Continuamos empeñados en transmitir estrategias de arquitectura bicoclimática para crear casas que aprovechen las condiciones naturales de su entorno para propiciar ahorro energético y ser más sostenibles. En entradas anteriores hablamos de la orientación de la casa y sobre cómo ventilarlas de manera natural, hoy vamos también por esa vía pero con una encantadora idea de sembrar árboles alrededor de nuestras casas, preferiblemente por el norte, pero en realidad puede ser por donde tengáis espacio y os guste.
Los árboles dan sombra y además refrescan el lugar debido a que mediante su transpiración evaporan agua, por otro lado, durante el invierno son una barrera que evita el paso de los vientos fríos que dominan durante esta estación del año. Según los estudios realizados por especialistas en arquitectura bioclimática plantar árboles cerca de las casas podría suponer un ahorro de entre el 15 y el 40 por ciento del consumo energético que necesitamos para mantener una temperatura confortable dentro de la casa.
Pero como no querrás plantar árboles para que los disfruten tus nietos, lo mejor es sembrar especies de crecimiento rápido y de hoja caduca que tengan una gran copa en verano, brinden sombra y frescura y que pierda las hojas en invierno permitiendo el paso de luz natural al interior de la casa. Para que los uses eficientemente, deberás saber hasta que altura crecerán para medir si ofrecerán sombra a la segunda planta de la casa, si la hubiera.
Es difícil recomendar especies específicas porque su idoneidad dependerá de cada localidad, su clima y orografía. Lo mejor será consultar un vivero cercano. Lo que si se puede decir son un par de cosas de sentido común. Deben ser especies cuyas raíces no crezcan demasiado y ponga en peligro la integridad de la casa. Dependiendo de tu afición a las plantas, deberás escoger alguno que cuyos cuidados se adapten a tu gusto y tiempo disponible y recuerda que debes regarlos, fumigarlos y abonarlos para que crezcan fuertes y sanos.