Biometano: inversiones estratégicas y crecimiento en Europa y España

  • Solarig, a través de Biorig, invertirá más de 300 millones en biometano en Italia hasta 2030.
  • España y Cataluña destacan por su potencial, aunque la producción aún es incipiente frente a Europa.
  • El biometano impulsa la economía circular y la descarbonización energética en Europa.
  • El marco regulatorio y las alianzas locales, claves para el desarrollo del sector.

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El biometano se ha convertido en una de las soluciones más relevantes para la transición energética y la reducción de emisiones en Europa. Este gas, renovable y con propiedades equiparables al gas natural convencional, se obtiene a partir de residuos orgánicos a través de procesos de digestión y purificación. Su integración en las redes existentes y su uso como combustible en transporte permiten aprovechar recursos locales, promueven la economía circular y facilitan el avance hacia un modelo menos dependiente de los combustibles fósiles.

La creciente demanda de alternativas sostenibles ha llevado a que tanto el sector público como el privado apuesten por el despliegue de este gas renovable en Europa. Países líderes como Francia, Alemania, Italia y Dinamarca han demostrado que el biometano puede jugar un papel decisivo en el logro de objetivos de neutralidad climática, pero también en España, regiones como Cataluña están mostrando un gran potencial de producción.

Solarig y Biorig: inversión récord para la expansión del biometano en Italia

En el ámbito internacional, destaca la apuesta de Solarig —a través de su filial de gas renovable Biorig— por el mercado italiano. La compañía ha anunciado una inversión que supera los 300 millones de euros hasta 2030, destinada al desarrollo y operación de más de 20 plantas de biometano en Italia. Este plan ambicioso prevé alcanzar una producción cercana a 1 TWh anual, lo suficiente para suministrar energía a unos 360.000 hogares italianos.

Según declaraciones de directivos como Manuel Alonso, Director General de Biorig, Italia representa una «oportunidad estratégica», debido a su marco normativo favorable, su gestión avanzada de residuos y la valorización de los biofertilizantes generados. Biorig combinará el desarrollo de nuevas infraestructuras con la incorporación de proyectos ya avanzados impulsados por actores locales, buscando sinergias técnicas y ambientales en línea con los objetivos regulatorios y de sostenibilidad del país.

Esta inversión de Solarig encaja en su nuevo plan estratégico, que apuesta por la diversificación tecnológica como respuesta a los desafíos de la transición energética. Con una sólida experiencia internacional y más de 15 años en Italia, Solarig refuerza así su posición como uno de los principales actores europeos en energías renovables y gases verdes.

Biometano en España: un potencial aún por explotar

España posee un potencial considerable para el desarrollo del biometano. Según datos de Sedigas, la capacidad técnica de producción podría alcanzar los 163 TWh anuales, suficiente para cubrir casi la mitad de la demanda nacional de gas natural. Sin embargo, el sector todavía está en fase de crecimiento: actualmente, hay una docena de plantas de biometano operativas y alrededor de 250 instalaciones de biogás en todo el país.

El foco nacional está en aprovechar la infraestructura ya existente de redes de gas, permitiendo una rápida integración y facilitando su uso en zonas alejadas de los principales centros de producción. Las inversiones previstas y el apoyo institucional —como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) o la Hoja de Ruta del Biogás— apuntan a que el biometano será cada vez más relevante en el mix energético español en los próximos años.

Cataluña: liderazgo en producción y desarrollo de biometano

Dentro de España, Cataluña destaca como la comunidad autónoma con mayor potencial de producción de biometano, alcanzando los 14,46 TWh/año, lo que representa casi el 9% del total nacional. Actualmente, lidera la inyección en la red de distribución, con siete plantas en operación de las doce existentes en todo el país, y ya hay nuevas instalaciones en trámite.

La región prioriza tanto el desarrollo de plantas públicas—a cargo de instituciones como la Agencia Catalana del Agua (ACA) o el IRTA—como el impulso privado, liderado por empresas como Nedgia (Grupo Naturgy), que ya ha firmado 18 contratos para conectar nuevas instalaciones y tiene solicitudes para otras 25 plantas.

El gobierno catalán, mediante estrategias como la del biogás 2024-2030, busca acelerar la implantación de nuevas plantas, especialmente mediante mecanismos de ‘fast track’ que reconocen la importancia estratégica de estos proyectos para la transición energética y la gestión sostenible del sector agroalimentario.

Dinámica europea y perspectivas de futuro

El panorama europeo muestra un crecimiento acelerado. Según la Asociación Europea del Biogás (EBA), el número de plantas de biometano en Europa ha pasado de 1.548 a 1.678 en un año, impulsado por una inversión acumulada de más de 28.000 millones de euros. La previsión para 2030 indica una capacidad de 7.300 millones de metros cúbicos, consolidando al biometano como un pilar esencial en la descarbonización y seguridad energética continental.

Las iniciativas de empresas como Solarig y las políticas públicas de apoyo subrayan que el biometano jugará un papel central en el nuevo modelo energético europeo y español, facilitando la reducción de la dependencia de los fósiles, mejorando la gestión de residuos y promoviendo el desarrollo local y rural.

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