La precursora en energías renovables, la Unión Europea, ha sido superada por China en este último año. Es evidente que el desarrollo de energías renovables avanza a nivel mundial, y China ha tomado un papel protagónico en la transición global hacia fuentes de energía más limpias.
Si echamos un vistazo rápido, podemos comprobar que, de dichas energías, la energía solar y la eólica son las que experimentan un marcado auge y se encuentran actualmente en unas condiciones excelentes para competir con las energías fósiles. La Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) aporta datos relevantes que indican que sigue siendo una inversión prometedora y sus costos continuarán bajando en los próximos años, lo que impulsará aún más su adopción global.
Adnan Amin, Director General de IRENA, afirmó que: «Esta nueva dinámica indica un cambio significativo en el sistema energético global. Los costos de la energía fotovoltaica podrían reducirse hasta en un 50% aproximadamente en promedio global en los próximos 3 años». Esto refleja el camino hacia una energía más accesible. Añade que «la decisión pro energías renovables no es sólo una elección ecológica, sino una inteligente decisión económica, reconocida por gobiernos de todo el mundo».
China asume el liderazgo de Europa en energías renovables
China ha avanzado a pasos agigantados en las tecnologías del futuro y está desarrollando más energía solar y eólica que ningún otro país. La capacidad instalada de energía solar en China ha superado los 660 GW en 2023, una cifra impresionante considerando que hasta hace pocos años era un país altamente dependiente de combustibles fósiles.
En cuanto a la energía eólica, China tampoco se queda atrás. En 2023, ya tiene en construcción alrededor de 159 GW de capacidad eólica, lo que, unido a su capacidad solar, posiciona al gigante asiático como invencible en este campo. Estas cifras superan a gran escala las de países como EE.UU., donde la capacidad eólica proyectada es de 40 GW.
Prof. Claudia Kemfert, economista especializada en energía del Instituto Alemán para la Investigación Económica, menciona que «China toma este liderazgo porque ha reconocido las enormes posibilidades del mercado y las ventajas económicas que ofrece el desarrollo de las energías renovables».
Además, en 2023, China instaló más energía solar en un solo año que la mayoría de los países en toda su historia, con 216,9 GW adicionales en capacidad solar. Esto demuestra cuán decidida está China a no solo ser líder, sino a dominar completamente el mercado de las energías limpias.
Inversión de China en energías renovables
China no solo lidera en capacidad instalada, sino que también en inversión en energías renovables. De acuerdo con Bloomberg New Energy Finance, en 2023 se invirtieron más de 140 mil millones de dólares en proyectos eólicos y solares en China, cifras enormemente superiores a las de cualquier otro país.
La estrategia del país incluye una combinación de subsidios gubernamentales y financiación pública que ha permitido a China construir capacidades energéticas a un ritmo récord. Aunque los subsidios directos disminuyeron durante la pandemia, las provincias han seguido apoyando con incentivos adicionales.
China ha retirado las tarifas preferenciales para proyectos de energías renovables en 2022, pero continúa inyectando fondos a la mejora de su infraestructura energética. Estos fondos han permitido la construcción de más de 100 GW en líneas de transmisión de larga distancia, mejorando así la capacidad del país de transportar energía limpia generada en áreas remotas.
¿Europa puede recuperar terreno?
El Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, declaró su intención de que «Europa se convierta en el líder en la lucha contra el cambio climático». Sin embargo, Europa ha perdido terreno no solo frente a China, sino también frente a otras economías que están avanzando más rápido en la implementación y desarrollo de energías renovables.
Stefan Gsänger, Secretario General de la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA), subrayó los problemas estructurales en Europa al señalar que los «mercados se estancan, e incluso retroceden». En 2022 y 2023, las inversiones en energías renovables en la UE alcanzaron su nivel más bajo en más de una década.
Además, la UE se enfrenta a la competencia interna de otros sectores energéticos, como el nuclear o el carbón. Mientras que China construye nueva infraestructura, los países europeos deben enfrentar el desafío de remplazar las energías fósiles.
Sin embargo, hay esperanza. La Comisión Europea propone que para 2030, la cuota de energías renovables alcance el 50% del total del consumo energético, un objetivo ambicioso que, aunque difícil, podría devolverle a Europa un papel de liderazgo en la transición energética.
La dominación energética de China
Para China, la ampliación de las energías renovables no es solo una cuestión de eficiencia ambiental, sino de ventaja económica internacional. Con el crecimiento constante de su demanda energética, China ha logrado implementar energías renovables sin tener que retirar grandes volúmenes de capacidad fósil o nuclear de la red.
Julian Schorp, de la Cámara Alemana de Industria y Comercio en Bruselas, argumenta que «en China, la inversión en nuevas capacidades es constante, ya que el consumo sigue creciendo a niveles extraordinarios». Esto es una ventaja respecto a Europa, donde el consumo energético se estanca en muchos países.
Además, China continúa invirtiendo en tecnologías críticas como el almacenamiento de energía y las redes inteligentes. El país ha duplicado su capacidad de almacenamiento desde 2020, alcanzando los 67 GW en 2023. Se espera que esta capacidad siga creciendo exponencialmente, con un objetivo de 300 GW en 2030 para respaldar la expansión de las renovables intermitentes.
Si Europa no encuentra una forma de acelerar su transición energética, China continuará liderando y ampliando su ventaja tecnológica y económica en las próximas décadas.
La política china ha sido clave para su éxito, junto con su capacidad para ofrecer soluciones tecnológicas baratas y de alto rendimiento, como los paneles solares y las turbinas eólicas. Este enfoque le ha permitido posicionarse a nivel mundial como el referente en energías renovables.
Conformar un futuro energético sostenible mundial está en manos de aquellos que puedan adaptarse y liderar en costos, innovación y capacidad de infraestructura. En el caso de China, ya está mostrando al mundo lo que es posible cuando se tienen políticas públicas coherentes y un compromiso industrial sólido.