
En nuestro post anterior, hablamos sobre la energĂa de la biomasa. En Ă©l exploramos desde quĂ© es, cĂłmo funciona y de dĂłnde proviene hasta las ventajas y desventajas de esta fuente de energĂa. Hicimos una pequeña menciĂłn a las calderas de biomasa, pero no entramos en detalles con el propĂłsito de abordarlas de manera más profunda en este artĂculo.
En este post, vamos a profundizar no solo en las distintas calderas de biomasa, sino tambiĂ©n en la polĂ©mica del balance de CO2 que surge al analizar la biomasa como una fuente de energĂa limpia.
¿Qué son las calderas de biomasa?
Las calderas de biomasa son equipos que permiten utilizar la energĂa contenida en la biomasa para generar calor destinado a la calefacciĂłn y agua caliente sanitaria en hogares y edificios. Funcionan mediante la combustiĂłn de materiales de origen natural, como los pellets de madera, los huesos de aceituna, los residuos forestales, las cáscaras de frutos secos, entre otros.
El principio de funcionamiento de una caldera de biomasa no difiere demasiado de las tradicionales. En ellas, se quema el combustible proveniente de la biomasa, generando una llama que calienta un circuito de agua. Este agua caliente es distribuida a travĂ©s del sistema de calefacciĂłn o para calentamiento de agua en el hogar. Para maximizar la eficiencia, se recomienda la instalaciĂłn de un acumulador que almacene el calor producido, extendiendo su uso en el tiempo de manera similar a los sistemas de energĂa solar.

Además, las calderas de biomasa requieren un contenedor o silo donde se almacena el combustible. Desde allĂ, se transporta al quemador ya sea mediante un tornillo sin fin o un sistema de succiĂłn. Tras la combustiĂłn, las cenizas resultantes se acumulan en un cenicero, que debe limpiarse varias veces al año para evitar su saturaciĂłn.
Tipos de calderas de biomasa
Al comprar una caldera de biomasa, es importante entender el tipo de combustible que puede utilizar y las necesidades de almacenamiento. Existen diferentes tipos de calderas de biomasa segĂşn el combustible que manejan y el uso previsto.
Algunas calderas permiten el uso de distintos combustibles, mientras que otras, como las calderas de pellet, solo admiten un tipo de combustible. Las primeras son más aptas para instalaciones industriales, dado que manejan mayores cantidades de combustible y tienen una mayor capacidad de almacenamiento.
Por otro lado, las calderas de pellet son más comunes en el ámbito residencial y tienen una potencia adecuada para viviendas medianas, proporcionando calefacción y agua caliente sanitaria para superficies de hasta 500 m².
De acuerdo con el tipo de biomasa y la cantidad de humedad que contiene, estas calderas pueden tener una eficiencia variable. Algunas alcanzan eficiencias cercanas al 105%, lo que supone un ahorro en combustible de hasta el 12%. La humedad del combustible es un factor clave, ya que influye directamente en el rendimiento de la caldera.
- Calderas para combustibles secos: tienen una baja inercia térmica y mantienen una llama intensa que alcanza temperaturas muy elevadas, incluso capaces de cristalizar la escoria resultante.
- Calderas para combustibles húmedos: su diseño permite quemar combustibles con un mayor contenido de humedad gracias a una gran inercia térmica. Estas calderas están diseñadas para secar el combustible antes de su gasificación y oxidación completa, evitando la formación de humo negro.
Calderas de pellets-huesos de aceituna
Dentro de las calderas que utilizan pellets como combustible, encontramos varios tipos diseñados para distintos usos y potencias.
Caldera de biomasa de pellets modular
Estos modelos están destinados a instalaciones con potencias que oscilan entre los 91 kW y los 132 kW, utilizando preferentemente pellet de pino como combustible. Están diseñadas para funcionar en cascada y permiten un uso muy eficiente del combustible gracias a sistemas de aspiración y depósitos de reserva.

Una de las caracterĂsticas más destacadas de esta caldera es que reduce el consumo de combustible al bajar la temperatura de los gases de combustiĂłn, y alcanza rendimientos de hasta un 95%. Además, está equipada con un sistema de limpieza automática tanto del quemador como del cenicero, lo que minimiza la necesidad de intervenir manualmente.
Calderas de leña
Las calderas de biomasa también pueden utilizar troncos de leña como combustible. Este tipo de calderas son muy utilizados en áreas rurales o en viviendas que disponen de fácil acceso a material leñoso.
Caldera de gasificaciĂłn de alta eficiencia
Este tipo de caldera se basa en la tecnologĂa de gasificaciĂłn de llama invertida. Están disponibles en versiones de 20, 30 y 40 kW, y su principal ventaja es que logran una eficiencia energĂ©tica del 92%, superando ampliamente el 80% exigido por las normativas actuales.
Las ventajas de este tipo de calderas incluyen:
- Alta eficiencia energética con un aprovechamiento óptimo del combustible.
- AutonomĂa de carga de hasta siete horas, lo que reduce la frecuencia de carga de leña.
- Modulación electrónica que ajusta automáticamente la potencia generada según la demanda.
- IncorporaciĂłn de un sistema de seguridad contra sobrecalentamiento, garantizando un uso fiable y seguro.
Ventajas de las calderas de biomasa
Entre las principales ventajas de instalar una caldera de biomasa destaca el bajo precio de la biomasa en comparación con los combustibles fósiles. Al no estar vinculada a los mercados internacionales, su precio es más estable y competitivo. Además, los recursos de biomasa suelen ser locales, lo que reduce los costes de transporte.
Otra de sus mayores virtudes es que la tecnologĂa de biomasa es segura y eficiente. Las calderas de biomasa actuales, particularmente las que utilizan pellets, tienen una eficiencia cercana al 90%, lo que convierte esta opciĂłn en una alternativa rentable y renovable.

Por Ăşltimo, debemos señalar que las calderas de biomasa utilizan una energĂa limpia y prácticamente inagotable. Aunque emiten diĂłxido de carbono (CO2) durante su operaciĂłn, este es neutralizado porque la biomasa absorbiĂł previamente esa misma cantidad de CO2 durante su crecimiento. Además, el uso de biomasa contribuye a la limpieza de los bosques, ayudando a prevenir incendios forestales.
Desventajas de las calderas de biomasa
No obstante, las calderas de biomasa no son perfectas. Tienen un menor poder calorĂfico en comparaciĂłn con otros combustibles fĂłsiles. Por ejemplo, los pellets tienen aproximadamente la mitad del poder calorĂfico del gasĂłleo, lo que se traduce en la necesidad de consumir más combustible para generar una cantidad equivalente de energĂa.
Además, los almacenamientos de biomasa, como los pellets, suelen requerir grandes espacios de almacenamiento. Esto incluye tener cerca un silo para los pellets en el cual poder almacenar el combustible durante largos perĂodos de tiempo.
La polĂ©mica del balance de CO2 en la energĂa de la biomasa
Una de las cuestiones más debatidas en torno a la energĂa de la biomasa es su balance de CO2. Debido a que quemar biomasa implica liberar diĂłxido de carbono a la atmĂłsfera, surge la pregunta de si este proceso es realmente mejor para el medioambiente en comparaciĂłn con los combustibles fĂłsiles.
La respuesta radica en el hecho de que, mientras las plantas, árboles u otros vegetales crecen, absorben el CO2 presente en la atmĂłsfera mediante el proceso de fotosĂntesis. Esa misma cantidad de CO2 es la que se libera cuando la biomasa se quema, dando lugar a un balance de carbono neutral, es decir, que no contribuye al aumento del CO2 en la atmĂłsfera ni al efecto invernadero, como sĂ lo hacen los combustibles fĂłsiles.
Aunque existen posturas crĂticas que afirman que este balance no es tan perfecto, lo cierto es que, al contrario de lo que ocurre con los combustibles fĂłsiles, el CO2 liberado por la biomasa pertenece al ciclo biolĂłgico actual, mientras que el carbono de los combustibles fĂłsiles fue capturado y almacenado durante millones de años bajo tierra.

Además, es importante tener en cuenta que la biomasa puede ayudar a reducir las emisiones relacionadas con el transporte, ya que es un recurso local que evita la necesidad de largos desplazamientos de combustible, lo cual también tiene un impacto positivo en el equilibrio ambiental.
Estudiando todo esto en profundidad, podemos decir que la biomasa es una fuente de energĂa renovable que, aunque no tan conocida, puede tener un gran impacto en la reducciĂłn del uso de combustibles fĂłsiles y en la preservaciĂłn del medio ambiente.

