Suiza vota un proyecto de cierre para sus centrales nucleares

Centrales Nucleares

El 58,2% de los ciudadanos suizos que participaron en el referéndum abierto hasta ayer (21 de mayo), sobre el futuro energético de su país votaron a favor de la propuesta de cerrar progresivamente las centrales nucleares. Como substitución,  se proyectaran nuevos plantas basadas en energías renovables (solar, eólica, biomasa, geotérmica entre otras).

Únicamente en cuatro de los 26 cantones helvéticos ganaron los partidarios de seguir utilizando las centrales nucleares después del año 2050. “Este es un día histórico para el país”, dijo la parlamentaria del Partido Verde Adele Thorens Goumaz a la cadena pública RTS. “Suiza entrará finalmente en el siglo XXI cuando se trata de energía”.

Pocas semanas después de la catástrofe de Fukushima, Suiza, que cuenta con cinco reactores nucleares que producen cerca un tercio de la electricidad del país, había decidido dejar la energía nuclear hacia 2034, aunque precisando que esta fecha era teórica.

Las autoridades habían precisado que las centrales deberían ser cerradas tras cumplir una vida útil de entre 50 y 60 años.

A partir de esta decisión, el Gobierno suizo (que funciona sobre la base del consenso y está formado por siete ministros que representan a los cuatro grandes partidos) trabajo en la elaboración de una estrategia energética, cuya puesta en marcha está proyectada en varias etapas de aquí a 2050.

La primera fase de esta estrategia, sobre la cual los suizos se han pronunciado este domingo, busca reducir el consumo de energía. El proyecto fija valores indicativos del consumo energético promedio por persona en un año, estableciendo como marcador el año 2000, con un objetivo de reducir esta cifra en un 16% para 2020 y en un 43% para 2035.

Los resultados de la votación cerrada a primera hora de la tarde del domingo 21 de mayo abren el camino para que el gobierno ponga en práctica de forma gradual, a partir de enero de 2018, las medidas necesarias para substituir la energía nuclear.

La estrategia energética del gobierno suizo que ha conseguido la mayoría en esta consulta popular se marca el horizonte de del año 2050, en el que quedarían desmantelados los cinco reactores nucleares que actualmente funcionan en Suiza. No obstante, como hemos comentado anteriormente, este programa no establece fechas exactas para el cierre de cada una de las instalaciones nucleares.

Las centrales nucleares de Suiza tienen licencias de explotación de uso indefinido, es decir, no existe una fecha límite clara para determinar cuándo deben cerrarse.

En noviembre pasado, los votantes suizos rechazaron en un referéndum similar una propuesta para acelerar el cierre de las nucleares estableciendo para todas ellas una límite de 45 años de vida. Uno de los elementos clave en estas dos consultas ha sido el coste económico que supone el cierre de las centrales nucleares y su substitución por instalaciones renovables.

Para minimizar este coste, el proyecto marca unos objetivos ambiciosos de ahorro y eficiencia energética, con una reducción del consumo de electricidad del 16% para 2020 y de hasta el 43% para 2035 (en relación con el consumo del año 2000).

El parlamento suizo apoya la nueva ley de la energía, con la excepción del partido político más grande del país, el populista Partido Popular Suizo (SVP). Además del coste económico, el SVP se opone a la propuesta de las energías renovables argumentando que su desarrollo masivo perjudicará el paisaje de Suiza, con la instalación de numerosas centrales eólicas y solares.

Presencia de parques eólicos

Según la SVP, la reforma del sistema energético tendrá un costo de cerca de 200.000 millones de francos suizos (183.000 millones de euros) hasta 2050.

Para un hogar de cuatro personas, esto representa 3.200 francos suizos adicionales (2.900 euros) por año en costos e impuestos adicionales, afirmó la formación.

“Es pagar 3.200 francos más (…) por una ducha de agua fría”, ironizó la UDC en uno de sus carteles electorales.

El Gobierno rechaza estos cálculos y estima que para un hogar con cuatro personas con un consumo estándar, el costo adicional será de 40 francos suizos por año.

Además, el Gobierno sostiene que esto podría quedar compensado por una mayor eficacia energética, citando como ejemplo una reducción de los costos de la calefacción.

biomasa

A finales de 2016, los electores suizos rechazaron una iniciativa lanzada por los Verdes y sostenida por la izquierda que proyectaba limitar a 45 años la vida útil máxima de un reactor.


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