El Gobierno australiano anunció que las primas al sector de las energías renovables serán suprimidas, como parte de un plan energético que pretende reducir las tarifas y garantizar el abastecimiento «económico» empresas y particulares.
En lugar de las actuales ayudas, iniciará un plan llamado «Garantía Nacional Energética» para impulsar que los distribuidores del sector compren energía de carga base, además de utilizar una mayor cantidad de energía no contaminante cada año.
La medida, que se apoya en las recomendaciones de la Junta de Seguridad Energética, dará «electricidad más asequible y confiable, al mismo tiempo que nos permitirá cumplir con nuestras obligaciones internacionales«, aseguraron el ministro de Energía, John Frydenberg y el primer ministro, Malcolm Turnbull.
Según la oposición, es una cesión «clarísima» ante los sectores más conservadores de la coalición gobernante, eliminará las primas a las energías renovables a partir del año 2020, considerando que este sector podrá competir en un mercado libre.
Según el gobierno: «Es una política creíble, promercado que resulta en tarifas eléctricas más baratas. Significa que no habrá subsidios, tampoco impuestos ni sistemas de intercambio».
La decisión supone acceder a las recomendaciones dadas hace cuatro meses por el jefe científico del Gobierno australiano, Alan Finkel, para que se haciera una transición ordenada hacia el uso de las energías renovables con el fin de que en 2030 suministrasen más del 42 por ciento del consumo energético.
Según declaraciones de analistas a diferentes canales de televisión, el plan gubernamental supone que las renovables representarán menos del 40 por ciento para ese año.
El Gobierno de la coalición conservadora, a la que pertenecen defensores de la industria del carbón y escépticos del cambio climático, asegura que los hogares ahorrarán anualmente hasta 115 dólares australianos (90,22 dólares estadounidenses o 76,50 euros) entre 2020 y 2030.
Al igual que España, el precio de la electricidad ha aumentado en más del 60 por ciento durante los últimos 10 años en Australia
El líder del Partido Laborista, Bill Shorten, achacó a Turnbull el haber cedido a las demandas del exprimer ministro Tony Abbott, quien se posiciona como escéptico ante el cambio climático.
El portavoz laborista en energías renovables, Mark Butler asegura que, el plan del Gobierno «destruirá las energías renovables y miles de empleos en esta industria». Además añadió, que su partido pretende que las energías limpias representen un 50 por ciento del consumo energético para el año 2030.
Por su parte, el número uno del Partido Verde, Richard di Natale, consideró que el anuncio evitará que Australia cumpla con los objetivos planteados en el Acuerdo de París.
Aunque, Australia anunció hace dos años que su objetivo era recortar en 2030 la emisión de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento por debajo de los niveles de 2005.
Por desgracia, es que hoy en día, más del 85 por ciento de la energía que se consume en Australia proviene de combustibles fósiles, principalmente del carbón. La mayoría de científicos consideran debe ser reducido para ayudar a mitigar los efectos del cambio climático.
Por suete, la mejora substancial de la eficiencia de las renovables, ayudará a que los inversores privados inviertan en ellas, el mejor ejemplo es la planta termosolar de Port Augusta.
La mayor planta termosolar del mundo se construirá en Australia
El gobierno australiano aprobó la construcción de la mayor planta termosolar del mundo. Esta tendrá una potencia de 150 megavatios y será construida en Port Augusta, en Australia Meridional.
La planta, tendrá un coste de 650 millones de dólares australianos (510 millones de dólares estadounidenses), generará alrededor de 650 trabajos de construcción para los trabajadores locales, según los desarrolladores, y pretende cubrir todas las necesidades de electricidad para el gobierno estatal. El trabajo comenzará el próximo año y está programado para ser terminado en 2020.
SolarReserve, con sede en California, es la empresa encargada de la construcción. La compañía americana también está detrás de la planta termosolar de las dunas Crescent, de 110 megavatios en Nevada.
Planta termosolar
Las plantas fotovoltaicas solares convierten la luz solar directamente en electricidad, por lo que necesitan baterías para almacenar el exceso de energía cuando el Sol no brilla; las plantas termosolares, por su parte, utilizan espejos para concentrar la luz solar en un sistema de calefacción.
Según varios expertos, como el profesor de la Universidad Nacional de Australia, Matthew Stocks: “Uno de los grandes retos de la energía térmica como herramienta de almacenamiento es que solo puede almacenar calor”.
“La térmica es una forma sustancialmente más económica de almacenar energía que el uso de baterías”, añade el profesor de ingeniería de energía sostenible Wasim Saman, de la Universidad de Australia del Sur.