Hoy vamos a hablar de un insecto que ha causado gran preocupación por su impacto en los ecosistemas y la apicultura: la avispa asiática o Vespa velutina. Esta especie invasora, originaria de Asia, ha proliferado rápidamente en Europa y ha sido objeto de numerosos estudios, dado su potencial para alterar el equilibrio natural y poner en riesgo otros insectos polinizadores como las abejas melíferas (Apis mellifera).
En este artículo exploraremos en detalle las características principales de la avispa asiática, su ciclo de vida, su proceso de reproducción, así como los daños que provoca en otras especies, especialmente en las abejas. También hablaremos de métodos de control y las últimas investigaciones sobre la avispa asiática para comprender mejor cómo gestionarla.
Características principales
La avispa asiática es fácilmente distinguible por su tamaño y su coloración. Los ejemplares adultos oscilan entre los 17 y 32 mm de longitud. Su tórax es de un color negro profundo, y el abdomen muestra líneas amarillas que permiten diferenciarla de otras especies de avispas. Las alas son de un tono oscuro que varía entre marrón y negro, lo que le da un aspecto amenazante. En cuanto a sus patas, son de color café oscuro con las extremidades claramente amarillas, un rasgo distintivo muy característico.
Una de las razones por las que ha prosperado en Europa es que, debido al cambio climático, ha encontrado condiciones ideales para su reproducción. Las temperaturas más cálidas y la disponibilidad de alimento —generalmente abejas— le han permitido expandirse rápidamente por el continente europeo. Además, la ausencia de depredadores naturales en las zonas invadidas ha facilitado su proliferación sin limitaciones significativas.
El hábitat de la avispa asiática es otro factor interesante. Además de habitar en áreas boscosas o rurales, ha demostrado una notable habilidad para adaptarse a entornos urbanos. Los nidos se pueden encontrar en árboles a una altura de entre 10 y 30 metros sobre el suelo, pero también pueden ocupar lugares como techos de edificios, estructuras abandonadas e incluso se han encontrado en muros de viviendas.
Dentro de los nidos, se han llegado a contabilizar hasta 17.000 celdas, lo que indica la alta capacidad de reproducción de esta especie. Los nidos crecen progresivamente a lo largo del año y alcanzan su máxima expansión antes del otoño.
Ciclo de vida de la avispa asiática
El ciclo de vida de la avispa asiática está dividido en varias fases claramente diferenciadas, que dependen tanto de la temperatura ambiental como de la disponibilidad de alimentos.
Primera fase: hibernación
Durante el invierno, las reinas recién fecundadas entran en una fase de hibernación, refugiándose en lugares bien protegidos como grietas en troncos, suelos o estructuras construidas. Estas reinas son las únicas que sobreviven al invierno, ya que todos los demás miembros de la colonia, incluidos machos y obreras, mueren con la llegada del frío. Esta fase dura aproximadamente hasta la llegada de la primavera.
Segunda fase: fundación del nido
Con la llegada de la primavera, entre los meses de febrero y marzo, las reinas emergen de su letargo y comienzan a construir el nido primario, de dimensiones reducidas y generalmente situado en lugares protegidos. Este primer nido contiene las larvas de la primera puesta, que dará lugar a obreras que ayudarán en la ampliación del nido.
La primera generación de avispas emerge entre mayo y junio, momento en el cual el nido comienza a expandirse y el número de individuos crece exponencialmente. A partir de aquí, el nido se irá trasladando a árboles altos o estructuras más visibles, donde se forma el nido secundario, de mucho mayor tamaño.
Tercera fase: crecimiento de la colonia
A medida que avanza el verano, las obreras se encargan de buscar alimentos y continuar la expansión del nido. Durante los meses de junio y julio, la actividad depredadora de la avispa asiática es especialmente intensa. Las obreras cazan otros insectos, principalmente abejas, para alimentar a las larvas en crecimiento. Es en esta fase cuando el impacto sobre los colmenares puede llegar a ser devastador.
Las abejas melíferas son uno de los principales objetivos de la avispa asiática, dado que constituyen más de la mitad de su dieta en Europa. A menudo se colocan frente a las colmenas para interceptar a las abejas trabajadoras que regresan con polen, las cuales son atacadas y decapitadas antes de ser llevadas al nido para alimentar a las larvas.
Cuarta fase: reproducción y muerte
A finales del verano y durante el otoño, la colonia alcanza su máximo tamaño. Es en este momento cuando las nuevas reinas y los machos son producidos. Estas nuevas reinas serán fecundadas antes de la llegada del invierno y darán lugar a nuevas colonias la próxima primavera, mientras que los machos y las obreras morirán con la llegada del frío.
Daños que provoca la avispa asiática
El mayor peligro ecológico que representa la avispa asiática es su capacidad depredadora sobre las abejas melíferas. Como ya se mencionó, las abejas constituyen entre un 45% y un 80% de su alimentación, lo que provoca daños severos en las colmenas y afecta a la polinización de cultivos, plantas y árboles frutales.
El hecho de que apenas existan depredadores naturales que regulen sus poblaciones en Europa ha facilitado su rápida expansión. Además de las abejas, también atacan a otros insectos como mariposas, moscas, orugas y arañas, lo que supone un desequilibrio para la biodiversidad de cada región.
Cuando atacan una colmena, las avispas asiáticas se sitúan frente a la entrada para interceptar a las abejas recolectoras. Rápidamente las decapitan, separan el tórax del resto del cuerpo y lo trituran para llevarlo al nido en forma de una pasta que sirve para alimentar a las larvas. Si un grupo de entre 10 y 15 avispas ataca una colmena de abejas melíferas, es probable que en pocos días toda la colonia de abejas sea destruida.
Este comportamiento, además del ataque directo, genera estrés en las abejas que, al notar la presencia de las avispas, evitan salir de la colmena, lo que interfiere con su ciclo natural de recolección de polen y propicia el abandono del nido.
Métodos de control
El control de la avispa asiática se ha convertido en una prioridad en muchas regiones afectadas. Existen varios métodos para minimizar su impacto, pero ninguno ha logrado eliminar completamente el problema hasta ahora.
Trampeo de reinas
Uno de los métodos más efectivos es el trampeo de reinas en primavera, que tiene como objetivo atrapar a las reinas antes de que logren fundar nuevas colonias. Para esto, se utilizan trampas especiales que contienen atrayentes como cerveza, vino y jarabe de frutas, que resultan efectivos en la captura de estos individuos.
Destrucción de nidos
Otro método aplicado es la destrucción de los nidos, especialmente aquellos que se encuentran en áreas urbanas o cercanas a colmenares. Generalmente se utilizan insecticidas o métodos mecánicos para eliminarlos. Es recomendable que esta tarea sea realizada por profesionales especializados, ya que los nidos suelen estar a alturas considerables y las avispas pueden actuar de manera muy agresiva si sienten su nido amenazado.
En algunos casos, se han utilizado arpas eléctricas colocadas cerca de las colmenas para evitar que las avispas asiáticas depreden sobre las abejas. Estas arpas no afectan a las abejas, pero logran atrapar a las avispas gracias a su mayor tamaño.
Prevención de picaduras
En cuanto al riesgo para los humanos, las avispas asiáticas, aunque no suelen atacar sin provocación, pueden volverse peligrosas si se sienten amenazadas o si se intenta acercarse a sus nidos. Es crucial evitar movimientos bruscos o intentar remover los nidos sin la ayuda de un profesional.
Para reducir el riesgo de picaduras, es recomendable utilizar ropa protectora al estar en áreas rurales o boscosas. Además, tener cuidado con los alimentos dulces al aire libre, pues estos pueden atraer a las avispas. En caso de picadura, generalmente se recomienda aplicar hielo y productos antihistamínicos, pero en casos de alergia grave, puede ser necesario acudir a urgencias.
Es importante resaltar que la picadura de la avispa asiática, si bien dolorosa, no suele ser más peligrosa que la del avispón europeo (Vespa crabro) salvo en casos de alergias o picaduras múltiples. Cabe destacar que las avispas asiáticas tienen un tamaño mayor y, por tanto, inoculan una mayor cantidad de veneno.
En conclusión, la avispa asiática continúa siendo una amenaza significativa para el ecosistema y la biodiversidad en Europa, especialmente en lo que concierne al impacto que tiene sobre las abejas melíferas. Sin embargo, con los métodos de control adecuados y la vigilancia constante, es posible minimizar los daños que esta especie causa cada año.