historia.
La falta de infraestructura para gestionar adecuadamente las reservas de agua en España agrava la situación. Regiones como Andalucía y Cataluña ya están lidiando con restricciones de suministro, lo que refleja una planificación insuficiente para enfrentar estos problemas recurrentes.
¿Qué pueden hacer desde los gobiernos?
Los gobiernos deben implementar soluciones a largo plazo, como mejorar las infraestructuras hídricas, invertir en plantas desalinizadoras y promover tecnologías de ahorro de agua. Además de concienciar a los ciudadanos, es necesario que las grandes industrias sean más eficientes con el uso del agua, ya que consumen cantidades desmesuradas, como es el caso de las industrias del papel y los semiconductores.
En lugar de culpar únicamente a los ciudadanos por el derroche de agua, los gobiernos deberían centrarse en construir plantas de desalinización y en mejorar las redes de distribución. Aunque la desalinización requiere energía, el uso de fuentes renovables haría posible que el costo ambiental sea bajo.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Las acciones individuales también desempeñan un papel crucial en la conservación de agua. Aquí tienes algunas formas prácticas y sencillas para reducir el consumo de agua en casa:
1. Instala grifos de bajo consumo y aireadores
Cambiar los grifos convencionales por grifos de bajo consumo o instalar aireadores puede reducir significativamente el uso de agua en el hogar. Estos dispositivos limitan el caudal del agua sin afectar la presión, lo que permite ahorrar una cantidad considerable de agua diaria.
2. Usar cisternas eficientes
Existen cisternas de bajo consumo que permiten ajustar la cantidad de agua utilizada con cada descarga. Esto puede significar un ahorro de entre 2 a 4 litros por cada uso.
3. Aprovechar el agua de lluvia y grises
Recolectar agua de lluvia para el riego puede ayudar a reducir el consumo de agua potable. También se pueden reutilizar las aguas grises provenientes de duchas y lavabos para tareas como limpieza del hogar o el riego.
4. Reductores para la ducha
Los reductores de caudal en las duchas aseguran que una gran cantidad de agua no se desperdicie mientras te duchas. Además, una ducha rápida de 5 minutos puede ahorrar hasta un 50% de agua en comparación con un baño.
Pequeños cambios que hacen la diferencia
Algunas acciones sencillas en el día a día pueden marcar una gran diferencia:
- Utiliza la lavadora y el lavavajillas solo cuando estén llenos. Es más eficiente en términos de agua y energía utilizar estos electrodomésticos con cargas completas. En el caso del lavavajillas moderno, puede usar hasta un 40% menos de agua que lavar los platos a mano.
- Descongela alimentos en el refrigerador o a temperatura ambiente, evitando dejarlos bajo el chorro de agua corriente.
- Aprovecha el agua fría almacenando una jarra en el frigorífico. Esto evitará que dejes correr el grifo hasta que el agua salga a la temperatura deseada, ahorrando litros de agua cada día.
Reducir el consumo de agua es una tarea que todos debemos asumir. Desde pequeños cambios en nuestras rutinas diarias hasta inversiones en tecnologías más eficientes en el hogar, cada acción cuenta para preservar este recurso vital.