Uno de los aspectos más destacados de las energías renovables es el gran potencial que tienen para la creación de empleo. En este sentido, es importante resaltar cómo las políticas energéticas enfocadas en energías limpias están favoreciendo el crecimiento del empleo tanto en España como en el resto de la Unión Europea. En particular, durante el año 2011 ya se observó un aumento significativo en los puestos de trabajo generados en el sector, sobre todo en tecnologías como la eólica y la solar fotovoltaica, y esta tendencia ha seguido ascendiendo en los últimos años.
España como líder en la creación de empleo en energías renovables
España se ha posicionado como uno de los países más avanzados en términos de energía renovable y su capacidad para generar empleo. La combinación de políticas europeas favorables, junto con condiciones meteorológicas privilegiadas, como la abundancia de sol y viento, han permitido que el país se convierta en un referente en cuanto a generación de empleo dentro de este sector. Según un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la energía solar fotovoltaica y la energía eólica son las principales fuentes renovables que impulsan el empleo en España, ocupando un lugar destacado en la transición energética del país.
A lo largo de 2023, España alcanzó récords de producción en energías renovables, con un 50,8 % del total de su electricidad proveniente de fuentes renovables, según datos de Red Eléctrica. Este crecimiento ha favorecido la creación de empleo en diferentes áreas relacionadas, desde la instalación de parques eólicos y solares hasta el mantenimiento de infraestructuras.
Oportunidades laborales en energías renovables
La transición hacia un modelo energético basado en energías limpias está generando nuevas oportunidades de empleo, no solo a nivel nacional, sino también en el ámbito local. Según la empresa Endesa, las renovables no solo crean empleo en el marco de grandes proyectos energéticos, sino que también impulsan programas de formación específicos como la Escuela Rural de Energía Sostenible en la provincia de Teruel, que prepara a los habitantes locales para aprovechar oportunidades laborales en plantas renovables en construcción.
Además, estas energías no solo fomentan el empleo en comunidades locales, sino que abren la puerta a la diversificación de habilidades en áreas emergentes. Perfiles como técnicos de proyectos en energías renovables, ingenieros de redes eléctricas, expertos en sistemas fotovoltaicos o consultores energéticos están cada vez más demandados. Entre las nuevas áreas de especialización destacan los expertos en vibraciones de aerogeneradores y los operadores en remoto.
Impacto económico y social del crecimiento en empleo verde
El desarrollo de fuentes de energía renovables no solo beneficia al medio ambiente, sino que también tiene un impacto positivo en la economía y la sociedad. Según el Foro Económico Mundial, se estima que en los próximos años se crearán hasta 2 millones de empleos en el sector de energías renovables en Europa, con España ocupando una posición de liderazgo. Las energías eólica y solar no solo contribuyen a la reducción de emisiones, sino que fomentan la creación de empleo tanto en zonas urbanas como rurales, lo que ayuda en el proceso de descentralización económica.
Los empleos creados en energías renovables, además, son de alta calidad, con sueldos más elevados que los de sectores tradicionales. Los perfiles técnicos especializados, como ingenieros de diseño, expertos en sistemas de almacenamiento de energía y profesionales en commissioning, son algunos de los más demandados. Este auge en empleos verdes permite la inclusión laboral y fomenta una mayor equidad de género. De hecho, en el sector solar, las mujeres ocupan un 40 % de los puestos, un porcentaje muy superior a otros sectores energéticos.
Nuevos sectores emergentes: Hidrógeno verde y otras tecnologías
Una de las áreas con mayor potencial para la creación de empleo en España es el hidrógeno verde. Este vector energético es clave para la descarbonización de industrias intensivas en energía como la siderurgia o la química. España aspira a convertirse en un líder en la producción de hidrógeno verde, con planes de desarrollar hasta 11 GW de capacidad de electrólisis para 2030. Este desarrollo impulsará una demanda significativa de profesionales en ámbitos como la logística de transporte, ingeniería de procesos y química industrial.
Además del hidrógeno, el almacenamiento de energía mediante baterías de litio, especialmente en el contexto del aumento de instalaciones de vehículos eléctricos, también está contribuyendo a la generación de empleo. La región ibérica cuenta con abundantes reservas de litio, lo que puede situar a España como un actor clave en la cadena de valor de baterías a nivel global.
Finalmente, cabe destacar que el esfuerzo conjunto entre gobiernos, universidades y empresas es vital para formar a los trabajadores del futuro. La rapidez con la que se desarrollan las energías limpias obliga a generar programas de formación efectivos que permitan reconvertir perfiles laborales ya existentes, adaptando sus habilidades a los retos del nuevo mercado.
En definitiva, el avance de las energías renovables en España no solo permite una transición hacia un modelo energético más sostenible, sino que contribuye significativamente a la creación de empleo, tanto en sectores tradicionales como emergentes. El impacto de este cambio se está sintiendo en todas las regiones del país, y con el desarrollo de nuevas tecnologías como el hidrógeno verde, las expectativas para el futuro son muy optimistas. La combinación de políticas estatales, avances tecnológicos y una mayor concienciación pública conforman un entorno ideal para continuar este crecimiento en las próximas décadas.