Un incendio declarado en las instalaciones del Centro Tecnolóxico de Automoción de Galicia, en O Porriño, ha sido sofocado por los equipos de emergencia tras arder aproximadamente dos toneladas de baterías almacenadas en contenedores. La intervención fue rápida y el episodio se saldó sin heridos ni afección significativa al entorno.
La alerta llegó al 112 Galicia pasadas las 14:00 horas, comunicada por el personal de seguridad del recinto situado en el polígono de A Granxa. Según apuntan las primeras informaciones, el sistema de autoapagado de los contenedores no actuó por causas aún desconocidas, lo que provocó que las baterías entrasen en reacción y comenzasen a arder.
Ubicación del siniestro y origen del fuego
El suceso se registró dentro del recinto del CTAG, en el Centro Tecnológico del Polígono Industrial de A Granxa (O Porriño, Pontevedra). Allí, varias unidades de almacenamiento con baterías industriales comenzaron a arder al fallar el sistema automático de extinción integrado en los contenedores.
Fuentes de emergencias subrayan que, pese a la naturaleza del material implicado, el incendio no generó riesgo para la población ni necesidad de evacuaciones. Se estableció un perímetro preventivo y se trabajó para contener el foco en la zona de almacenamiento.
Operativo y técnica de extinción aplicada
En el dispositivo participaron Bomberos de O Porriño y de O Morrazo, junto a Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil. La coordinación se activó a partir del aviso cursado al 112 y se mantuvo hasta declarar la extinción.
Los equipos optaron por una maniobra específica para este tipo de incidentes: sumergir las baterías afectadas en recipientes con agua. Esta estrategia permitió utilizar una cantidad mínima de agua y acelerar el enfriamiento, evitando reigniciones y reduciendo la propagación del calor.
Gracias a este enfoque, las llamadas “aguas de extinción” se minimizaron, con lo que se disminuyó también el riesgo de contaminación en cursos y redes de drenaje próximos. El entorno industrial no registró daños de consideración más allá del área directa del fuego.
Completadas las labores de extinción, el personal de la empresa mantiene vigilancia por si surgiese alguna incidencia residual. Las autoridades confirman que no hay heridos y que el balance medioambiental es favorable.
El episodio, sin consecuencias personales, deja como principal balance la quema de dos toneladas de baterías y un operativo coordinado que actuó con celeridad, aplicando técnicas de control adecuadas para limitar el consumo de agua y la afección ambiental en O Porriño.
