
China ha conectado en ShanghĆ”i el primer centro de datos submarino diseƱado para funcionar con energĆa procedente de parques eólicos marinos. La instalación se ubica frente a la costa de Lin-gang y combina infraestructura digital con generación renovable en el mar para reducir consumo energĆ©tico, agua y ocupación de suelo.
El proyecto, situado en la Zona Piloto de Libre Comercio del Ćrea Especial de Lin-gang, arranca con una potencia operativa inicial de 2,3 MW y prevĆ© alcanzar 24 MW cuando se complete. La inversión total asciende a 1.600 millones de yuanes (aprox. 226 millones de dólares), e integra la producción eólica con la demanda informĆ”tica de forma coordinada.
Ubicación, inversión y hoja de ruta
El enclave de Lin-gang permite aprovechar los recursos del Mar de China Oriental, donde las horas de viento útiles superan las 3.000 al año, aportando un suministro eléctrico estable y de baja huella de carbono. En su primera fase, el centro ya estÔ en servicio y se ha diseñado con un objetivo de PUE ( eficiencia energética ) no superior a 1,15.
MÔs de 95% de la electricidad consumida serÔ de origen renovable, priorizando el aporte eólico marino. Esta integración facilita consumir la generación en el propio litoral, minimizando pérdidas de transporte y mejorando la estabilidad operativa de la plataforma submarina.
Respecto a la expansión, las entidades implicadas āentre ellas Shanghai Hicloud Technology, Shenergy Group, China Telecom (Shanghai), INESA y Third Harbor Engineeringā han firmado un acuerdo para impulsar un programa de centros de datos submarinos con 500 MW vinculados a eólica marina, lo que marca el salto de la fase demostrativa a una escala industrial.
La iniciativa se inserta en la estrategia local de computación inteligente de ShanghÔi, que aspira a elevar la capacidad de cÔlculo hasta 200 EFLOPS en los próximos años, y encaja con los planes nacionales para distribuir la infraestructura digital y reforzar la eficiencia de la red informÔtica.
Eficiencia, refrigeración y menor impacto
Uno de los mayores cambios llega con la refrigeración. En centros terrestres, el enfriamiento puede suponer entre el 40% y el 50% del consumo eléctrico total; en este caso, el uso del agua de mar como sumidero térmico natural reduce esa fracción a menos del 10%, con el consiguiente ahorro energético.
El diseño elimina el uso de agua dulce para enfriar los equipos y recorta de forma drÔstica la necesidad de suelo, al trasladar la mayor parte de la infraestructura al fondo marino. Según los responsables del proyecto, la combinación de eólica marina y arquitectura sumergida permite un ahorro energético del 22,8% frente a centros de datos convencionales.
Los estĆ”ndares regulatorios tambiĆ©n pesan: la polĆtica china de 2024 exige que los grandes centros nuevos o modernizados alcancen una PUE ⤠1,25 para finales de 2025 (⤠1,20 en nodos clave). El proyecto de Lin-gang se sitĆŗa por debajo de esos umbrales, consolidando un enfoque de infraestructura digital baja en carbono.
MĆ”s allĆ” de la eficiencia, la plataforma estĆ” concebida como soporte para cargas de trabajo de IA, redes 5G, Internet industrial y comercio electrónico, apoyando el crecimiento de la economĆa digital sin incrementar el impacto hĆdrico ni la ocupación en tierra firme.
El despliegue, no obstante, conlleva retos: la madurez tecnológica de los módulos sumergibles, la logĆstica de operación y mantenimiento a larga distancia, la resistencia a la corrosión y la gestión ambiental del entorno marino. Los socios implicados subrayan que la reducción de costes y la estandarización serĆ”n claves para escalar a gran volumen.
Como referencia para otras regiones, este modelo abre la puerta a soluciones similares donde la eólica marina estĆ© consolidada, siempre que se cumplan las exigencias tĆ©cnicas y ambientales. La integración entre generación renovable y centros de datos próximos a la fuente de energĆa puede aliviar redes terrestres y mejorar el equilibrio entre computación y sostenibilidad.
Con la primera fase ya activa, una meta de 24 MW y un acuerdo marco de 500 MW, el centro de datos submarino eólico de ShanghÔi fija un precedente: combinar viento marino y refrigeración oceÔnica para avanzar hacia infraestructuras digitales mÔs eficientes, con menos agua y menor consumo energético por unidad de cómputo.

