Chernóbil vuelve a tener vida tras treinta años

Chernobyl después de 30 años

La catástrofe nuclear ocurrida en el año 1986 en Chernóbil dejó un rastro de radiación y una ciudad fantasma a su paso. Generaciones posteriores al incidente han sufrido las consecuencias del exceso de radiación. Sin embargo, hoy día, Chernóbil rezuma vida.

¿Cómo puede suceder esto? Además, tras treinta años desde que ocurrió la catástrofe, nadie ha vivido allí para contar esto. ¿Quieres saber más sobre ello?

Tras la catástrofe de Chernóbil

chernobil en la actualidad

Tras el accidente nuclear, cientos de miles de personas tuvieron que ser evacuados de la zona y trasladados a otras más seguras y en condiciones habitables. El lugar a estado deshabitado completamente durante estos treinta años, pues los niveles de radiación aún siguen siendo demasiado altos como para que un ser humano pueda vivir allí.

Sin embargo, hace unos meses se ha podido descubrir que la zona de Chernóbil en la que ocurrió la catástrofe se encuentra llena de vida. Gracias a una cámara trampa que está situada en los bosques que rodean la ciudad se han podido obtener imágenes de animales y plantas que han repoblado el desierto desolado que dejó tras de sí el accidente.

Hace ya unos años se realizó un estudio previo sobre posibles poblaciones de animales y plantas gracias al descubrimiento de huellas que podían indicar la presencia de flora y fauna presente. Sin embargo, no se podía asegurar con total confianza y tampoco se podía ir hasta allí para averiguarlo, como es de esperar. Pero este nuevo estudio sí confirma la presencia de animales y plantas en la zona del desastre nuclear.

El hecho de que haya animales es una señal más buena de la recuperación de la zona, puesto que las plantas tienen otros mecanismos de supervivencia ante la radiación. Es por eso, que le hecho de que haya animales en Chernóbil quiere decir que su recuperación va viento en popa.

Chernóbil con vida

animales fotografiados en los alrededores de Chernóbil

Los científicos han colocado una serie de cámaras de vigilancia que se activan ante el movimiento. Dichas cámaras disponen de un olor a ácido graso para atraer mejor a los animales. De esta forma, cuando los animales se acerquen a la cámara atraídos por el olor, podrán capturar fotos y corroborar la teoría de que Chernóbil vuelve a tener vida.

Para poder afirmar la recuperación moderada de Chernóbil, los científicos se han basado en la fotografía de los grandes depredadores que se encuentra por encima en la cadena alimentaria y que son buenos indicadores para la salud y el buen estado general de un ecosistema. Además, las fotografías tomadas a estos animales confirman que éstos no tienen ningún problema derivado por la radiación. Es decir, parece que su fisiología no ha sido alterada ni existe ningún tipo de mutación, están totalmente sanos.

Las especies que más se han llegado a ver han sido lobos, jabalíes, zorros y mapaches. Los investigadores estiman que la presencia de estos depredadores se debe a que se están moviendo continuamente en búsqueda de agua potable y nuevas fuentes de alimentos. Si en un ecosistema existen depredadores que se encuentran en la zona más alta de la cadena alimentaria, quiere decir que existen especies de animales y plantas en los eslabones inferiores de la cadena que son capaces de sustentarlos. Por lo tanto, se puede afirmar que el ecosistema goza de un buen estado de salud en general puesto que hay una biodiversidad suficiente como para mantener la cadena alimenticia completa.

También existe otra evidencia que señala la recuperación de Chernóbil. Se trata de que los carnívoros, al encontrarse en los niveles más altos de la cadena alimenticia, son capaces de bioacumular más contaminantes arrastrados y absorbidos por los otros eslabones inferiores. Aunque tampoco se puede cantar victoria, ya que apenas existen estudios sobre los efectos de la contaminación en las poblaciones de especies de niveles tróficos superiores.

Esto puede tener repercusiones en los depredadores encontrados mediante las fotografías tomadas con la cámara trampa. Es decir, un ciervo puede tener determinada radiación en su cuerpo que haya absorbido de las plantas que come. Pero un lobo puede almacenar más cantidad de radiación total debido a que se come a los ciervos que previamente habían acumulado radiación.

Como se puede observar, Chernóbil está volviendo a la vida poco a poco y los animales son los mejores indicadores de ello.


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