Este insólito proyecto financiado por la administración gala, costó 5 millones de euros. Pero antes de mencionar las críticas recibidas, señalemos algunos puntos a tener en cuenta sobre estas vías generadoras de energía:
- La mayor ventaja de una calzada solar es que evita el uso de tierra cultivable para producir electricidad. Con ella se estaría aportando de otra utilidad a las autopistas.
- La demanda mundial de energía se va a multiplicar x2 para el año 2050.
- Las carreteras solamente están ocupadas por vehículos un 10% del tiempo.
- También hay que considerar la constante evolución de las tecnologías fotovoltaicas, haciendo que cada vez las celdas solares sean más eficientes, y baratas de fabricar.
No fueron pocas las críticas recibidas, relacionadas principalmente con el alto coste de este proyecto solar. Hay que admitir que era previsible ese presupuesto, pues conseguir un pavimento fotovoltaico resistente al tráfico de camiones, encarece bastante la obra.
También se ha puesto en duda su eficiencia energética, ya que con ese dinero se podría haber instalado una planta solar de paneles inclinados. Su localización también es cuestionada, pues hay lugares en Francia con mayor número de horas de sol al año. Aquí hay que señalar que la cooperativa encargada de producir estos módulos está precisamente en Tourouvre-au-Perche.
Los expertos no cuestionan esta innovación tecnológica en sí. Pero se preguntan por su rendimiento, y creen que ese presupuesto se podría haber invertido en otras infraestructuras renovables de rentabilidad ya constatada.