Andalucía ha comenzado oficialmente la tramitación de su nueva norma para fomentar la producción ecológica, consolidándose como una de las comunidades pioneras en España en este ámbito. Esta propuesta legislativa, que ha superado ya el debate de totalidad en el Parlamento andaluz sin recibir ni una sola enmienda de los grupos políticos, busca transformar de forma profunda el modelo agroalimentario andaluz hacia uno más sostenible, equilibrado y comprometido con el medio ambiente.
El proyecto de Ley de Impulso y Promoción de la Producción Ecológica y otras Producciones Agrarias, Pesqueras y Acuícolas Certificadas cuenta con un amplio respaldo institucional, destacando su enfoque colaborativo y participativo, al incorporar más del 60% de las sugerencias recibidas durante el proceso de consulta pública.
Una estrategia para alinear producción y consumo
Uno de los objetivos principales de esta nueva legislación es reducir la brecha existente entre la enorme capacidad productiva ecológica de Andalucía y el bajo nivel de consumo interno actual. La región cuenta ya con más de 1,5 millones de hectáreas dedicadas a producción ecológica, lo que representa cerca del 50% del total nacional. Sin embargo, ese liderazgo en producción no se traduce aún en una demanda proporcional entre la ciudadanía andaluza.
Para corregir ese desfase, la ley impulsará campañas de sensibilización y planes de actuación concretos que fomenten el consumo de alimentos ecológicos, especialmente en centros dependientes de la Junta, como colegios, hospitales y residencias. Además, se priorizará la adquisición de estos productos en las contrataciones públicas relacionadas con hostelería y restauración.
El texto también contempla la creación de un distintivo autonómico para premiar y visibilizar las buenas prácticas en este ámbito, así como una bonificación del 50% en la tasa de servicios facultativos veterinarios para las explotaciones ganaderas que operen bajo certificación ecológica.
Medidas de impulso al sector agroecológico
Además del fomento del consumo, la norma andaluza pretende reforzar el tejido productivo actual a través de ayudas económicas específicas, mejora del asesoramiento técnico y líneas de innovación en colaboración con universidades y centros tecnológicos.
Otro de los ejes fundamentales está en la venta directa. Así, se impulsará una Red Andaluza de Municipios con Mercados Locales Ecológicos para fortalecer los canales de comercialización de proximidad, permitiendo a productores vender directamente sin intermediarios y favoreciendo una mayor rentabilidad.
El consejero de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, ha destacado que con esta ley se reforzará la resiliencia del sistema agroalimentario frente al cambio climático, al tiempo que se protege la biodiversidad y los recursos naturales de la región. Entre sus declaraciones, ha subrayado que Andalucía «vuelve a marcar el paso al resto de comunidades al ser la primera en contar con una legislación de este tipo».
Cifras que reflejan liderazgo
Los números respaldan este enfoque. Andalucía cuenta con más de 21.500 operadores ecológicos, una de las cifras más altas a nivel europeo. En el apartado ganadero, 6.200 explotaciones ecológicas representan el 58% del total nacional, destacando el vacuno de carne como principal categoría.
En cuanto a cultivos, el olivar ocupa el 28% de la superficie ecológica, seguido por los frutos secos y cereales. Además, la región lidera también en producción integrada, con 433.000 hectáreas bajo este sistema más sostenible y alrededor de 45.000 productores comprometidos con prácticas respetuosas.
Un marco normativo sin precedentes
La ley incorpora por primera vez un enfoque integral que abarca desde la producción hasta la comercialización y el consumo. Dentro de sus disposiciones, se contempla un título específico dedicado a investigación, transferencia de conocimiento y formación, involucrando de forma activa a las universidades andaluzas y centros tecnológicos de la región.
Asimismo, se valorará la conservación de razas ganaderas autóctonas como criterio prioritario para la concesión de ayudas ligadas a modelos de producción sostenible, un elemento que refuerza la protección del patrimonio genético agrario andaluz.
Entre los instrumentos complementarios que manejará la Junta figura la convocatoria de subvenciones para acciones promocionales de productos ecológicos en puntos de venta, así como líneas de apoyo para fomentar su presencia en el canal Horeca (hostelería, restauración y catering).
El texto legal subraya que todas las producciones certificadas deberán cumplir exigencias técnicas más estrictas que las normativas europeas de base, mediante acreditación oficial supervisada por entidades externas. Esto afianza la confianza del consumidor y mejora la competitividad del sector.
Con una normativa ambiciosa, Andalucía consolida su posición como referente nacional e internacional en materia de producción ecológica y plantea un modelo replicable en otras regiones. La combinación de medidas económicas, institucionales y sociales apunta a una transformación sistémica del agro andaluz a favor de la sostenibilidad y la salud ambiental.
