El coche solar es un innovador vehículo que utiliza un motor eléctrico que obtiene su fuente de energía de los paneles solares instalados en la carrocería, transformando así la energía solar en electricidad. Aunque todavía no es un producto masivo en el mercado, esta tecnología ha despertado gran interés debido a su potencial para apoyar la movilidad sostenible.
En este artículo te explicaremos en profundidad qué es un coche solar, cómo funciona, sus características principales, los retos tecnológicos y si realmente podrían ser viables a corto o largo plazo.
Coche solar
Se trata de un automóvil con un motor eléctrico que obtiene su energía de los paneles solares instalados en toda la superficie de la carrocería. Estos paneles solares convierten la energía del sol en electricidad, y esta puede ser utilizada directamente en el motor o almacenada en baterías para su uso posterior. Es decir, su funcionamiento es, en esencia, similar al de un vehículo eléctrico, pero la fuente de energía es renovable y limpia.
La diferencia entre un coche solar y un coche eléctrico tradicional radica en que el primero extrae la energía del sol mientras está en movimiento o estacionado bajo la luz solar, reduciendo así su dependencia de la red eléctrica. No obstante, esto también plantea ciertos desafíos, como la limitada capacidad de los paneles solares para producir la cantidad de energía necesaria para mantener el coche en funcionamiento continuo.
Viabilidad cuestionable
Actualmente, los vehículos solares todavía enfrentan grandes retos tecnológicos para su implementación como cualquier otro coche eléctrico. Si bien la energía solar es una fuente renovable inagotable, la eficiencia actual de las células fotovoltaicas sigue siendo limitada. Los paneles solares más avanzados en el mercado logran un rendimiento máximo de entre el 26 % y 29 %, lo que significa que solo una fracción de la energía solar que incide sobre los paneles se convierte en electricidad utilizable.
Este bajo rendimiento significa que el coche solar necesita una gran cantidad de área de captación solar para generar suficiente energía. Incluso utilizando el 100% de la superficie disponible del coche para instalar paneles solares, la cantidad de electricidad generada sería insuficiente para ofrecer grandes autonomías. De hecho, según la situación meteorológica y la latitud del lugar, la cantidad de energía que se puede generar varía considerablemente.
En días nublados o durante la conducción nocturna, la energía solar disponible es nula, lo que afecta directamente la autonomía del vehículo. Por esta razón, la mayoría de los proyectos actuales de coches solares integran fuentes de recarga adicionales, como conexiones a la red eléctrica convencional, para suplir esta carencia durante las horas sin exposición solar.
Batería solar
El almacenamiento de energía es una de las piezas clave en la implementación de coches solares. La energía captada por los paneles solares puede ser almacenada en baterías para ser utilizada más tarde, como cuando el coche está en movimiento y no hay luz solar suficiente. Aquí es donde las baterías solares, que son similares a las de los coches eléctricos, juegan un papel crucial.
El suministro de energía podría mejorar con la incorporación de baterías más eficientes. Así, un coche solar ideal sería uno que integre una batería con suficiente capacidad para cubrir los trayectos más largos o permitir la recarga nocturna o en días nublados. Sin embargo, el coste y el peso de estas baterías sigue siendo un reto, ya que añaden masa al vehículo, lo que compromete la eficiencia energética general.
Algunos proyectos
Existen ya varios prototipos y vehículos solares diseñados por diferentes empresas alrededor del mundo, aunque todavía no han conseguido una comercialización masiva.
Uno de los más conocidos es el Lightyear One, que promete una autonomía de 700 kilómetros utilizando un sistema de células fotovoltaicas. Además, aseguran que sus paneles solares permiten un 20% más de eficiencia que otros vehículos solares anteriores. No obstante, su precio, que ronda los 150.000 euros, lo hace inalcanzable para la mayoría de los consumidores.
Otro proyecto es el Sono Sion, con 248 células solares distribuidas en la carrocería que aportan 34 kilómetros adicionales de autonomía solar. Este modelo tenía un precio de entrada de unos 25.500 euros, pero su viabilidad está en duda debido a problemas financieros y de producción.
Además de estos proyectos, varios vehículos más pequeños y eléctricos como «mö», desarrollado en España, han intentado lanzar un coche solar más económico (unos 5.000 euros) pero se han encontrado con problemas de financiación.
¿Podrá ser el coche solar comerciado?
Aunque establecer un vehículo solar netamente comercial y accesible al público sigue siendo un reto, hay buenas perspectivas a futuro. Los avances en paneles solares y baterías podrían permitir que estos coches jueguen un papel clave en la movilidad sostenible.
En otros escenarios, la energía solar ya es una realidad como soporte para vehículos eléctricos. Esto se hace mediante paneles solares en infraestructuras externas, como tejados de viviendas o estaciones de carga, donde se obtiene energía limpia para cargar los coches eléctricos sin depender de los combustibles fósiles.
También existen algunos coches eléctricos e híbridos que utilizan paneles solares en sus techos, no para mover el coche, sino para alimentar sistemas auxiliares, como los de climatización, o para aumentar ligeramente la autonomía. Este es un primer paso hacia la integración solar en los vehículos comerciales.
Si bien los coches solares completamente comerciales aún parecen un objetivo lejano, el futuro del transporte sostenible dependerá de la combinación de tecnologías limpias, como la energía solar y la propulsión eléctrica. El reto está en superar las barreras tecnológicas y financieras para que esta transición sea viable para los consumidores medios.