La cementera Cemex y Enagás, a través de su filial Scale Green Energy, han sellado una colaboración para desplegar una solución integral de transporte marítimo de CO2 capturado procedente de las plantas de cemento. El acuerdo se enmarca en las estrategias de descarbonización del sector y busca viabilizar una cadena de valor completa del carbono.
El planteamiento incluye inversiones conjuntas en captura y logística, con el envío del CO2 en estado licuado hacia instalaciones de almacenamiento autorizadas en el sur de Europa. Además, las partes estudiarán la extensión por tubería como vía complementaria para reforzar la red.
Un acuerdo para acelerar la descarbonización industrial
La alianza pretende cubrir todo el ciclo del CO2: desde la captura en las fábricas de Cemex hasta su entrega en almacenes geológicos u otras soluciones autorizadas, con una logística diseñada para grandes volúmenes y trazabilidad. Este movimiento se alinea con la estrategia climática de la compañía cementera, «Futuro en Acción».
Desde Enagás, Jesús Saldaña —director general de Desarrollo de Negocio y Sociedades Participadas— destaca que la cooperación permite a España posicionarse en una infraestructura de captura y almacenamiento clave para cumplir los objetivos europeos, incluyendo la meta comunitaria de capturar 50 millones de toneladas de CO2 en 2030.
Cómo se moverá el CO2: de la planta al mar
En las instalaciones de Cemex, las emisiones se capturarán y licuarán para su transporte. Posteriormente, el CO2 licuado se cargará en puerto y viajará por mar hasta hubs del Mediterráneo con autorización y operativa en marcha.
La solución pone el foco en la seguridad, eficiencia y escalabilidad, requisitos esenciales para gestionar volúmenes propios de sectores de difícil abatimiento como el cementero. Según la empresa, el diseño está orientado a minimizar tiempos y costes logísticos.
El buque de nueva generación
Scale Green Energy liderará el desarrollo de un buque especializado de 20.000 m³ para el transporte de CO2 licuado. Esta embarcación permitirá conectar varias plantas industriales con distintos puntos de almacenamiento en el arco mediterráneo, aportando flexibilidad operativa.
El diseño apunta a una implementación ágil y a la posibilidad de adaptar rutas y frecuencias en función de la disponibilidad de los centros emisores y los hubs de recepción, con el objetivo de acelerar el despliegue de la cadena logística del carbono.
Tuberías como vía complementaria
El acuerdo contempla analizar el desarrollo de transporte por tubería en tramos donde resulte ventajoso, por ejemplo, para acercar el CO2 capturado a las terminales marítimas. Esta opción se estudiará como complemento al envío por barco, no como sustituto, atendiendo a criterios técnicos y regulatorios.
Impacto para España y objetivos europeos
La iniciativa aspira a reforzar el papel de España en la cadena europea de captura y almacenamiento de carbono, aportando una solución concreta para el sector cementero. Para Benjamín Cabrera, responsable de Operaciones de Cemex España, disponer de logística a gran escala es clave para gestionar volúmenes significativos de CO2 con seguridad y coste competitivo.
El proyecto incide en la reducción de emisiones de difícil abatimiento y en la mejora de la competitividad industrial, al habilitar una infraestructura que integra captura, transporte y almacenamiento con criterios de fiabilidad y cumplimiento normativo.
Gobernanza y siguientes pasos
Las empresas trabajarán en el análisis técnico y económico del esquema logístico, así como en el diseño del buque y la coordinación con los sitios de almacenamiento autorizados. La hoja de ruta prevé hitos de ingeniería y evaluación regulatoria para escalar la solución conforme avance su viabilidad.
Con esta colaboración, Cemex y Enagás buscan fijar las bases de una red regional de transporte de CO2 por mar que conecte focos emisores con hubs del Mediterráneo, impulsando la transición hacia una industria baja en carbono sin perder de vista la seguridad, el coste y la rapidez de despliegue.
